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Parana » Plazaweb
Fecha: 18/06/2025 19:54
El 7 de julio de 2024 Zain sufrió una convulsión afebril, lo que encendió las alarmas de la familia entrerriana y dio inicio a una serie de consultas médicas. “Hoy en día es un paciente de tres años y lo que le ocurrió fue el año pasado”, comenzó el relató su padre Natanael, visiblemente conmovido, en charla con el programa Cosas que pasan en Radio Plaza. La familia acudió inicialmente a un hospital: “Nos habían dicho directamente que él tenía epilepsia, no nos quedamos conformes y fuimos a la segunda opinión con un neurólogo infantil”. Ese especialista les propuso realizar una resonancia magnética cerebral para obtener una visión más clara del cuadro clínico, ya que no consideraba adecuado medicar sin un estudio previo que respaldara el diagnóstico. El examen requería anestesia, por lo que debían encontrar un centro adecuado. El día del estudio y una decisión crítica “Empezamos a buscar un montón de lugares allá en Gualeguaychú”, recordó Natanael. Sin encontrar anestesistas pediátricos en su ciudad, decidieron acudir a la Cooperativa Médica de Concepción del Uruguay. “Todo pasó tan rápido, de una mañana tan clara a una noche tan oscura de la situación”, describió. El 29 de julio, a las 19:40, Zain ingresó al resonador. Su padre lo acompañó hasta que, tras aplicar la anestesia, le pidieron que saliera. “Hoy en día, con las cosas que he aprendido, jamás me tendrían que haber sacado de la sala”, reflexionó. Afirmó que en procedimientos como una resonancia, los padres tienen derecho a permanecer junto al menor. Poco después, un profesional salió corriendo con Zain en brazos, informándole que el niño se había "deprimido", término médico que Natanael desconocía en ese momento. “Lo llevó prácticamente muerto en brazos”, aseguró. Derivación urgente y días de internación Luego de este episodio, el niño fue trasladado al Hospital Urquiza. Allí, Natanael fue informado por una enfermera de que su hijo tenía “los dos pulmones colapsados de sangre y uno completamente comprimido”. Desde allí, Zain fue derivado a la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del hospital Masvernat en Concordia. “Allí estuvimos más de 22 días”, detalló. En total, pasaron 210 días entre hospitales. Zain estuvo internado en terapia intensiva en tres ocasiones. “El doctor Fournier en Concordia salvó a mi hijo”, resaltó emocionado. Sin embargo, las secuelas fueron devastadoras: “Un niño que me hablaba, que sabía los colores, sabía contar, un niño normal... y de la nada tenerlo sin que me dirija una palabra, sin que me mire. Está vivo en carne y hueso, pero no se donde está su mente. Llevé un niño para hacerle un estudio y me lo devolvieron prácticamente muerto”. Una vida transformada por completo “Hoy Zain necesita todo tipo de asistencia”, dijo. Tiene enfermería 24 horas, requiere una cama y silla posturales, múltiples tipos de kinesiología y estimulación visual. Además, su familia enfrenta demoras e incumplimientos por parte de la obra social. “Hay varias cosas que no tenemos respuesta de la obra social. Tenemos que estar mendigando y pidiendo a la gente, y gracias a toda la gente que nos ha estado donando”, afirmó, agotado por la burocracia y la falta de acompañamiento institucional. Sobre el anestesista, Natanael aseguró que no ha recibido noticias de que se encuentre suspendido. “Se inició una denuncia penal”, confirmó, pero admitió que no sabe si actualmente sigue trabajando ni qué medidas ha tomado la justicia hasta el momento. El abogado de la familia es Patricio Cozzi, de Paraná, y la causa la tiene la Fiscalía Nº 2 de Concepción del Uruguay, a cargo de la fiscal María José Labalta.
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