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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 15/06/2025 00:38
Sebastián Campanario alerta sobre los riesgos de las pantallas, que impactan la capacidad de atención, memoria y los niveles globales de inteligencia En un nuevo episodio de La Fórmula Podcast, el economista, periodista y divulgador Sebastián Campanario analizó los riesgos del uso desmedido de pantallas, que impactan en la capacidad de atención, la memoria y los niveles globales de inteligencia. Además, destacó cómo la meditación diaria puede ser clave para manejar la ansiedad, advirtió sobre el costo económico del mal descanso y reflexionó sobre el efecto de la soledad. El episodio completo ya está disponible en Spotify y YouTube. Sebastián es licenciado en Economía de la UBA y estudió Periodismo en TEA. Es columnista del diario La Nación, autor de varios libros, entre los que se destaca PROXI +50: 50 ideas para tus próximos 50 años. Además, es miembro de la Aceleradora TED x Rio de la Plata, recibió el Premio Konex de Oro en divulgación en 2017 y participa activamente en competencias de speedcubing junto a su hijo El uso desmedido de pantallas está vinculado con un “efecto Flynn negativo”, afectando la cognición y reduciendo la inteligencia global, según Sebastián Campanario (Imagen Ilustrativa Infobae) — En una nota reciente sobre 10 claves para el bienestar hablás de meditación, sueño, soledad y entre otros temas. ¿Cuál creés que es la prioridad? — Hay un montón, si te tengo que mencionar uno yo creo que hoy es bajar el tiempo de exposición a las pantallas. Yo armo el cubo Rubik, entreno todos los días con eso, hago meditación todos los días, por lo menos una hora por día, y si me hubiera dicho esto a mí mismo hace 5 años hubiera tenido la reacción de decir: “Ni a palos tengo una hora más en el día para dedicar a eso”, entonces cuando viene esa reacción, inmediatamente me pregunto: “¿Cuánto tiempo del día estás mirando el celu?” Y uno cuando no sabe cuánto tiempo, cree que lo mira dos o tres horas y es mentira. Estamos a cinco o seis horas, según los datos de la aplicación que te mide el tiempo. Pero esa es la cantidad en promedio que estamos. Si bien usamos para trabajar WhatsApp, eso lo podés liquidar en no más de una hora por día, el resto es algo que realmente podés prescindir y es tiempo que podes ganar para hacer deporte, meditar, entrenar el cerebro, tenés tiempo de sobra para eso, además de lo mal que te hace al sueño y lo que te deteriora la memoria y el foco, etc. Entonces creo que esa es la batalla. El impacto negativo de las pantallas sobre la memoria y el enfoque está siendo confirmado por estudios, advierte Sebastián Campanario (Imagen Ilustrativa Infobae) — ¿Qué impacto real están teniendo las pantallas en nuestras capacidades cognitivas? — Hay un concepto que es el “efecto Flynn negativo”. Flynn era un cientista norteamericano del siglo XX que lo que hizo fue ver cómo en los últimos 200 años la inteligencia en promedio de la población en todos los países del mundo había aumentado, el coeficiente mental, y eso sucedió porque mejoró la nutrición, por la escolaridad obligatoria, por los sistemas de salud, eso hizo que naturalmente la inteligencia promedio de la gente subiera. Pasó que en el año 2000 eso se empieza a estancar, y se estanca en el 2012, casualmente es cuando explota el uso de smartphones y ahí empieza a bajar lentamente, y ahora se vio que empezó a bajar todavía más el último año con IA, con el uso masivo de chat GPT, entonces realmente nos estamos volviendo menos inteligentes. ¿Qué significa eso? que tenemos menos foco, menos atención, menos memoria, hay un montón de dimensiones cognitivas que están empeorando con el uso masivo de pantallas y que empeoran todavía más con el uso masivo de inteligencia artificial. Con el tema de inteligencia artificial todavía los estudios son cortitos porque chat GPT sale hace dos años, se masifica en el último año, pero lo que está apareciendo va para ese lado y es realmente muy preocupante, entonces tu capacidad de foco bajó a la mitad en los últimos 10 años, eso lo dicen todas las plataformas. El uso desmedido de pantallas está vinculado con un “efecto Flynn negativo”, afectando la cognición y reduciendo la