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» Diario Cordoba
Fecha: 12/06/2025 20:00
Estas cifras ponen de manifiesto la difícil situación económica que enfrenta una parte importante de los hogares españoles, así como la limitación en su capacidad de ahorro, el alto riesgo de exclusión financiera y social o las dificultades crecientes para cubrir necesidades básicas y esenciales en el día a día. Mejora el ahorro en España, pero persiste la precariedad Existe un escaso porcentaje de españoles (12%) que puede ahorrar más del 30% de sus ingresos mensuales, mejorando 2 puntos respecto a 2024. Así mismo, uno de cada tres tiene la posibilidad de ahorrar entre el 10% y el 30% de sus ingresos, en la misma línea que años anteriores. Sin embargo, la precariedad continúa para muchos: uno de cada cinco hogares (23%) no puede ahorrar nada, y un significativo 16% depende de ayuda económica externa de personas ajenas al hogar para cubrir sus gastos. La imposibilidad del ahorro se traduce en situaciones de riesgo económico como podrían ser gastos inesperados, y es que uno de cada diez hogares españoles no podría asumir un imprevisto de 1.000 euros, lo que refleja que la clase baja está realmente comprometida financieramente. Por otra parte, el 25% de los hogares españoles no se podría hacer cargo de un gasto inesperado de 5.000 euros, lo que significa que la clase media está también muy cerca de la insolvencia. Más de la mitad del sueldo al alquiler La vivienda sigue siendo un gran desafío. El 20% de los hogares arrendatarios destina más de la mitad de sus ingresos mensuales al alquiler, una carga económica que podría limitar su capacidad para cubrir otras necesidades. Esta situación contrasta con los hogares hipotecados, donde solo el 4,8% destina más de la mitad de sus ingresos al pago de la vivienda. Esta disparidad resalta la vulnerabilidad de los hogares en alquiler y su mayor exposición a la inestabilidad económica. Manuel Sevillano (Atrevia) y Joachim Rolland (Cofidis) / Redacción Una cuarta parte del país es de clase baja o media-baja El informe arroja luz sobre una creciente polarización socioeconómica: El 28% de los españoles es de clase baja o media baja, lo que supone un aumento de casi tres puntos porcentuales respecto a 2024 (25%). El incremento no solo refleja un empeoramiento en la realidad económica de un sector de la población, sino que también explica las dificultades de acceso a vivienda, el ahorro y la fuerte exposición a gastos imprevistos con las que convive un porcentaje alarmante de personas en España. La clase media, aunque se mantiene como el grupo mayoritario con un 46%, muestra señales de estancamiento y contención en su capacidad de mejora. Más arriba se encuentra la clase media alta o alta, que representa el 26% del país e indica que los beneficios de la recuperación económica se concentran en una minoría. El aumento de precios repercute en el consumo El aumento generalizado de los precios ha obligado a los hogares a ajustar sus hábitos de consumo más personales. Un 41% de los españoles ha reducido el gasto en ropa, calzado y artículos individuales, mientras que el 47% ha recortado en ocio fuera del hogar, especialmente en salidas a bares y restaurantes. La contención también afecta al acceso a la cultura y el entretenimiento, con un 28% que ha dejado de asistir a eventos o espectáculos de pago y casi un 10% que ha cancelado suscripciones digitales. Este repliegue del consumo refleja no solo el encarecimiento de la vida cotidiana, sino también el impacto directo que tiene en el bienestar y en la calidad de vida. En cuanto a la situación ante la vivienda, el 43% de los hogares españoles vive en propiedad sin hipoteca. Le sigue la propiedad con hipoteca o préstamo, con un 31%, mientras que el alquiler a precio de mercado representa el 21 %. Impacto de las políticas comerciales de ámbito internacional Las tensiones comerciales y políticas arancelarias de Estados Unidos han modificado el comportamiento de los consumidores españoles. El 21% prioriza productos nacionales frente a la incertidumbre global y subida de precios en sectores afectados por las medidas de Trump. Un 13% ha dejado de consumir marcas estadounidenses, evidenciando cómo las decisiones políticas internacionales afectan directamente el consumo cotidiano. Estilos de vida y consumo sostenible La sostenibilidad se sitúa como una prioridad, aunque con desigualdades. Los españoles adoptan prácticas sostenibles en higiene personal (67%) y alimentación (60%) donde hay más oferta accesible. Sin embargo, el 58% considera difícil aplicarlas en vivienda y energía, y el 70% lo ve inviable en el ámbito financiero, debido a costes, falta de información y complejidad de acceso. La dificultad aumenta entre jóvenes y hogares de clase baja que, pese a su mayor voluntad, tienen menos recursos para consumir sosteniblemente. Esta paradoja subraya que la sostenibilidad no es solo cuestión de conciencia sino de posibilidad real. El reto es garantizar una transición ecológica inclusiva que no agrave las brechas existentes.
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