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  • Alerta del agro entrerriano: “A la fiesta no la puede pagar siempre el campo”

    Parana » APF

    Fecha: 17/06/2025 14:30

    Matías Martiarena, presidente de la Federación Agraria Regional Entre Ríos, advirtió que la restitución de retenciones a la soja desde el 30 de junio pone en jaque a los pequeños productores, impacta en la cadena de pagos y frustra cualquier intento de recuperación tras años de crisis climática y económica. Sobre la posición de los legisladores entrerrianos, lamentó la falta de respuesta política: “Hoy vemos a muchos que antes se oponían firmemente a las retenciones y ahora guardan silencio”. martes 17 de junio de 2025 | 13:54hs. El Presidente de la Federación Agraria Regional Entre Ríos expresó su preocupación por la inminente restitución de las retenciones a las exportaciones de soja, prevista para el 30 de junio. Según señaló, la medida representa un duro golpe para los pequeños y medianos productores que todavía no logran reponerse de los efectos devastadores de la sequía y que enfrentan un sistema productivo “sin previsibilidad, sin respaldo y cada vez más endeudado”. “Lo que genera esto para adelante es una incertidumbre muy grande. Si no hubiéramos tenido un buen clima, hoy estaríamos hablando de quebranto”, advirtió Martiarena. El dirigente rural remarcó que la situación del agro, especialmente en Entre Ríos, es frágil. A pesar de una campaña aceptable en términos de rendimiento, el productor chico sigue acorralado por los costos, la presión fiscal y una cadena de pagos que se sostiene “a pura firma de escribanía”, como él mismo lo definió. “Estamos en una especie de simulacro de normalidad. El productor achica todo lo que puede, firma documentos para patear deudas a la próxima campaña y reza por buen tiempo. Pero si viene un año normal, con rendimientos medios, la cuenta no cierra”, sostuvo en diálogo con “Palabras Cruzadas” (FM Litoral). Un regreso anunciado (y resistido) Martiarena recordó que cuando el gobierno nacional anunció la rebaja temporal de retenciones en diciembre pasado, lo hizo con el compromiso de que sería una medida permanente si el plan económico funcionaba. “Hoy el propio gobierno dice que el plan funciona. Entonces, ¿por qué volvemos con una medida que desincentiva y castiga a quienes producimos?”, se preguntó. La decisión, aseguró, no solo afecta el presente económico del campo, sino también su futuro: frena la inversión, retrasa decisiones productivas y socava el ánimo de un sector que, históricamente, ha sido clave en el ingreso de divisas. “Siempre somos la caja de cambio. Desde que se implementaron las retenciones, hemos aportado lo suficiente como para comprar todos los campos que hoy están en producción”, subrayó con crudeza. Silencios que incomodan Consultado sobre la posición de los legisladores entrerrianos, Martiarena lamentó la falta de respuesta política. “Hoy vemos a muchos que antes se oponían firmemente a las retenciones y ahora guardan silencio. La Comisión de Agricultura no pudo avanzar en el tratamiento legislativo del tema porque el presidente ya había anunciado que vetaría cualquier intento. Entonces, ¿qué margen real tenemos?”, reflexionó. En ese sentido, insistió en que estas medidas deben debatirse en el Congreso para dar previsibilidad al sector y evitar que las decisiones dependan del “humor del Ejecutivo”. Más allá de la soja: otras economías en riesgo Martiarena también hizo referencia a otras producciones de Entre Ríos, como los cítricos, la nuez pecán, el arroz y la ganadería, que enfrentan problemas estructurales más allá de las retenciones. “El arroz, por ejemplo, tuvo buen rinde pero con precios tan deprimidos que ni duplicando la producción se iguala lo del año pasado. Hay molinos que esta semana ni siquiera van a elaborar. Eso habla de una crisis real”, expresó. Lo mismo ocurre con la carne, según indicó, “con precios que ya muestran una merma tanto para el productor como para el consumidor, que cada vez compra menos”. La caída en el poder adquisitivo también atraviesa la problemática. “Aunque la inflación esté por debajo del 2%, hay muchísima gente que apenas llega al 10% del mes. Incluso con horas extras, muchos trabajadores siguen bajo la línea de pobreza. Esa es una realidad muy triste, pero fáctica”, lamentó. Inversiones que no llegan Sobre los recientes anuncios en Agroactiva, donde se habló de una intención de inversión del agro por 6.000 millones de dólares, Martiarena fue contundente: “Es una expresión de deseo. Se solicitaron créditos por cerca de 5.000 millones y no se concretó ni la mitad. Si las condiciones mejoraran, el campo podría superar ese número, pero hoy no hay respaldo. Solo promesas”. Una conclusión inquietante A días de la restitución de las retenciones, el clima en el campo está lejos de ser optimista. Martiarena advierte que la cadena de pagos, aunque aún no colapsó, está al límite. “Si esto no se acomoda pronto, el riesgo es real. Y no solo para los productores, sino para todo el entramado económico que depende de ellos: metalmecánica, consumo, servicios. Es una cadena”, cerró. La cuenta regresiva avanza. El 30 de junio se acerca. Y con él, el temor de que —una vez más— el campo termine siendo el fusible de los desequilibrios del país. (APFDigital)

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