inteligencia global (Imagen Ilustrativa Infobae) — Esa pérdida de cognición, ¿tiene que ver con un déficit de atención? ¿Sentís que viene de eso o hay algo más? — Hay varias cosas pero están todas relacionadas. La atención es todo, dónde ponés la atención hace que te sientas triste, contento, que le dediques tiempo a algo, a una relación, etc. Entonces si querés ese es el paraguas más genérico, pero perdés memoria, por ejemplo. La memoria también es todo, tu memoria es clave por ejemplo para tu proceso creativo. Si hoy lees un libro y mañana te lo olvidas, no podés relacionar eso que leíste con otra cosa para que te salga una nota, para imaginarte las preguntas que estamos haciendo ahora, etc. Son piezas muy fundamentales de la cognición que están siendo atacadas por este conjunto de hábitos nuevos. La meditación diaria puede ayudar a manejar la ansiedad y mejorar el bienestar mental, desarmando emociones rápidamente (Imagen Ilustrativa Infobae) — Mencionabas a la meditación como una práctica tuya diaria. ¿Qué ventajas tiene? — Una de las grandes ventajas que tiene meditar es que desarmas la bronca, la angustia mucho más rápido de lo que lo hacías antes, es inevitable que te dé bronca, que te dé angustia, estás triste, no lo podés evitar, pero sí tenés herramientas para salir más rápido. Hay un libro que recomiendo que se llama “Rasgos alterados” de Daniel Goleman, un psicólogo de Harvard. Es una especie de estudio científico muy estricto de todos los papers, las investigaciones que hay sobre los efectos que tiene realmente meditar, que no es algo nuevo, es algo que se hace desde hace miles de años en India, China, etc., pero hasta ahora no había una evidencia científica que pudiera blanco sobre negro. Entonces, hasta la prepandemia, hace relativamente poco tiempo, para mucha gente era algo medio new age, incluyéndome, yo soy super cientificista y miraba estos temas medio de reojo y lo que hay ahora es mucha evidencia científica. Se han estudiado supermeditadores que son personas que llevan 30, 40 años meditando varias horas por día y cambia completamente la estructura cerebral, en el libro hay estudios sobre supermeditadores que ya están escaneados a nivel cerebral, con métodos muy modernos y precisos y la evidencia es abrumadora. Sebastián Campanario recomienda reducir el tiempo frente a las pantallas y usar ese tiempo para actividades como meditar o entrenar el cerebro (Imagen ilustrativa Infobae) — Esa hora de meditación que hacés, ¿sentís que después cuando salís de eso y empezás tu día normal, la traes de alguna manera? — Sí, totalmente. Yo esa hora la hago partida, no es que estoy una hora entera meditando, tengo muchos amigos, como Pepe Sánchez, por ejemplo, que medita varias horas y él está un par de horas meditando y las cosas que te cuenta que puede llegar a hacer es increíble, pero estás hablando ahí con una persona que hace más de 15 años que medita, pero es otro nivel completamente distinto. Yo lo primero que hago cuando me despierto, que me despierto temprano porque ya estoy grande, a las cinco o seis de la mañana, están todos durmiendo en casa. Antes me quedaba en la cama pensando en las cosas que hacer durante el día, ahora me hice el hábito de levantarme e irme a un lugar y no molestar a nadie y hacer la meditación ahí. Después al mediodía trato de meter otros 20 minutos y a la noche en vez de ver cinco episodios seguidos de una serie que me gusta, lo limitó a un episodio solo y después trato de meditar otros 20 minutos, media hora. Creo que el gran desafío es cómo hacer que te guste hacer eso. Inevitablemente, cuando vos empezás a hacerlo tenés un periodo bastante largo que te sentís un tonto, y tenés que superar esa meseta. Te pasa durante un buen tiempo hasta que vas adquiriendo el hábito y hoy hay una gran puesta en protagonismo de las micromeditaciones que no sirve para nada que vos una vez por año te vayas a un retiro en el sur dos días de silencio y nada más, después el resto de los 365 días como loco superestresado. Lo que se está notando que sirve es: “Me voy a comer al mediodía”, vas solo, sos consciente de lo que estás comiendo, las transiciones, ahora terminamos el podcast, te levantás, vas al baño, ahí se llama grounding que es este pensar en el momento, y eso es