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Concepcion del Uruguay » La Calle
Fecha: 16/06/2025 23:25
Por Manuel Iconicoff. En el rincón sudeste de la ciudad, el sonido de una pelota de tenis picando se mezcla con risas, charlas, mates y anécdotas. Es el universo que creó Franco Dellavedoba con su escuela FD Tenis que funciona en el Club de Suboficiales, un proyecto que nació del amor por el deporte y creció con el empuje de la familia. Desde sus comienzos enseñando en clubes de la ciudad hasta la concreción de su propio espacio, Franco nunca perdió de vista el verdadero objetivo: que el tenis sea una herramienta para enseñar, compartir y disfrutar. Junto a su hermano Guido y su pareja Gaby, Franco construyó mucho más que una academia. FD Tenis es un punto de encuentro, una comunidad que reúne a chicos, adultos, familias y amigos en torno a una misma pasión. Con grupos de competencia, torneos internos y una fuerte apuesta a la vida de club, esta escuela se consolida como un espacio donde aprender técnica, pero también valores. En esta entrevista con La Calle, Franco repasa su recorrido, el presente del tenis en la ciudad y los sueños que siguen guiando este camino compartido. ¿Hace cuánto tiempo que venís dando clases de tenis? – Doy clases desde el 2009, siempre trabajando para alguna que otra institución, arranqué en Rocamora, seguí en Gimnasia y luego en Itapé. Cuando Itapé cerró sus puertas, arrancamos con esta odisea de formar nuestra propia academia, nuestra propia escuela de tenis allá por el 2021 con todos los alumnos que nos fueron siguiendo durante todos estos años y tratando de sumar nuevos. FD Tenis hoy se ha hecho conocida en toda la ciudad. Empezamos alquilando cancha en el complejo de Gastón Leal y Daniel Leal para luego en el 2023 abrir nuestro propio espacio físico en el Club de suboficiales. ¿Cómo es la actualidad de la Escuela? -Hoy contamos con una escuela con muchísimos nenes, estamos muy contentos de la cantidad de chicos que tenemos. Gracias a que estamos en un club, los chicos pudieron generar su propia identidad con el lugar; me refiero a que pueden ir en bicicleta, quedarse a merendar en el club, pueden hacer su vida de club que tanto nos gusta a nosotros. Después de la pandemia volvimos a tener un grupo de competencia, donde hoy en día tenemos cargados al sistema de la Federación Entrerriana de Tenis unos 16 chicos que para el presente de la ciudad es bastante. Tenemos nenes como Mateo Fernández y Emilia Dellavedoba que están compitiendo a nivel nacional obteniendo buenos resultados. En paralelo tenemos una escuela con muchos adultos, tanto mujeres como varones donde se ha generado algo muy interesante en el plano social. Estamos organizando muchos torneos, tanto internos como abiertos, donde cada torneo se ha visto un incremento del número de inscriptos y eso significa que hay buena organización. – ¿Cuál fue tu motivación para dedicarte a enseñar tenis? – Desde chiquito tuve la vocación de enseñar, desde que iba a la secundaria yo sabía que mi futuro era el poder enseñar. Tuve la oportunidad de enseñar algunos años básquet mientras estaba en el profesorado de Educación Física, pero mi profesor Carlitos Carrión me llevó a poder enseñar tenis y fue lo que me encantó. Me sedujo mucho y la verdad que hoy en día disfruto mucho la enseñanza del tenis y la vida de club. En mi familia nos criamos en el ámbito deportivo, mi viejo fue el que nos hizo mamar el deporte de chiquito y bueno, hoy en día disfrutamos mucho la vida de club. Nos pone felices cuando hacemos actividades o torneos y la familia entera pasa el fin de semana a nuestro club. Y no es solamente que van a la clase y se van, sino es que pasan más horas en el club y eso la verdad que nos motiva para seguir adelante, para seguir creciendo. Nuestro principal objetivo desde que empezamos la escuela de tenis, es llevar la familia al club, que la familia se comprometa con la escuela de tenis y pueda disfrutar de la actividad, no solamente del tenis, sino también fuera de la cancha, en el ámbito social. -¿Cómo es trabajar con chicos