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» Comercio y Justicia
Fecha: 11/06/2025 02:17
Por Javier De Pascuale En mayo de 2025, los costos logísticos mostraron en todo el país una desaceleración significativa, marcando un punto de inflexión tras años de incrementos sostenidos. Según el Índice de Costos de Transporte (ICT) de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), los costos de mover un camión por el país crecieron un 0,81% en mayo, una cifra notablemente inferior al 3,8% de abril y al 8,14% de febrero. Por su parte, el Índice de Costos Logísticos de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol) reportó un aumento del 3,76% en abril, también reflejando una moderación frente a picos históricos como el 28,23% de diciembre de 2023. Esta tendencia, impulsada principalmente por la baja del combustible, genera un alivio para la cadena industrial, de servicios y la distribución en su conjunto, sectores que dependen críticamente de la logística para su operatividad y competitividad. El principal factor detrás de esta desaceleración es la caída del precio del gasoil, que en mayo registró un descenso del 2,1% según Fadeeac, tras dos meses de fuertes alzas (7,99% en marzo y 8,22% en abril). El combustible, que representa entre 35% y 40% de los costos operativos del transporte, acumula un aumento de 53,66% en 2025 hasta abril, pero su moderación reciente alivia la presión sobre las empresas. Otros rubros, como seguros (11,76%), lubricantes (8,29%) y peajes (5,93%), registraron subas en mayo, pero su menor incidencia en el costo total limitó el impacto. Asimismo, el diferimiento de impuestos a los combustibles y la última cuota del acuerdo paritario CCT 40/89 contribuyeron a esta contención. En el acumulado de 2025, los costos logísticos subieron 11,2% según Fadeeac y 10,29% según Cedol (con componente de transporte), cifras que contrastan con el 84,9% interanual de 2024 o el récord de 248% en 2023. Esta desaceleración es una señal positiva para la cadena productiva, ya que los costos logísticos impactan directamente en los precios finales de bienes y servicios. Por ejemplo, en el sector industrial, la reducción de los costos de transporte permite optimizar márgenes en un contexto de recesión, donde la actividad cayó hasta 40% en 2024. Para las empresas de distribución, esta moderación facilita mantener precios competitivos, lo que puede estimular el consumo en un mercado golpeado por la inflación. El sector de servicios también se beneficia. Las empresas de logística, que enfrentan pagos diferidos de hasta 60 días y dificultades en el abastecimiento de insumos como neumáticos y repuestos, encuentran en esta desaceleración un respiro para mejorar su planificación operativa. Según Cedol, los costos sin componente de transporte crecieron 9,53% en 2025, impulsados por rubros como alquileres (3,77%) y energía (2,33%), pero la estabilidad relativa del combustible permite a los operadores logísticos ajustar sus tarifas con menor presión inflacionaria. Sin embargo, los desafíos persisten. La variabilidad del dólar paralelo y los costos asociados a insumos importados siguen siendo un obstáculo, especialmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde los costos de transporte acumulan un 14,46% en 2025, por encima del promedio nacional (11,18%). Además, la caída en la demanda de servicios logísticos limita la capacidad de las empresas para trasladar costos al consumidor final. En conclusión, la desaceleración de los costos logísticos en mayo de 2025 ofrece un alivio crucial para la cadena industrial, de servicios y distribución en Argentina. Si bien la inflación acumulada y los costos ocultos siguen siendo un desafío, la moderación impulsada por el combustible y las políticas de contención tributaria crea un escenario más favorable para la competitividad. En un contexto económico complejo, este freno en los costos logísticos puede ser el primer paso hacia una recuperación más sostenida, siempre que se mantengan las condiciones de estabilidad relativa.
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