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Parana » Informe Digital
Fecha: 13/06/2025 11:20
Donald Trump fue promotor inmobiliario, luego figura de la televisión y más tarde magnate de las redes sociales. Ahora, también se ha convertido en un peso pesado en el ámbito de las criptomonedas. La mayor parte de su fortuna —unos US$ 3.300 millones sobre un total de US$ 5.500 millones— está en este sector, al que el presidente recurrió para hacer caja y en el que se ha embarcado con entusiasmo para promocionarlo. El último giro ocurrió el mes pasado, cuando Trump Media and Technology Group modificó su estrategia comercial. La empresa había comenzado como una apuesta por las redes sociales con el lanzamiento de Truth Social, diseñado para que Trump tuviera su propia plataforma tras ser excluido de Twitter y Facebook. Sin embargo, Truth Social nunca se consolidó como un negocio relevante: generó alrededor de US$ 4 millones anuales y acumuló pérdidas que superan los US$ 100 millones. A pesar de eso, los inversores se apresuraron a inyectar capital en Trump Media and Technology Group, que comenzó a cotizar en bolsa con una valoración de US$ 5.700 millones. Sin muchos argumentos que respaldaran esa cifra, la empresa anunció recientemente un plan para fortalecer sus finanzas mediante la compra de bitcoin. Unos 50 inversores institucionales aportaron más de US$ 2.000 millones a través de una operación de compra de acciones y deuda, con la intención de que la compañía de Trump pudiera adquirir criptomonedas. Dado que Truth Social es un negocio menor, el nuevo plan transformó radicalmente el perfil de la empresa de Trump: dejó de ser una compañía de redes sociales para convertirse en una jugada directa por el bitcoin. Las acciones del presidente en esa firma están valoradas en US$ 2.400 millones, cerca del 45 % de toda su fortuna. Trump también tiene otras iniciativas relacionadas con las criptomonedas. En 2022, ingresó al sector con tarjetas digitales coleccionables ilustradas con dibujos animados, que se agotaron rápidamente y generaron más de US$ 7 millones al desarrollador, quien necesitaba liquidez. Posteriormente, surgió World Liberty Financial, un proyecto que Trump y sus hijos lanzaron junto a la familia de su socio inmobiliario Steve Witkoff. Ese emprendimiento vendió tokens por US$ 550 millones, de los cuales Trump se quedó aproximadamente con US$ 390 millones (US$ 250 millones netos, después de impuestos). World Liberty también inició un negocio de criptomonedas estables, que sumó alrededor de US$ 60 millones al patrimonio neto de Trump, según estimaciones de Forbes. Después apareció World Liberty Financial, un proyecto que Trump y sus hijos lanzaron junto a la familia de su socio inmobiliario Steve Witkoff. También está la memecoin $TRUMP, que fue presentada pocos días antes de su investidura. Esta criptomoneda le generó a Trump un estimado de US$ 315 millones en comisiones y criptomonedas vinculadas al dólar, es decir, cerca de US$ 200 millones después de impuestos. Además, posee una reserva de tokens valorada en aproximadamente US$ 430 millones. En total, las inversiones del presidente en criptomonedas representan cerca del 60 % de su patrimonio neto actual. No sorprende que Trump haya hecho tantos guiños al mundo cripto. Antes de asumir la presidencia, designó como zar de las criptomonedas al capitalista de riesgo David Sacks, quien tenía importantes inversiones en ese sector. El día de su investidura, nombró a Paul Atkins, un empresario cercano al ámbito cripto, para dirigir la Comisión de Bolsa y Valores (SEC). Durante su gestión, la SEC archivó más de media docena de causas contra empresas vinculadas con criptomonedas. En enero, Trump firmó una orden que destacaba las virtudes de los activos digitales y ordenaba a su gobierno que los promoviera. En marzo, rubricó un decreto para crear una reserva federal de Bitcoin. Mientras tanto, su negocio inmobiliario muestra escasas señales de mejora. La torre de oficinas que tiene en Wall Street parece estar en rojo. Un complejo de tres edificios en San Francisco también enfrenta problemas de deuda. Además, el mercado de Palm Beach, donde el presidente posee propiedades valoradas en casi US$ 500 millones, no ha registrado movimiento en tres años. Eric Trump, quien actualmente dirige el negocio de su padre, insinuó este cambio durante una conferencia sobre criptomonedas en Dubái esta primavera. “Estos activos se han convertido en el complemento perfecto entre sí”, comentó. “Los bienes raíces son ilíquidos. Son difíciles de mover. En realidad, solo son accesibles, al menos a gran escala, para unos pocos. Su ubicación es muy estática. Y de repente, se recurre a las criptomonedas, que son inmediatamente líquidas, fáciles de mover y accesibles para cualquiera. Y uno se da cuenta de que las criptomonedas se convierten en la mayor protección del mundo frente a los activos tangibles”, precisó. Al menos para Donald Trump. *Con información de Forbes US.
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