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» Elterritorio
Fecha: 14/06/2025 08:40
Trabajadora hace 25 años en la Biblioteca Popular Posadas, resaltó el rol cultural de estas instituciones, que son una marca de identidad nacional. Y lamentó la decisión de las autoridades nacionales de atacar la autarquía y el federalismo de la Conabip sábado 14 de junio de 2025 | 3:30hs. Norma Wionczak en la sala de lectura de la centenaria Biblioteca Popular Posadas. Foto: Marcelo Rodríguez Cultivar libros como si de eso dependiese el alimento del mundo, páginas de sembrar cultura en el presente y hacia el futuro. Abrir los textos florecientes de tinta nueva, soleadas ventanas, y cuidar aquellos de portadas envejecidas, pero que tienen mucho por contarnos sobre quiénes somos y cómo llegamos a habitar este día. En esas tareas vitales encuentran su razón de existir las bibliotecas populares, que se hallan atravesadas por las transformaciones y demandas de época, y a la vez, capean la incertidumbre de un estado nacional que busca sacudirse los espacios de pensar y de soñar. En la inauguración de la biblioteca de su pueblo, en 1931, García Lorca leía el discurso que había escrito para la ocasión: Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida. El poeta español no estaba negando la importancia del plato de comida o del dinero, estaba defendiendo el derecho de las gentes al acceso a la cultura y celebrando el nacimiento de una biblioteca pública. “No sólo de pan vive el hombre”. En Posadas se aman los libros Casi un siglo después de aquellas palabras, en una tierra encallada en el artificioso sur global, las bibliotecas siguen en pie, respiran fuerte su magia de difuminar fronteras y conducirnos por paisajes extraños o familiares y por mañanas con los que ordenan del norte que no podemos fantasear. “La promoción de la lectura, el trabajo en permanente vínculo con la comunidad, que los niños puedan descubrir historias, que las personas de todas las edades y de donde vengan puedan encontrar en la biblioteca un oasis, un lugar que los contenga y los reconforte y que los invite a viajar y descubrir mundos desconocidos, eso y mucho más es para mí la biblioteca”, expresó Norma Wionczak, profesora en Historia, bibliotecaria y conservadora de obras en papel, que desde hace 25 años es parte del equipo de la Biblioteca Popular Posadas (BPP), en calle Córdoba 2069, del centro capitalino. En esta entrega de Charlas con El Territorio, la protagonista se refirió a la esencial labor de las bibliotecas populares, al momento que afrontan estas orgullosas instituciones culturales y también se posicionó frente al mito de que hoy ya no se lee. “Los chicos, los jóvenes, los adultos leen y leen mucho, leen libros de papel y leen en las pantallas. La cultura está viva y hay que seguir transmitiendo y rescatando aquellas manifestaciones que conforman nuestra identidad”, aseguró. ¿Cómo llegaste a la BPP? Hace 25 años que trabajo en la Biblioteca Popular Posadas, empecé en el año 2000 sacando fotocopias, uno de los servicios de la Biblioteca, después como ya me había recibido de profesora en Historia empecé a cursar Bibliotecología y me fui formando en la conservación y restauración de documentos. En esos primeros años, en 2003 o 2004 también di clases en la escuela secundaria, pero cuando empecé a trabajar a tiempo completo en la Biblioteca ya este lugar que lo sentía como mi casa pasó a ser mi segunda casa, la verdad es que pasamos mucho tiempo acá con gente maravillosa. Uno de los motores más importantes de mi vida es mi familia. Mi esposo y mis hijos me apoyan en todo lo que emprendo y eso me permite encarar los desafíos laborales con más energía y compromiso. ¿Tu formación docente está presente en tu trabajo en la biblioteca? Sí, la verdad que sí, es lindo enseñar, y en la Biblioteca está presente la cuestión pedagógica y también hago talleres de encuadernación, restauración. En otras provincias la carrera de bibliotecario tiene orientación pedagógica, ya que el profesional trabaja con el docente en las escuelas, por eso es bibliotecario escolar. Igualmente, la Biblioteca Popular Posadas y otras bibliotecas populares en nuestra ciudad y en todo el país también tienen este objetivo de llevar adelante programas y proyectos de trabajo con las infancias, con los jóvenes, con las escuelas, y de alguna manera está esta orientación pedagógica. Tenemos