14/06/2025 08:28
14/06/2025 08:27
14/06/2025 08:26
14/06/2025 08:26
14/06/2025 08:25
14/06/2025 08:25
14/06/2025 08:24
14/06/2025 08:24
14/06/2025 08:24
14/06/2025 08:23
Concordia » Saltograndeextra
Fecha: 13/06/2025 16:01
Israel lanzó una ofensiva con bombardeos contra Irán que escaló la tensión en Medio Oriente. La acción fue condenada por gobiernos y organismos internacionales, que alertan sobre el riesgo de una crisis mayor y llaman a una urgente desescalada para evitar un conflicto de graves consecuencias regionales y globales. En un acto de provocación que desnuda la política belicista y unilateral de Tel Aviv, Israel lanzó esta madrugada una serie de ataques aéreos contra Irán, apuntando al programa nuclear de Teherán. Bajo la excusa de un “ataque preventivo”, el gobierno de Benjamin Netanyahu ordenó bombardear áreas residenciales en la capital iraní, causando la muerte de altos comandantes militares, así como de civiles inocentes, incluidos niños, según denunciaron fuentes iraníes. Lejos de buscar una solución diplomática o el diálogo, Israel optó por la escalada, quebrantando normas internacionales y encendiendo una peligrosa mecha en una región ya profundamente convulsionada. La operación se produce en un contexto de creciente tensión en Medio Oriente, pero también de estancamiento en las negociaciones nucleares que podían haber abierto una puerta a la paz. Irán calificó el ataque como una “declaración de guerra” y prometió una respuesta contundente, mientras la comunidad internacional expresó su preocupación por el riesgo de un conflicto de proporciones imprevisibles. El secretario general de la ONU, António Guterres, instó a Israel e Irán a “mostrar la máxima moderación” y condenó “cualquier escalada militar en Medio Oriente”. La Unión Europea, a través de su jefa de diplomacia Kaja Kallas, pidió evitar una mayor escalada y calificó la situación como “peligrosa”. Por otro lado, Rusia calificó los ataques israelíes de “inaceptables” y sostuvo que Irán no había hecho nada para provocarlos. China también expresó profunda preocupación, denunciando cualquier violación a la soberanía y seguridad de Irán, y alertando sobre las graves consecuencias que podría desencadenar esta ofensiva. En contraste, Estados Unidos, aunque aclaró que no participa directamente en la operación, mantuvo una postura ambivalente. El presidente Donald Trump admitió haber sido informado previamente y subrayó que Irán “no puede tener una bomba nuclear”, en un llamado que parecía justificar, aunque veladamente, la acción israelí. Mientras tanto, países vecinos como Jordania e Irak cerraron sus espacios aéreos por precaución ante posibles represalias iraníes. Este nuevo episodio de violencia refleja la histórica política agresiva de Israel, que ha elegido el camino de la fuerza y la intimidación en lugar del respeto a la soberanía y la coexistencia pacífica. La ofensiva no solo amenaza con desatar un conflicto mayor, sino que también pone en riesgo la seguridad global al atacar infraestructuras nucleares, un hecho que incluso el Organismo Internacional de Energía Atómica calificó de “irresponsable” y peligroso. Mientras Tel Aviv cierra embajadas y endurece su postura, el mundo observa con alarma cómo se profundizan las divisiones y aumentan los sufrimientos, especialmente en pueblos que llevan décadas pagando el precio de la política militarista y expansionista de Israel. La escalada no es un acto aislado: es parte de una estrategia persistente que, bajo la fachada de seguridad nacional, perpetúa la violencia y la injusticia en la región.
Ver noticia original
 300 x 300 px.gif)
Examedia © 2024
Desarrollado por