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» Sin Mordaza
Fecha: 12/06/2025 04:53
Tras conocerse la ratificación de la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos contra Cristina Fernández de Kirchner, Agustín Rossi, un dirigente cercano a la expresidenta, sostuvo que la decisión responde a intereses de grupos de poder que no le perdonan haber promovido una “equitativa” redistribución de la riqueza. Además, afirmó que un futuro gobierno peronista deberá encarar una reforma judicial. “No es un buen día para la democracia argentina, proscribieron a la dirigente política opositora más importante. Los mandantes de la Corte Suprema de Justicia, que es el poder económico hegemónico de la Argentina, la castigan porque cuando ella fue presidenta logró una distribución equitativa de la riqueza, intervino en lo que significa la distribución de la renta en nuestro país. Eso es lo que no le perdonan”, expresó en Cadena Oh! Y agregó: “Por eso decidieron quitarle su libertad en el marco de una causa que tiene una cantidad de irregularidades y que la Corte no tuvo ni siquiera el tiempo necesario como para poder ponerse a analizar alguna de las tantas impugnaciones que se hicieron y que se llevaron adelante. Ese es el escenario triste para la democracia argentina”. Rossi también agradeció a la militancia que se movilizó en respaldo a la exmandataria: “Agradecerle a todos los compañeros y compañeras de la provincia que se movilizaron en distintos lugares: en Rosario, en Santa Fe, en Villa Constitución, en muchos lugares se movilizaron y alentarlos a seguir por este camino, organizarse y militar, que es lo que tenemos que hacer para defender a Cristina”. Sobre el impacto de la movilización popular, destacó: “Cristina tiene una fortaleza enorme. Esto es así. Sin duda que la demostración de afecto y de cariño que recibió ayer por parte de toda la militancia que se movilizó a lo largo y ancho de toda la Argentina y fundamentalmente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la fortalece. Cristina puede estar privada de su libertad, pero va a seguir siendo la presidenta del Partido Justicialista”. Además, enfatizó que no existe impedimento legal para que Fernández de Kirchner continúe liderando el partido: “Nosotros los partidos políticos somos las organizaciones civiles. Y las organizaciones civiles tienen su propio estatuto y no hay nada que le impida a Cristina ser presidenta del Partido Justicialista. Y además nosotros la vamos a ratificar y va a ser la conducción, la conducción real del Partido Justicialista, de eso no tengan dudas”. Respecto a los pasos a seguir, Rossi planteó: “Para mí es mantenerlo vivo a este reclamo, llevarlo en cada pueblo, juntarse con todos aquellos que creen que estamos ante un hecho de verdadera injusticia, conformar mesas temáticas también, hombres y mujeres de la cultura que quieran defender a Cristina, de la ciencia y la tecnología, profesionales universitarios, obviamente el movimiento obrero. Generar una masificación y espacios en donde uno pueda encontrar la posibilidad de seguir defendiendo a Cristina”. Más adelante, redobló la apuesta con un mensaje hacia el futuro: “Ya nos escribieron parte de la plataforma electoral para el año 2027. Si en el 2027 hay un nuevo presidente o presidenta peronista, lo primero que tiene que hacer es poner en libertad a Cristina, devolverle a Cristina lo que la Corte Suprema le robó, que es su libertad. Lo segundo que tiene que hacer es plantear una reforma de la Constitución para reformar este poder judicial. Este poder judicial hay que tirarlo a la basura porque no sirve. En eso de refundar un poder judicial en la Argentina, hay que definir cuál es el mecanismo de selección y terminar con este privilegio decimonónico de que alguien que ingresa a la Justicia con 30 años se puede quedar hasta los 70 siendo juez”. Finalmente, concluyó: “Los jueces no pueden estar más de un período de 4 años, de 5 años y después a trabajar. Hay que generar una renovación permanente del esquema judicial en la Argentina, porque la verdad es que hasta ahora eso ha fracasado. Vemos la existencia de las familias judiciales, que si no son jueces, son fiscales; si no son fiscales, son secretarios, y así sucesivamente. Yo entiendo las buenas intenciones que han tenido los que impulsaron el Consejo de la Magistratura en la reforma del '94, pero la verdad es que no se mejoró el mecanismo de selección y control de los jueces. Al contrario, el poder judicial se hizo más endogámico”. Escucha la nota completa acá.
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