el área de promoción de la lectura en sus diferentes niveles, tanto para niños, adolescentes, adultos. Este trabajo de promoción de la lectura es una característica de las bibliotecas populares y la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), que hoy corre peligro de desaparecer, alienta y subvenciona las iniciativas de promoción de la lectura, o al menos lo hacía hasta ahora y con un presupuesto propio. ¿Las bibliotecas populares trabajan mucho con sus comunidades? Las bibliotecas populares, creo yo que todas, trabajan en relación con su barrio, con su lugar, con sus comunidades. Estuvimos en la Feria del Libro en la Costanera hace unos días y fue una experiencia muy linda, muchas personas se acercaron al rincón de lectura, los chicos jugaron y leyeron. Nuestra biblioteca cumple 112 años, es mucha historia, pero hay personas que todavía no la conocen, y buscamos difundir nuestros servicios, las actividades que hay en la biblioteca, que además de la sala de lectura, y que se pueden asociar para llevar libros a leer a sus casas, hay talleres, cursos, conciertos, ciclos de cine; muchas actividades culturales. Así por ejemplo, tenemos el carrito de los libros para poder llevar la biblioteca a espacios no convencionales, como la plaza, un paseo, un caps. Nuestra ciudad crece, pero tiene todavía esa cosa de pueblo, y hay gente que pasa por la puerta y no sabe que adentro hay una biblioteca. Otras personas se encuentran con que hay una biblioteca y se detienen y entran; eso también es algo maravilloso, que la biblioteca siga sorprendiendo. Y claro que es importante que toda la gente conozca las bibliotecas populares, que se acerque acá o a la biblioteca popular más cercana en su barrio. Perfil Norma Wionczak Docente, bibliotecaria Nació en Colonia Alberdi, Oberá, Misiones, tiene 52 años. Es profesora en Historia, bibliotecaria y conservadora de obras en papel. Recientemente, publicó ‘Correspondencia de Francia al Delegado de Itapúa (1833-1834): transcripción documental’, libro en coautoría con su pareja, el historiador Julio Cantero. Actualmente, trabaja en el ‘Proyecto de conservación, organización y puesta en valor del Archivo Histórico del Hospital de Salud Mental Doctor Ramón Carrillo’. Sus hobbies son encuadernar y restaurar libros, y también transcribir documentos antiguos. Algunas de sus lecturas recomendadas: ‘Cuentos de la revolución’, de Mario Benedetti y otros autores. La obra de Guillermo Kaul Grünwald y German Dras. También ‘Los hijos de la cosecha’, de Gabriela Exilart. ¿Cuál es el rol del bibliotecario? Además de las cuestiones técnicas y administrativas, los bibliotecarios somos mediadores, entre el libro o las tecnologías y el usuario. Y se hace posible una interacción cotidiana. Hace algunos años venían muchos chicos en situación de calle a la biblioteca, tenían entre 5 y 10 años. Hoy tienen 20, 25 años y siguen viniendo, porque ven en la biblioteca un lugar de refugio, también pueden contar sus historias. Ese vínculo que establece la biblioteca con el ciudadano es único y se retroalimenta, porque las personas aportan sus saberes y vivencias. Otro ejemplo es que la mayoría de los libros de la BPP son donaciones, hay bibliotecas personales o familiares que la gente dona y que pasan a formar parte de la biblioteca popular y están accesibles para toda la comunidad. Es un acervo y un vínculo que se construye en comunidad. Brevemente, ¿cuál es la importancia de las bibliotecas populares? Y la verdad es que es importante que haya bibliotecas populares. Las bibliotecas populares tienen la finalidad de dar respuestas a las necesidades de la comunidad donde están insertas. Sabemos que en toda la Argentina hay bibliotecas populares, algunas muy antiguas, la nuestra es centenaria, y otras que están naciendo. Y es importante también remarcar que se trata de una creación única. En otros países hay bibliotecas comunitarias, hay bibliotecas públicas, pero en Argentina es un caso único donde hay bibliotecas populares. Y nacen con esa idea de responder o brindar soluciones de alguna manera a las necesidades de la población donde surgen, por eso cada institución también es única. A más de un siglo y medio de la ley que las crea, ¿es momento de defenderlas? Se toma como fecha de su nacimiento a partir de la ley de Sarmiento en 1870, que crea la Conabip para promover su creación y proteger a las bibliotecas