y adultos a la vez? – Trabajar con chicos y con adultos a la vez nos requiere mucha concentración, sobre todo para mí, porque a raíz del trabajar muchas horas, uno tiene que andar cambiando el chip, la forma de tratar, la forma de dirigirse hacia diferentes personas. El chico tiene un objetivo, el adulto tiene otro y nosotros tenemos que volcarnos hacia el objetivo que tiene el alumno. Todo el tiempo tenemos que estar cambiando nuestro chip, nuestra forma de hablar, nuestro método de enseñanza es diferente con un chico que con un adulto. Siempre nuestro objetivo es que el alumno que venga a nuestra escuela de tenis aprenda muy bien la técnica, entonces por ahí en eso no varía mucho pero sí en el trato, en el ritmo. Es un ritmo diferente una clase de nenes que una clase de competencia y una clase de adulto. ¿Cómo se distribuyen para todas las clases? – Somos tres profesores los que hoy en día estamos trabajando. Guido, mi hermano, trabaja conmigo en lo que es escuelita para niños. Estamos juntos enseñando. Y está Gaby, mi pareja, que la verdad que me da una mano grande con el tema adultos. -¿Qué significa trabajar en familia? – Es lindo. A nosotros nos ha unido mucho. Tanto con mi mujer y mi hija, como con mi hermano y mi papá, nos ha unido mucho y la verdad que eso nos pone muy felices. El trabajo nos ha hecho de que tengamos más diálogo, que nos podamos unir más como familia y que tengamos todos un mismo objetivo. Vivimos mucho el deporte, lo sentimos tanto y buscamos todo el día poder crecer un poquito más entonces la verdad que eso está buenísimo. -¿Qué perfil tienen hoy los alumnos que llegan a FD? ¿Vienen a competir, a divertirse, a aprender desde cero? – En lo que respecta a los chicos, creo yo que el objetivo de los padres que mandan a los chicos es aprender a jugar bien al tenis. Ese es el principal objetivo. Obviamente la parte social es importante, pero creemos que confían en nosotros por la enseñanza de la técnica, por cómo es el diálogo entre profesor y alumno. Yo creo que la enseñanza del tenis es el todo, tanto dentro como fuera de la cancha. Nosotros creemos como profe que pudimos generar que el alumno tenga una identidad con el lugar que pertenece. Y eso nos pone felices porque ellos quieren volver al club. Y eso la verdad que nos alienta para seguir. Y en cuanto a los adultos cada uno tiene su objetivo. Hay adultos que buscan una actividad física, hay adultos que buscan mejorar todo el tiempo su tenis y hay quienes toman clases para desconectarse un poco de su trabajo. Entonces nosotros nos tenemos que centrar en el objetivo de cada persona y de lo que desea con el tenis y tratamos de hacerlo lo mejor posible – ¿Cuál es el presente del tenis en Concepción del Uruguay? ¿Consideras que creció? – Estamos viviendo un momento re lindo en el tenis, donde todos los clubes y todos los profesores tenemos mucho trabajo. Hacía muchos años que no se vivía esto. Yo desde estoy de dar clases que no pasaba esto de ver tanta gente practicándolo. Y la verdad que en ese sentido nos pone contentos a mí y a mis colegas, ¿no? Que todos tengamos trabajo y que la gente juegue mucho tenis. Sobre todo porque es un deporte lindo donde no hay contacto físico, donde la gente puede jugar o practicar este deporte hasta cualquier edad y todo eso nos motiva aún más de poder seguir creciendo, obviamente todo tiene su techo, todo tiene su límite pero bueno, buscamos seguir anexando cosas todo el tiempo. -¿Qué soñás para el futuro de la academia? ¿Tenés proyectos o nuevos objetivos? – Tratamos de, mes a mes, ir poniéndonos objetivos cortos, ya sea ir mejorando la infraestructura del club, de las tres canchas, ya sea alambrados, mantener el orden, de ir buscándole la vuelta para mejorar todo el tiempo algo, de que el alumno sienta que nos estamos preocupando por ellos y que queremos lo mejor. Ese es nuestro principal objetivo. Creemos que nosotros mejorando día a día vamos a atraer más gente y la gente se va a sentir conforme y contenta con el lugar. Ese es nuestro primer objetivo.
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