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» Elterritorio
Fecha: 16/06/2025 19:15
Tras el juicio al músico por el siniestro vial ocurrido en 2019, una de las víctimas que sobrevivió y declaró como testigo se refiere al veredicto con "gusto a poco para lograr concientizar" lunes 16 de junio de 2025 | 9:14hs. La semana pasada el Juzgado Correccional y de Menores Uno de Posadas condenó al músico, Andrés González, con una pena de tres años de prisión en suspenso y diez años de inhabilitación para conducir cualquier vehículo, por ser hallado penalmente responsable de doble homicidio culposo y lesiones graves -tres hechos- producto del siniestro vial ocurrido sobre la ruta 12 a la altura de Gobernador Roca el 5 marzo de 2019, durante un viaje que realizaba con amigos y su pareja para conocer las Cataratas de Iguazú. Con el fallo, a cargo del tribunal unipersonal representado por la jueza Marcela Leiva, se acreditó que González era el conductor del Ford Fiesta que colisionó y produjo las muertes de su pareja Melina Tamara Sosa Labandera (25) y la turista mendocina Melisa Caram (27), además de provocar las lesiones graves de Facundo Chemes, Samir Daou -también iban en el Ford Fiesta- y del menor de los ocupantes de la camioneta con la que colisionó. En diálogo con Radioactiva 100.7, Facundo Chemes expresó su postura sobre la condena a González. Chemes manifestó: “tengo mucha tranquilidad nunca cambie mi versión de la historia, como sí lo hizo el ya condenado, que termina diciendo ante la justicia que no se acuerda de nada, y después a los medios les dice que conoció a los chicos ese día”. El entrevistado también criticó la actitud de González tras el juicio, señalando que “él solo pide poder seguir cantando, nunca pensó en los otros víctimas del siniestro”. Uno de los casos más emblemáticos es el de Samir, un profesor de educación física que, tras el accidente, no puede ejercer su profesión ni siquiera caminar bien. Samir depende de cuidados especiales, lo que evidencia la gravedad de las consecuencias del incidente y el daño irreversible causado. Facundo Chemes concluyó su intervención con una reflexión crítica sobre la condena: “La condena deja un gusto a poco, no es suficiente para concientizar en la sociedad que es grave manejar de manera imprudente”.
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