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» Elterritorio
Fecha: 19/06/2025 01:31
Adriana Díaz Ferreira, quien desde 2012 trabaja en comunidades aborígenes de San Vicente, declaró como testigo ante el Tribunal Penal Uno de Oberá y detalló cómo fue el contacto con Núñez la tarde del hecho. miércoles 18 de junio de 2025 | 11:31hs. Foto. Mariana Poplawski "Jamás le dije que quemara el cuerpo. Le insistí varias veces que tenía que avisar a la Policía". Con esas palabras, la médica Adriana Díaz Ferreira desmintió la versión del cacique Marcelo Núñez, acusado de haber asesinado y calcinado a su pareja, María Solange Diniz Rabela (22), en la comunidad mbya guaraní Tarumá Poty durante la cuarentena por coronavirus. Silveira, quien desde 2012 trabaja en comunidades aborígenes de San Vicente, declaró como testigo ante el Tribunal Penal Uno de Oberá y detalló cómo fue el contacto con Núñez la tarde del hecho. "Me llamó a la siesta, era un domingo de Pascua. Me dijo que su pareja había muerto, que pensaba que era Covid, y me pidió que fuera con la ambulancia", relató. La profesional explicó que ante esa situación, le indicó al acusado que se trataba de un óbito en domicilio y que debía dar aviso inmediato a la Policía. "Me respondió que en su comunidad tenían la costumbre de enterrar a los fallecidos. Le dije que no, que tenía que llamar a la Policía. Sabía que debía intervenir Medicina Forense", enfatizó. Según su testimonio, poco después fue contactada también por el chofer de la ambulancia, quien le informó que Núñez le había hecho el mismo pedido. "Todos le dijimos lo mismo: que tenía que ir a la Policía", remarcó. Finalmente, accedieron a trasladarse a la comunidad, pero por un motivo distinto: Núñez aseguró que había varios niños con fiebre y síntomas respiratorios. "Antes de ir, pasamos por la Seccional Segunda y yo misma informé del óbito en el domicilio. Fuimos por orden superior, por la supuesta emergencia pediátrica". Díaz Ferreira fue clara al señalar que no se acercó al cuerpo de Solange, lo que hace suponer que ni siquiera lo hizo para constatar si en realidad estaba muerta, sino que sólo atendió a los niños. "Núñez nos volvió a pedir que lleváramos el cuerpo hasta la comunidad de Fracrán, pero le dijimos otra vez que no, que tenía que comunicarse con la Policía. Reitero: nunca le sugerí que lo queme, ni se me ocurrió semejante cosa". Durante su exposición, también recordó que el acusado le mencionó que Solange había muerto a las seis de la mañana, aunque el equipo médico recién llegó a la comunidad pasadas las 16. "El cuerpo estaba al aire libre, rodeado de niños, y otras personas, por eso, aunque no me acerqué, sugerí que lo tapen", agregó. Consultada sobre el estado de salud de la joven en otras oportunidades, Díaz Ferreira indicó que sólo la había tratado una vez, por una dermatomicosis (infección por hongos). "Nunca observé que estuviera sufriendo violencia ni sospeché que fuera víctima", dijo. El testimonio de la médica cobra relevancia porque contradice de manera directa la versión del acusado, quien afirmó haber actuado siguiendo supuestas indicaciones del personal de salud, que le habrían dicho que el cuerpo debía ser quemado por temor al contagio de Covid-19. Núñez enfrenta una acusación por femicidio, figura que contempla prisión perpetua. El testimonio del chofer de la ambulancia La version de la médica fue confirmada por el chofer de la ambulancia, Fabián Zabal. Coincidió su relato en cuanto a lo que contó Díaz Ferreira, declarando que fue él quien avisó a la Policía, camino a la aldea, y explicitó cierto desinterés policial para tomar intervención. "Les conté que ella (por Solange) era criolla, que había muerto dentro de la comunidad, y me dijeron que no importaba, que las comunidades acostumbraban a sepultar a sus muertos, que ellos se iban a arreglar". Manifestó que después de eso "seguimos camino, llegamos a la aldea y tras atender a los niños, se le sugirió que hicieran algo con el cuerpo para evitar que se descomponga, y Núñez dijo "que ya estaba todo arreglado, que lo iban a llevar a Fracrán". "Pero en ningún momento se le dijo que tenían que cortar o quemar", recordó. Volviendo al principio de su testimonio, Zabal acotó que cuando Núñez tomó contacto con él, a la tarde, dijo "que estaba muerta desde la mañana". Ante la pregunta del fiscal respondió que "tampoco ni yo ni la doctora le dijimos que la causa de muerte fue coronavirus", y aclaró que no revisaron el cuerpo porque "antes de ir ya le avisamos que no lo íbamos a hacer, que no éramos forenses".
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