un hábito que lo vas adquiriendo. Yo las ventajas que veo es que primero bajás 20 cambios, yo soy muy ansioso, te hablo rápido, entonces eso te lo baja y después permite salir muy rápido de estados mentales muy negativos. Sebastián Campanario destaca que la calidad del sueño influye directamente en la productividad económica y la salud, con implicaciones para el PBI de Argentina (Imagen Ilustrativa Infobae) — Pasemos al tema del sueño. Dormir es algo cotidiano, pero muchas veces no le damos importancia. ¿Cuáles son, para vos, los principales riesgos de dormir mal de forma crónica? — Son un montón. A nivel más macro, el año pasado escribimos un estudio académico con Diego Golombek y Walter Sosa Escudero y algunos investigadores más de la Universidad de San Andrés que se publicó en un journal europeo de salud, calculamos el impacto macroeconómico que tiene dormir mal en la Argentina y nos dio un 1,27% del PBI. O sea, si todos pudiéramos dormir en promedio siete horas por día, que es lo recomendado, en promedio porque cada uno tiene un óptimo de sueño, el PBI de la Argentina sería 1,27% más grande, está en línea con el mismo cálculo para Japón, para Estados Unidos, se hizo para cinco países, nosotros lo hicimos para la Argentina. Entonces, si querés a nivel macro, es fundamental atacar esta agenda porque realmente el impacto es muy grande, cuando te digo que la economía sería más rica es porque por mal sueño somos menos productivos, vivimos menos, nuestra salud empeora, gastamos más en salud, etc., a nivel micro hay correlación entre el mal dormir y prácticamente todas las enfermedades, desde ataques cardiacos, hasta cáncer, Alzheimer, demencia, todo lo que se te ocurra, e inclusive a nivel de expectativa de vida, está comprobado que la gente que duerme bien vive más y mejor que la gente que no duerme bien, esto también descubrimientos relativamente recientes, esta es una literatura que explota en los últimos diez años. También otras de las cosas que se descubrieron en los últimos años es que importa mucho más la calidad de sueño que la cantidad y por eso tenés ahora tan buenos dispositivos para medir eso, pero la gente realmente está durmiendo mal. Hay exponencialidad en el empeoramiento de la calidad de sueño a nivel mundial, la gente hace 50 años dormía 10 horas por día en promedio, y ahora ¿cuánto dormís? Sebastián Campanario recomienda reducir el tiempo frente a las pantallas, incorporar meditación diaria para manejar la ansiedad, mejorar la calidad del sueño y fortalecer los vínculos intermedios para mejorar la salud mental y física — Quiero pasar al tema de la soledad, que siento que sigue siendo un problema subestimado. Aunque sabemos que afecta la salud, no se trata con la misma seriedad que otras indicaciones médicas. ¿Qué pensás sobre esto? — Es un tema que está creciendo un montón. Vos hoy tenés países, que tienen un Ministerio de la Soledad, en Inglaterra, en Japón, hay países que tienen una estructura demográfica muy adulta y que son ricos entonces se pueden dedicar a este tipo de temas, entonces ahí tenés más literatura, más estudios, etc., y coincido con vos que es un tema central que sin duda eso está subestimado. Hay un estudio que yo siempre cito de cómo los vínculos, aún los vínculos intermedios, ni siquiera es que vos necesitas tener un montón de mejores amigos, la gente que te cruzás cuando vas al bar de la esquina o cuando bajás al garaje o lo que sea, esos vínculos intermedios que la pandemia destrozó. Porque por la pandemia nos quedamos con los vínculos muy cercanos, la familia con la que vivís o con los vínculos muy lejanos que es el zoom con 50 desconocidos, pero los intermedios, once vínculos intermedios equivalen en términos de bienestar a dejar de fumar. Entonces si vos construís once vínculos intermedios equivalen en términos de salud a lo bien que te hace dejar de fumar. Después está el famoso estudio de Harvard, que ya lleva 70 u 80 años, en el cual se midieron factores muy específicos de bienestar, varias personas que están en ese estudio hoy tienen 90 y pico de años, aún viven, creo que Kennedy era uno de los que estaba en el estudio original, y ahí lo que descubrió es que por lejos lo que más pesa en términos de salud mental y física es el tema de los vínculos, entonces