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Parana » Informe Digital
Fecha: 13/06/2025 01:26
En diálogo con Canal E, el analista Eduardo Martínez delineó un panorama del escenario político y judicial tras la condena a Cristina Fernández, enfatizando el resurgimiento del peronismo como actor central. “Lo que está haciendo Cristina Fernández es referirse al caso de Gustavo Petro”, explicó el entrevistado, en relación con la estrategia jurídica de la expresidenta ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Sin embargo, advirtió que “todo lo que le queda a Cristina fuera es más bien recomendaciones” y no se anticipan resoluciones vinculantes por parte de organismos internacionales. Según Martínez, “Petro no había llegado a la Corte Suprema de su país. Cristina sí. Eso hace que los recursos sean meramente simbólicos”. A pesar de la estrategia legal internacional, consideró que “no moverían el amperímetro” de la situación actual de la expresidenta. Cristina y el reloj político Para el analista, la clave en estos días radica en la búsqueda de tiempo y presión: “Cristina está utilizando este tiempo para observar si lo externo puede influir en un cambio”, apuntó. Además, reveló que existe incluso la posibilidad de que “ni siquiera necesite presentarse en el juzgado, ya que se está considerando la opción de que lo haga desde su propia casa”. Este tiempo, según Martínez, no solo influye en el ámbito judicial, sino también en el político, con un PJ que intenta redefinirse ante el vacío que podría dejar Cristina. El peronismo: entre la conmoción y la mística “Si no fuera una tragedia para el peronismo, diría que sería emocionante para analizar”, manifestó Martínez sobre el impacto de la condena en la interna justicialista. Consideró que el golpe actuó como un reactivador político: “Un peronismo dividido se unió en torno a una misma idea, en una misma tragedia”. Destacó que esta unión no se había observado desde antes de la victoria electoral de Javier Milei y que puede representar una oportunidad si el PJ logra canalizar la mística generada: “Recupera una mística que puede utilizar como un arma electoral”. Kicillof, ¿heredero o figura funcional? Ante el nuevo escenario, aparece la figura de Axel Kicillof. Sin embargo, Martínez sostiene que “no es necesaria ni siquiera la centralidad de Kicillof”, siempre que haya un acuerdo sobre las listas y Cristina se presente como su arquitecta: “Es como si Cristina estuviera, incluso sin que Kicillof deba lidiar con ella en lo cotidiano”. Esto permitiría una campaña cohesiva, libre de tensiones públicas, pero con un liderazgo simbólico que siga movilizando a la base electoral peronista. El dilema del desdoblamiento electoral En relación con un posible cambio en el calendario electoral bonaerense, Martínez fue contundente: “No les convendría cambiar la fecha”, aseguró. Argumentó que el desdoblamiento puede ser ventajoso si se capitaliza el momento emocional que atraviesa el peronismo: “Cuanto más se extienda el tiempo, mayor es la posibilidad de que la mística se diluya”. A pesar de las presiones para unificar elecciones, recordó que “Kicillof ha manifestado que cambiar la fecha no es la prioridad en este momento”, y que incluso con más tiempo no surgiría un candidato con la fuerza de Cristina. Lula, Cristina y la foto que nadie quiere Martínez estableció un paralelismo con el caso del expresidente brasileño Lula da Silva, detenido por una causa menor que sirvió como catalizador político: “La justicia es consciente de que la mística actual, si el tribunal exige su presencia, mantendrá el mismo ímpetu”, advirtió. El temor a una imagen poderosa de Cristina en el banquillo puede influir en las decisiones judiciales, así como en las estrategias del PJ: “Cuanto más se acorten los plazos, más fuerte se presentará el peronismo”.
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