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Gualeguay » Debate Pregon
Fecha: 15/06/2025 08:30
“Hoy, mi recuerdo es tuyo igual que mi corazón” “...y, mágicamente se vuelve a abrir mi caja de recuerdos, de aquellos que pasan por mi mente como si fuera hoy. Amo ésta foto, sobre todo, porque sé que fue tomada por mi madre, tu compañera Papá, la que fue el amor de tu vida, y eso es literal, nadie nunca volvió a ocupar su lugar. Recuerdo tu mirada dulce, por momentos triste, y a veces inquisidora, cuando hacía algo mal, no era necesario nada más, con eso bastaba para saber que me había equivocado. Tus manos torpes, queriendo hacer el moño más hermoso para mí guardapolvo, o esa trenza, para que ningún cabello se revelara en mi melena, tarea casi imposible, por cierto. Imposible olvidar tu dulzura al arroparme cada noche y aquellos cuentos fantasiosos que siempre terminaban con un “colorín colorado” feliz. Agradezco todos los “sí”, pero más agradezco los “no”, ya que ellos me enseñaron el camino de la responsabilidad y el esmero. Hoy, puedo pensarte de otra manera, no como si te fuiste, sino como si estás, allí, observador, de pocas palabras y con esa contradicción, entre lo que sentías y lo que debías hacer. No quedó nada por decir, sólo algunos te quiero y algunos abrazos. Con el tiempo, logré comprender muchas cosas, y sé que vos también lo hiciste, no era fácil estar en tu lugar. Estarás por siempre en mi corazón, en cada uno de mis días, y, por las noches velarás mi sueño para que ningún monstro de los cuentos pueda hacerme daño. Hoy, mi recuerdo es tuyo igual que mi corazón. ¡FELIZ DÍA PA!!!” Don Juan Carlos Ruza junto a Juani, el hijo de Soledad- Soledad Ruza ------------------------------------------------------------------------------------------------------ Fernando Olguín y Gabriela Russián: padres de 8 hijos “Cada hijo es un don que enriquece y rejuvenece la familia” En la entrevista, Fernando Olguín y Gabriela Russián, un matrimonio de Paraná, comparten aspectos de sus vidas profesionales y personales. Fernando, médico clínico, especialidad en tratamiento del dolor, una especialidad que describe como “muy requerida”. Detalla su trayectoria académica por Córdoba, Rosario y Santa Fe. Por su parte, Gabriela, psicóloga de orientación humanística, relata sus estudios en Paraná, con una carrera marcada por la maternidad de sus ocho hijos. Soledad en brazos de su padre ¿Cómo se conocieron? -Fue en una parroquia en Paraná, en el año 2000. Gabriela fue a donar alimentos para una campaña de Cáritas, y Fernando le abrió la puerta de la secretaría. Ese encuentro fue clave en sus vidas. Fueron novios durante 5 años. Se casaron el 8 de diciembre de 2006, “el Día de la Virgen”. Esta fecha se convierte en un símbolo recurrente en la vida de la familia. Destacan la importancia de su fe católica, que se manifiesta en la dedicación a la iglesia y en los nombres de sus hijas, todos honrando a María. Estuvieron radicados varios años en Ushuaia. La pareja narra su mudanza a Gualeguay motivada por la salud de uno de sus hijos, ya que debían estar cerca de Buenos Aires. Un amigo relacionó al Dr. Olguín con centros médicos de la zona y apenas a unas horas de llegar a Gualeguay ya estaba de guardia. Un médico amigo, el Dr. Franco Warlet, director del hospital de Mansilla, sirvió de nexo. La Dra. Andrea Demarchi (médica del Hospital San Antonio) también ayudó a facilitar su llegada. Estuvieron dos días en una cabaña, luego en otro lugar que ni siquiera recuerdan donde queda, hasta que consiguieron una casa en alquiler un 8 de Diciembre. La mudanza fue “medio improvisado todo”. Los niños deseaban un lugar con patio (algo raro en Ushuaia) y un perro, y el perro también fue encontrado un 8 de diciembre. Sus tareas profesionales en Gualeguay: -Ya en Gualeguay, el Dr. Olguín desempeña su tarea en E24, pero su cargo principal lo desarrolla en el Hospital de la ciudad de Mansilla. Por su parte, Gabriel Russián estudió psicología la UCA sede Paraná, finalizó sus estudios en 2006 y se recibió en 2009. Su enfoque es principalmente la rama humanística, con una “visión integral de la persona, bio socio espiritual”. Su carrera profesional se ha entrelazado con la maternidad y las responsabilidades familiares, dedicando “algunas horitas libres el trabajo”. Desarrolla su profesión en El Portal Salud Historia de Amor y Matrimonio: Inicialmente, ninguno de los dos planeaba tener una familia tan numerosa. Fernando viene de una familia de dos hermanos y, aunque le “parecía aburrido” ser pocos, nunca pensó en “tantos”. Gabriela quería tener tres hijos o cuatro hijos. La realidad superó sus expectativas, lo que interpretan desde su fe: “Nosotros somos personas de fe y entendemos que todos ellos tienen un don que han venido a traer para nosotros, que eso no es irreemplazable.” Tienen 8 hijos; los últimos dos, de un año y medio, son gemelos. Los nombre y las edades de sus niños son: Milagros María (16 años), Juan Bautista (14 años), María Ángeles (12 años), Tomás (10 años), Sofía María José (8 años), Santiago Nicolás (6 años), Fátima María del Rosario (4 años), Agustina María y Elías Gabriel (gemelos de 1 año y 7 meses, los más pequeños). Todas las niñas llevan el nombre de María en honor a la Virgen. Experiencia de la Familia Numerosa: Fernando describe que cuando son muchos chicos y de edades tan seguidas empiezan como se autogestionarse. Se van acompañando entre ellos y ayudando mutuamente ellos, se “estimulan entre ellos” y siempre tienen alguien con quien jugar. Una de las principales ventajas es que la familia numerosa enseña a compartir, y el que no sabe compartir lo termina aprendiendo a la fuerza porque no le queda mucha opción. Los hijos tienen sus peleas, pero a veces los que más se celan son los que más se quieren. Los niños rejuvenecen la familia, lo sabe solamente el que lo vive. Fernando y Gabriela retoman el origen de sus vocaciones religiosas: Fernando comenta que desde joven se “enganchó en campamentos juveniles” en la Parroquia de Luján de Paraná. No había terminado la catequesis de niño, ni estaba confirmado. A los 19 años se confirmó. Su fe se fortaleció en ese ámbito. Por su parte, Gabriela comenta que sus padres la llevaron a la catequesis, pero su camino de fe se intensificó al finalizar la secundaria. Una amiga la invitó a hacer “alianza de amor con la Virgen de Schoenstatt”. En ese camino conoció a Fernando. Ambos coinciden en que la fe es un pilar central en la educación de sus hijos: “nosotros les enseñamos. Este es un lugar donde uno bebe, donde uno se nutre.” Los hijos participan de la misma fe, aunque “ellos tomarán su camino” y deberán “tener las herramientas” para enfrentar realidades diferentes en el mundo. Una conclusión plena de amor y comprensión: Ambos resumen: “A pesar de los desafíos y el cansancio de una familia numerosa sin apoyo familiar cercano, enfatizan la alegría, el crecimiento y la autogestión de sus hijos, quienes se estimulan mutuamente y aprenden a compartir, considerando que cada hijo es un don que enriquece y rejuvenece la familia.”
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