populares. Hoy mediante un decreto del presidente Milei se la degrada a una dirección dentro de la Secretaría de Cultura de la Nación. En principio, se creó a las bibliotecas como acompañamiento a las escuelas y a las trayectorias escolares de los estudiantes. Muchas bibliotecas populares hasta hoy en día tienen apoyo escolar. En este sentido, se da respuesta a una necesidad de la población. Y con el tiempo, estos servicios, estas respuestas se fueron ampliando, diversificando para cubrir nuevas demandas y acompañar los tiempos. Y hoy las bibliotecas populares están siendo muy atacadas, y sus trabajadores también. Y no solamente las bibliotecas sino toda la cultura es atacada. El Instituto Nacional del Teatro, la danza, los institutos de investigación, Juan Domingo Perón y Juan Manuel de Rosas. Desde que comenzó este gobierno, ataca y desbanda la cultura. Y nosotros siempre lo decimos, y lo vamos a decir, las bibliotecas populares no son un gasto, son una inversión. Porque ese niño que hoy viene a leer, mañana va a ser una persona adulta que conozca sus derechos, conozca y sepa discernir entre lo que está bien y lo que está mal. Las bibliotecas populares son puertas de entrada a un mundo mejor. En una biblioteca no solamente se lee… La sala de lectura es muy importante, pero hay un montón de trabajo o de proyectos que también llevan adelante las bibliotecas y que la Conabip apoya mediante la presentación y aprobación de proyectos. Hay programas, por ejemplo, sobre género y diversidad, de promoción de los derechos humanos; derechos del consumidor, donde la persona puede conocer cómo realizar un reclamo; también hay programas del proyecto Tesoro, para rescatar y poner en valor los documentos, diarios, libros de la biblioteca, que son únicos y que se producen en su zona. En nuestra biblioteca trabajamos con este proyecto. Y en otras bibliotecas hay talleres o cursos de guaraní, de lenguas de comunidades originarias de sus regiones, para que no se pierda. Yo te decía que acá tenemos el carrito de libros para que salgan de paseo, en otras bibliotecas hasta tienen un biblioburro, con un burrito que lleva los libros para acercar a la comunidad. A veces la única manera que tiene una persona de acceder a un libro es a través de una biblioteca popular. Las bibliotecas están insertas en una comunidad, y también entran y salen todas las problemáticas que son propias de la región o del país. Entonces nuestras bibliotecas son afectadas por las crisis económicas, por las crisis sociales. Los cambios tecnológicos ¿cómo repercuten en las bibliotecas? La tecnología también trajo cambios y las bibliotecas van incorporando o viendo cómo asimilar estas transformaciones de manera positiva para las comunidades. Hay una biblioteca en 25 de Mayo que creció mucho a través de un programa de información ciudadana. Así, se disponía de un cierto número de computadoras para que la gente pueda realizar gestiones de Anses desde la biblioteca. Y ese programa de información ciudadana abarca no solamente los trámites online, sino también que la gente conozca sus derechos, los derechos de los niños. La tarea de las bibliotecas es muy amplia, y por eso es que cada biblioteca tiene quizás un perfil diferente. ¿Por qué pensás que hoy desde el poder se desprotege a las bibliotecas? Una biblioteca popular es clave porque es un lugar que te hace pensar. Una biblioteca no sólo te acoge, sino que te da las herramientas para que puedas conducirte en la vida con pensamiento crítico. La biblioteca es un lugar de encuentro, de aprendizaje, y un lugar donde vos te podés divertir, te podés distender, podés imaginar. La biblioteca es un mundo donde podemos aprender que los sueños son posibles. Y bueno ¿por qué se ataca a las bibliotecas y a la cultura? Pienso que tiene que ver con que es parte de la identidad de los argentinos. Hay una frase que dice que nadie ama lo que no conoce. Si no conocemos nuestra historia, nuestra identidad y nuestra cultura ¿cómo la vamos a amar y a cuidar? Y así es más sencillo que nos convenzan de que lo nuestro no vale o no tiene importancia. Para el caso de las bibliotecas populares hoy está habiendo un movimiento de lucha para que la Conabip no desaparezca, que no se pierda el federalismo y el presupuesto propio que garantiza el funcionamiento de las bibliotecas en todas las regiones del país.
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