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» Santo Tome al dia
Fecha: 17/06/2025 22:40
Por primera vez en su historia, el Hospital Garrahan realizó una cirugía fetal a una beba diagnosticada con mielomeningocele —una forma severa de espina bífida— y logró que naciera con éxito. La intervención intrauterina se realizó en abril y el nacimiento se produjo este domingo 15 de junio, a las 3:35, por cesárea. Se trata de un hito para la medicina pediátrica pública en la Argentina, que podría marcar un antes y un después en la atención de patologías congénitas. El procedimiento consistió en intervenir la malformación espinal del feto cuando la gestación llevaba 27 semanas. Un equipo de 25 profesionales del Garrahan, junto a expertos del Hospital de Clínicas de Curitiba (Brasil), expuso el útero fuera del cuerpo de la madre y reparó la lesión con extrema precisión, en una cirugía que duró casi cuatro horas. “Fue una cirugía perfecta. Operamos la malformación en la semana 27 del embarazo y nació en la 36, con una cicatriz perfecta”, expresó con orgullo la obstetra y especialista en medicina fetal Analizia Astudillo, quien estuvo a cargo tanto de la cirugía prenatal como de la cesárea. El mielomeningocele afecta el cierre del tubo neural en las primeras semanas del embarazo y puede ocasionar discapacidad motora, pérdida de control de esfínteres y riesgo de hidrocefalia. La cirugía intrauterina permite reducir significativamente esas secuelas y mejorar las posibilidades de motricidad, desarrollo cognitivo y autonomía futura del niño. “Esta intervención tiene un impacto muy importante en la motricidad de ambas piernas, disminuye la herniación del cerebelo y mejora la anatomía del sistema nervioso central. Además, reduce la hidrocefalia y mejora la capacidad cognitiva a largo plazo”, detalló Patricia Bellani, jefa de Neonatología del Garrahan y responsable del operativo de la cesárea. Hasta ahora, estas cirugías solo se realizaban en el Hospital Austral, en el ámbito privado y para pacientes con cobertura médica. En el sector público hubo apenas dos antecedentes, sin continuidad. Por eso, el paso dado por el Garrahan representa un avance inédito que amplía el acceso a tratamientos complejos y de alto impacto social. El nacimiento se adelantó a lo previsto: la madre rompió bolsa y el equipo se activó rápidamente para evitar un traslado. Participaron 21 profesionales de distintas áreas del hospital, entre ellos neonatólogos, obstetras, cirujanos, anestesistas y especialistas en cuidados materno-fetales. Gracias a ello, la madre y la beba permanecieron juntas desde el primer momento. “Yo me formé para esto, para desarrollar salud fetal en un hospital público pediátrico y para achicar la brecha entre pobreza y discapacidad”, expresó Astudillo. La paciente será seguida hasta los 18 años por el equipo interdisciplinario de Mielomeningocele del Garrahan, que incluye genetistas, urólogos, neurocirujanos, neonatólogos y kinesiólogos. “Este procedimiento representa un avance fundamental y abre nuevas posibilidades para mejorar la calidad de vida desde etapas muy tempranas del desarrollo”, concluyó el cirujano Javier González Ramos, quien realizó el cierre del defecto en abril. Con este logro, el Garrahan reafirma su rol como centro de excelencia en medicina pediátrica, incluso en un contexto desafiante para el sistema público de salud.
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