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» Diario Cordoba
Fecha: 17/06/2025 12:28
Cáritas Diocesana de Córdoba ha presentado este martes la memoria económica de 2024 en una rueda de prensa en la que han participado el obispo, Jesús Fernández; junto al director de Cáritas Diocesanas, Darío Reina; el delegado diocesano, Antonio Javier Rojas, y una voluntaria de Cáritas, Amparo Velasco. En la comparecencia, Darío Reina ha informado del importante descenso de las donaciones y subvenciones, unos 400.000 euros menos que el año anterior, que redujeron en un 13% el presupuesto anual. Esta disminución de ingresos, que confirma una tendencia de los últimos años obligó a la entidad a realizar una serie de recortes con el fin de garantizar su sostenibilidad. "2024 fue un año complicado para Cáritas, después de tres años sucesivos con desequilibrio presupuestario por disminución de los ingresos", ha explicado. Entre las medidas urgentes que se han ejecutado destacan la reducción de la plantilla, "que ha pasado de 53 a 42 personas, y el recorte presupuestario de las cantidades destinadas a las Cáritas parroquiales, con un 25% menos y a los centros residenciales, con un recorte del 14%". Medidas para solventar el déficit Para solventar el déficit y paliar la tensión de la tesorería, el Obispado de Córdoba concedió una ayuda extraordinaria de 700.000 euros y el Cabildo de la Catedral otra ayuda de 170.000 euros, que consiguió elevar la cifra total a final de año y dejar algo de superávit. "La significativa reducción de puestos de trabajo respecto al año anterior responde principalmente al cierre de proyectos que no contaban con financiación subvencionada y al impacto de una situación económica compleja que ha obligado a ajustar la estructura laboral", han explicado. Hasta ahora, Solemccor servía de sustento para el impulso a otras iniciativas de inserción sociolaboral como el restaurante o la tienda de Cáritas, que dejaron de tener actividad en 2024 porque eran deficitarias y no había recursos suficientes para mantenerlas en funcionamiento. Actualmente, la tienda de moda Re se ha vuelto a abrir en la calle Historiador Díaz del Moral. Darío Reina, Jesús Fernández, Antonio Javier Rojas y Amparo Velasco. / Víctor Castro El número de personas atendidas a lo largo del año fue de 19.478 frente a las 22.000 de 2023, "debido fundamentalmente a la reducción de personal, que ha hecho que Cáritas pueda llegar a menos personas", comentó Reina. El obispo llama a mantener las aportaciones ordinarias Tras un año en el que la movilización solidaria en favor de las víctimas de la Dana ha sido conmovedora, tanto Reina como el obispo coincidieron en que ese efecto de emergencia ha podido afectar a las ayudas destinadas a las necesidades básicas, por lo que han hecho un llamamiento a no pasar por alto ese día a día de muchas personas de Córdoba y que las ayudas que se aportan a causas como la Dana sean un añadido a las aportaciones ordinarias. Prueba de ese desequilibrio es que "la campaña de Navidad recaudó 100.000 euros menos en Córdoba mientras los donativos destinados a la Dana fueron de 300.000 euros", detallaron. El obispo, Jesús Fernández, llama a no descuidar las ayudas ordinarias El total de gastos del año pasado ascendió a 2.965.556 euros, de los cuales el 29,2% se destinó a atender a personas sin hogar y un 25,9% a personas mayores en exclusión social. Cáritas atiende a las personas sin hogar tanto con el dispositivo nocturno en la calle (408 personas atendidas) como en la casa de acogida (114 residentes), en el área de baja exigencia (68 personas) durante el invierno, el programa de atención social (1.070 personas) y en las 42 viviendas tuteladas que gestiona junto a otras entidades. En total, el año pasado se destinaron a la lucha contra el sinhogarismo 686.000 euros, lo que permitió atender a más de 1.000 personas. La situación no parece estar mejorando, ya que según Reina, "hay lista de espera en todos nuestros recursos". La atención a personas mayores se ha convertido en una pieza fundamental para Cáritas, no solo en recursos como la residencia de San Pablo sino a través de programas contra la soledad no deseada, "una realidad que va a ir en aumento y cuya atención queremos reforzar de cara a los próximos años", han adelantado. También se ha destinado una parte importante a ayudas para vivienda, con un incremento del 50% respecto al año anterior y a suministros básicos de familias necesitadas, que se incrementaron un 25%. El obispo de Córdoba, Jesús Fernández, agradeció la implicación de todos los que trabajan en Cáritas, en especial a los voluntarios, y recordó que la condición de cristiano se sustenta sobre tres pilares que deben existir siempre y que son "la fe, el culto y la caridad", animando a los cristianos a colaborar en las cuestaciones que se han organizado en los próximos días con motivo de la festividad del Corpus Christi. Este año, el lema elegido, en año jubilar es "Mientras haya personas, hay esperanza", una idea que según el obispo tiene que ver con la cercanía de las personas que trabajan en Cáritas y que son la esperanza para atender a las personas que están en situación de pobreza. "No solo existe la pobreza material, también hay pobreza social, cultural, religiosa que debemos atender", ha insistido el obispo, llamando a "trabajar frente a las ideologías que demonizan a personas de distintos cultos y credos y marginan a las minorías étnicas porque eso crea barreras y fragmenta a la sociedad". Las personas interesadas pueden realizar un Bizum al número 33581 o un ingreso en el número de cuenta ES88 0237 4456 4091 5651 3781. Amparo Velasco, voluntaria en San Miguel Para completar la rueda de prensa, Amparo Velasco compartió su testimonio como voluntaria "como respuesta a una llamada del Señor para el servicio de los más necesitados" en una de las 167 Cáritas parroquiales de Córdoba, en su caso, en la iglesia de San Miguel. Según explicó, en esta iglesia colaboran 20 voluntarios y cuentan con dos programas de atención importantes. Uno de ellos para acogida la de personas necesitadas, en el que se realiza inicialmente una entrevista para elaborar un itinerario personalizado con el fin de cubrir las necesidades que pretende y ofrecer acompañamiento, de la mano de dos voluntarios, incluido un programa de formación que facilite la inserción laboral de las personas a las que se atiende. El otro programa se llama Café en familia y va dirigido a las personas mayores del barrio. "Ofrecemos una tarde de compañía, que empieza con un café con bizcochos, un sábado cada quince días, en el que los mayores tienen la oportunidad de charlar, jugar a un bingo muy divertido o cantar en el karaoke". Velasco destacó la implicación de los tres sacerdotes de la parroquia y la implicación de muchas personas que acuden a los domicilios a recoger a los mayores que no pueden valerse por sí mismos para que participen. "Ahora hemos parado por el verano y ya están deseando que empiece de nuevo el programa", aseguró.
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