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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 16/06/2025 21:54
El barrio La Bianca, ubicado al noroeste de Concordia, cuenta desde hace décadas con una infraestructura sanitaria que alguna vez fue pensada para dar respuesta a una de las necesidades básicas de la comunidad: el tratamiento de líquidos cloacales. Sin embargo, esa planta dejó de funcionar hace más de diez años, y su deterioro es tal que hoy ni siquiera los camiones atmosféricos pueden acceder al predio. La situación fue confirmada por William Sosa, gerente de Operaciones del Ente Descentralizado de Obras Sanitarias (EDOS), quien en diálogo con Despertar Entrerriano reconoció que el sistema está completamente colapsado. “Esa planta está sin funcionamiento desde hace más de una década, incluso desde hace más de tres gestiones atrás”, indicó. “En este momento no se puede ni siquiera ingresar con un camión desobstructor o atmosférico. Se necesitaría un proceso de saneamiento ambiental, pero el lugar está obstruido por construcciones que se han levantado con el tiempo en el ingreso al predio”. Según explicó Sosa, en su momento la planta estaba pensada para tratar los efluentes cloacales del barrio La Bianca, que es notoriamente cada vez más habitada. La ausencia de esta infraestructura deja expuesta no solo una situación de abandono, sino también el crecimiento desordenado de la periferia urbana de Concordia, donde en muchos sectores las conexiones al sistema de cloacas son mínimas, precarias o directamente inexistentes, según reclamos de los propios vecinos.. A pesar de que en discursos oficiales se suele hablar de una “cloaca central que abastece a toda la ciudad”, lo cierto es que en Concordia nunca existió un sistema integral de tratamiento de efluentes cloacales. “No hay un tratamiento real en la ciudad”, admitió el funcionario de EDOS. “Existen situaciones puntuales, pero no hay una política estructural de saneamiento”. Un problema sanitario y ambiental silencioso La falta de tratamiento adecuado de los líquidos cloacales no solo implica una omisión técnica: es un riesgo sanitario concreto. La descomposición de los residuos orgánicos sin control, en áreas cercanas a viviendas, contamina napas freáticas, produce malos olores y contribuye al desarrollo de focos infecciosos. Además, el cierre de esta planta coincidió con un fenómeno de expansión urbana sin planificación, lo que agravó la imposibilidad de recuperarla. “La gente construyó en los accesos, y eso también dificulta muchísimo cualquier posibilidad de ingreso con maquinaria pesada o camiones. Hoy está completamente bloqueado”, explicó Sosa. En este contexto, el problema trasciende el caso de La Bianca. Concordia también padece un déficit histórico en el acceso a cloacas –según el Censo 2022, apenas el 47% de los hogares está conectado al sistema–. El sistema, como reconocen las propias autoridades, no cumple su función esencial: proteger la salud pública y preservar el ambiente. ¿Qué se necesita para revertir la situación? Desde el EDOS reconocen que recuperar el predio implicaría una intervención ambiental profunda y una reestructuración del ingreso. Pero también advierten que sin una decisión política de largo plazo, que encare con seriedad la construcción de una planta de tratamiento moderna. El caso de La Bianca es, entonces, un reflejo claro del estado actual de la infraestructura sanitaria en Concordia. Una planta inactiva, un barrio sin tratamiento cloacal. Y una urgencia que, con cada lluvia, con cada verano, con cada pozo rebalsado, vuelve a poner en evidencia lo que no se ve pero contamina: la desidia crónica del saneamiento urbano. Fuente: Despertar Entrerriano
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