Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Martín Schorr: "La banda cambiaria expresa el margen estrecho de la política económica"

    » La Capital

    Fecha: 17/06/2025 21:19

    “La banda cambiaria es una expresión de los estrechos márgenes de maniobra del gobierno”. El sociólogo Martín Schorr, investigador del Instituto de Altos Estudios Sociales (Idaes) de la Universidad Nacional de San Martín, y autor de libros clásicos como “Industria y Nación” y “Hecho en Argentina”, advierte que la política económica está en “una encerrona difícil de resolver”. Es que el camino de la apreciación cambiaria que eligió transitar el equipo de Luis Caputo atiza una crisis productiva con consecuencias visibles en el mercado de trabajo. Por otro lado, si buscara flexibilizarla para frenar el drenaje de divisas podría disparar la inflación. En ambos casos, la crisis social es un escenario posible. En este angosto desfiladero, señaló, se abre también una disputa política. “Ir por arriba o por abajo de la banda te marca con qué fracción del capital te vas a aliar y a cuál vas a dejar afuera”, señaló. Schorr estuvo en Rosario para participar del Encuentro Ciencias Sociales y Sindicalismo, organizado por el Núcleo de Estudios del Trabajo y la Conflictividad Social (NET) y el Taller de Estudios Laborales. Hay en marcha un ajuste con un sesgo profundamente regresivo, que deja ganadores y perdedores, incluso al interior del capital. Y los márgenes de maniobra que tiene el gobierno en términos del manejo de la política económica son muy estrechos. Tiene que ver con la falta de dólares, la apertura comercial, el dólar barato para el gasto de sectores de alto poder adquisitivo en turismo, y centralmente, con la dolarización de la bicicleta financiera que está habilitando la política económica. En ese marco, la banda cambiaria es como una expresión de la debilidad. El gobierno jerarquizó ir hacia abajo de la banda y eso tiene un problema porque privilegia al sector financiero pero genera una situación muy adversa para el capital productivo, sobre todo para la industria. Y ahí tenés dos riesgos: el de una crisis productiva que ya se está viendo, con desempleo y problemas sociales, y el de un desenlace externo, si te vas para arriba de la banda y terminás en devaluación, que es sinónimo de inflación. En ambos casos hay riesgo de crisis social. ¿Es una disyuntiva que se planteó antes y durante la crisis de 2001? Sí, pero ahora es distinto porque la crisis va rápido y son muy estrechos los márgenes de maniobra. Al decidir ir por abajo de la banda de flotación, el gobierno cerró filas con el sector financiero pero va en contra de los intereses del sector productivo, de la industria y también de los trabajadores. Y si decidiera ir hacia arriba, priorizando un dólar más alto para tratar de beneficiar al sector exportador y a la industria, probablemente se le dispare la inflación. Entonces, por abajo es más parecido al escenario del fin de la convertibilidad: la crisis productiva, el ajuste y la crisis laboral. Por arriba es más parecido a 2022, cuando se te fueron al diablo los precios y el poder adquisitivo de los salarios y los ingresos se deterioró mucho. El gobierno está en una encerrona difícil de resolver y, en ese punto, hay que hacer una lectura política también. Si vas a una situación tensa desde el punto de vista socioeconómico, con creciente conflicto social, ir por arriba o por abajo de la banda te marca con qué fracción del capital te vas a aliar y a cuál vas a dejar afuera. Entonces, es un escenario de disputa con la cúpula y de creciente despelote social. ¿Se empezó a frenar de nuevo la economía tras ese leve repunte de fines del año pasado? Tenés distintas realidades. Dentro del sector exportador, una cosa es minería y petróleo, que funcionan, y otra el agro, que tiene un problema muy serio con este tipo de cambio y las suba de costos. La situación industrial claramente se alinea con el argumento del “industricidio”, con una caída en los niveles de actividad muy fuerte en todos los sectores pero muy especialmente en los más ligados al mercado interno. El capital productivo está muy complicado. Y, dentro del capital productivo, la industria y el agro, más. Sin embargo, ni la UIA ni las entidades del agro objetan abiertamente el rumbo económico en curso. Vos estudiás las cúpulas empresarias, ¿Qué creés que están viendo estas dirigencias? Creo que tienen dos apuestas importantes. Una es sepultar al kirchnerismo como expresión política de un modelo nacional y popular,y otra es ir por las reformas previsional y, sobre todo, del mercado de trabajo, para asegurar el disciplinamiento normativo fuerte de la clase trabajadora. Por ahora privilegian sus intereses más estratégicos por encima de la discusión sobre el nivel de actividad. ¿El impacto de el “industricidio” se está viendo claramente en el mercado de trabajo o el mercado laboral informal genera un colchón? Hay caídas en el empleo industrial y en el sector de la construcción. Lo que tenés, por ejemplo, como expresión de la crisis laboral, es la extensión de la jornada de trabajo, las horas extras, el sobreempleo horario. Pero sí se está viendo caída en el empleo registrado y de precarización también, crecimiento del monotributo y estas figuras de trabajo precario. ¿Ves que este esquema cambiario llega hasta octubre? No puedo saberlo pero lo que es claro es que este esquema es estructuralmente muy endeble. El mismo esquema de bandas te está marcando que los márgenes de maniobra del gobierno son muy estrechos porque es un modelo que saca muchos dólares por la apertura, por el turismo, por la fuga y por la deuda, pero no los ingresa porque exporta poco y porque el escenario de endeudamiento no se está dando como el gobierno preveía. Así, vas caminando de a poquito a una crisis en el sector externo. Y de ahí a la devaluación estás en un paso.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por