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  • Billeteras virtuales: una medida del BCRA recorta el rendimiento de los saldos

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    Fecha: 17/06/2025 12:25

    El Banco Central endurece las condiciones para los fondos comunes de inversión en billeteras digitales, reduciendo la rentabilidad que perciben los usuarios por el dinero depositado. Las fintech alertan sobre el impacto negativo y acusan falta de apoyo regulatorio. Una nueva disposición del Banco Central de la República Argentina (BCRA) promete alterar el ecosistema de billeteras virtuales. Se trata de una suba en los encajes obligatorios para los fondos comunes de inversión (FCI) que utilizan estas plataformas para rentabilizar el dinero que los usuarios mantienen en sus cuentas. La medida, que aún no tiene fecha de implementación, apunta a reducir el costo del crédito bancario, pero tendrá como efecto colateral una caída en el rendimiento para los usuarios de apps como Mercado Pago, Ualá, Personal Pay y otras. Los FCI son el corazón financiero de las billeteras virtuales no bancarias: permiten ofrecer una tasa de interés sobre los saldos en cuenta, convirtiendo el simple “guardar plata” en una herramienta contra la inflación. Según un relevamiento de Taquion, el 41% de los usuarios adopta estas plataformas precisamente por ese rendimiento. Actualmente, las tasas ofrecidas rondan el 28% anual, por debajo del rendimiento de un plazo fijo bancario tradicional (hoy cerca del 33%), pero con la ventaja de liquidez inmediata. Sin embargo, la suba de encajes —es decir, el porcentaje del capital que no puede invertirse y debe inmovilizarse sin interés— obligará a reducir aún más esa rentabilidad. Según fuentes del sector, varias billeteras están reformulando la composición de sus FCI, orientándose hacia instrumentos de mayor riesgo y mayor rendimiento, como las LECAP del propio BCRA o bonos soberanos. El objetivo es compensar la pérdida causada por los encajes, aunque esto implica un riesgo adicional: “En algún momento, ese mayor riesgo puede traducirse en rendimiento negativo. Y cuando pasa, los reclamos llegan directo al cliente”, confesó el ejecutivo de una billetera líder. Además, ejecutivos del sector estiman que el recorte en el rendimiento podría rondar los tres puntos porcentuales. Esto se suma a las comisiones que ya cobran tanto la gerenciadora del fondo como la billetera (1,5% cada una), lo que podría empujar a algunas plataformas a operar “a pérdida” o sin ganancias. Mercado Pago, anticipándose al escenario, tomó una decisión estratégica: dejar de utilizar al BIND como administrador de su FCI y pasar esa tarea a su propia gerenciadora, Mercado Fondos, lo que le da mayor control y flexibilidad para responder al nuevo entorno. Ualá hizo algo similar mediante su sociedad de Bolsa, Ualintec. Un clima regulatorio adverso Desde el sector fintech hay críticas abiertas hacia el BCRA. “En un año y medio no hubo una sola medida que nos favorezca”, apuntó una fuente del ecosistema de pagos. Además de la medida sobre los encajes, también hubo cambios que afectaron a las tarjetas prepagas, único medio de pago que las fintech pueden ofrecer de forma regulada. Hasta hace poco, estas tarjetas funcionaban bajo el riel de crédito, lo que les permitía tiempos de acreditación extendidos (18 días) y comisiones del 1,8%. Con el cambio del BCRA, se las pasó al régimen de débito, reduciendo las comisiones al 0,8% y acortando el tiempo de liquidación a 24 horas, lo que golpeó fuerte la rentabilidad del modelo. Otra dificultad es la falta de herramientas para recuperar cuotas de préstamos otorgados por fintech. La baja del DEBIN recurrente —equivalente al débito automático bancario— dejó a muchas empresas sin forma automática de cobrar. “Transferencias Pull no es lo mismo. Solo Mercado Pago tiene homologado el DEBIN recurrente”, advirtió un empresario del sector. Segmentación: la esperanza (y la tensión) Frente a este escenario, un proyecto que genera expectativa es la “segmentación” de los Proveedores de Servicios de Pago (PSP), que permitiría a las billeteras escalar sus servicios de acuerdo a su tamaño, solidez técnica y base de usuarios. El modelo busca crear niveles intermedios entre una simple billetera y un banco, otorgando gradualmente mayores permisos operativos sin requerir una licencia bancaria completa. Este proceso —que ya recorrieron actores como Ualá y que inició Mercado Pago— permitiría, por ejemplo, ofrecer acreditación de sueldos o cuentas en dólares. Pero genera suspicacias: “Las reuniones para avanzar con la segmentación son cerradas y sólo participan un puñado de billeteras”, señaló un ejecutivo de una firma que quedó fuera de la mesa chica. En total, existen 187 empresas registradas como PSP ante el BCRA. Muchas de ellas temen quedar relegadas o directamente fuera del mapa si no se aprueba un sistema de segmentación justo, que equilibre la cancha frente a los grandes jugadores que hoy ya operan con sociedades de bolsa, gerenciadoras propias y músculo financiero.

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