sin duda es un tema. La soledad es un problema subestimado que afecta gravemente la salud, según Sebastián Campanario, quien resalta su impacto en el bienestar mental y físico (Imagen Ilustrativa Infobae) — El home office también nos quitó el convivir con gente distinta en grupos humanos que no son los que vos elegís. — Sí, yo a veces hablo sobre consejos de innovación personal de reinversión, es lo que yo llamo trabajar con extraterrestres, que es a propósito tratar de trabajar con la gente más distinta posible de vos, que es bastante contraintuitivo porque uno en general tiende a juntarse con la gente más parecida, pero si yo puedo elegir trato a propósito de hacerlo. Tratar de interactuar con la gente culturalmente, a priori más distante, es genial, porque en general la creatividad surge en la interacción con esa diversidad cognitiva. Cuando armas un equipo de profesionales, si toda esa gente hizo el mismo posgrado en negocios, por ejemplo en el Di Tella, en Harvard, en dónde sea, van a pensar muy parecido porque están cortados “con el mismo cuchillo”; en cambio, si vos interactúas con gente cognitivamente muy distinta a vos es más trabajoso, porque tenés que encontrar un lenguaje común, tenés que ponerte de acuerdo en determinadas situaciones, pero el resultado creativo es mucho más grande, y esto no lo digo yo, hay literatura científica que lo respalda y hay libros escritos al respecto. La creatividad y el trabajo en equipo se benefician de la interacción con personas de contextos diferentes, una idea que Sebastián Campanario promueve activamente (Imagen Ilustrativa Infobae) — Hay un término que me gusta mucho y es el de “ensanchar la vida”, no solo alargarla. ¿Qué cosas sentís que enriquecen y profundizan esa experiencia cotidiana? — Hay un libro que se llama “La extinción de la experiencia” que habla justamente cómo la vida y con muchas pantallas nos está volviendo seres mucho más reactivos a experiencias desde los vínculos, al contacto con la naturaleza, con mascotas, etc. Entonces cómo tratar de recuperar eso. Yo te diría que la lucha un poco va por ese lado, sé que es una respuesta medio genérica lo que te digo, no es algo muy específico, pero ser consciente de esa recuperación es mucho más eficiente de lo que vos decís, ensanchar el ancho de banda de la vida, que apostar a vivir más, por eso es difícil y por ahí hay temas de azar, de tu genética, hay temas que ya están medio jugados, pero el ancho de banda sí es una parte de tu decisión que vos podes controlar. Yo siempre cuando hablo del azar y de la suerte siempre cuento que la suerte depende del azar por un lado, que vos no podes controlarlo, porque es el azar y no podés predecirlo, pero hay una parte que sí podés controlar que es cómo interactúas vos con el azar y eso es hacer cosas distintas todo el tiempo, y hacer cosas que vos pensas que no te van a gustar, son las que más te sorprenden, en mi caso con el Rubik fue así. Jamás me había imaginado que podía hacer un cubo y divertirme y ser bueno con eso, y sin embargo lo pude hacer, esto es algo que decía mucho Melina Furman, especialista en educación en general: “Lo que vos pensás que sos bueno está mucho más determinado por temas culturales, por cómo te criaron y en realidad no es así”. Pero para eso vos tenés que ir a ese cuadrante del conocimiento de lo que vos no sabés que no sabés y ahí está, si querés, el ensanchamiento de la vida, y tenés que tener mucha disciplina para eso. Una frase que puse en el ex Twitter, ahora “X” hace un par de años y siempre lo digo en las charlas es que es imposible competir con la gente que se divierte haciendo lo que hace. Esa salió por todos lados, pero es realmente así. Es un privilegio hacer esto también porque hace poco para el Día del Trabajador, el 1° de mayo, salió una encuesta, y la Argentina es el país de América Latina en el cual hay menos gente trabajando de lo que le gusta, solamente el 20% de las personas, la pregunta era si tenías el trabajo de tus sueños: sólo 1 de cada 5 dice que está trabajando en algo que lo llena, que le gusta mucho, con lo cual los que podemos hacer esto tenemos un privilegio, estamos en el 20%, pero cuando logras hacerlo te volvés medio imparable.
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