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Parana » Informe Digital
Fecha: 10/06/2025 18:20
En el marco del impulso general del Gobierno hacia las importaciones, Argentina recibió en los primeros cuatro meses del año un total de 4717 toneladas por un valor de US$18,7 millones. Esta información, obtenida de la industria frigorífica y a la que accedió LA NACION, indica que dicho volumen provino de Brasil, Paraguay y Uruguay. En el año anterior no se registraron importaciones de este tipo. Según expertos consultados por LA NACION, la compra realizada es mínima y no afecta la producción nacional. Para ponerlo en perspectiva, el consumo total de carne vacuna fue de 761.800 toneladas res con hueso entre enero y abril del año pasado. A pesar del bajo tonelaje, en la actividad señalaron que la operación se llevó a cabo con la intención de reducir los precios de la carne. El frigorífico Swift, parte del grupo brasileño Minerva Foods, fue uno de los importadores, adquiriendo 1200 toneladas mensuales desde febrero de carne enfriada y congelada, dirigida a hamburguesas (con marcas propias) y supermercados. Para hamburguesas, el producto se importó a US$700 por tonelada, siendo más barato que la producción local, y la nalga para milanesa ingresó con un costo inferior de US$1000 la tonelada. Según el reporte, Brasil lideró las exportaciones a Argentina con 3455 toneladas de carne enfriada y congelada por un valor de US$13,9 millones, lo que representó el 73,25% del total adquirido. Paraguay aportó carne congelada con 790 toneladas por US$3,126 millones, mientras que de Uruguay llegaron 473 toneladas por US$1,659 millones. Argentina, que es un importante exportador de esta proteína, colocó el año pasado carne vacuna por un total de US$2972,2 millones, lo que representa un aumento del 8,6% en valor en comparación con 2023. En la industria frigorífica, indicaron que históricamente se ha importado carne, pero mayormente en productos elaborados como hamburguesas. Sin embargo, en este año se optó incluso por cortes. Hay quejas en el sector, ya que, aunque actualmente está bloqueada la posibilidad de enviar carne con hueso a la Patagonia, que es libre de aftosa sin vacunación, desde las regiones al norte, Brasil (reconocido junto a Bolivia como libre de aftosa sin vacunación por la Organización Mundial de Sanidad Animal – OMSA) puede vender su mercadería. Como informó LA NACION, el Gobierno ampliará por 60 días la medida que detuvo, tras el rechazo de gobernadores patagónicos y entidades rurales, la decisión de permitir la entrada de carne con hueso a la Patagonia desde zonas al norte que vacunan contra la enfermedad. Fuentes de la industria aclararon que los importadores de carne vacuna no son solo frigoríficos, sino también operadores sin planta que adquieren en Brasil y se enfocan en la Patagonia. En este contexto, Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), expresó: “Se está importando carne, pero 4700 toneladas son absolutamente despreciables. No tienen ninguna trascendencia económica. Es un dato marginal que manejan unos pocos frigoríficos brasileños que operan en Argentina”. Destacó que esta operatoria se realiza de la misma manera que se importa asado desde Uruguay, aunque las cantidades son bajas en comparación con lo que produce Argentina y lo que exporta al mundo. “Las 4000 toneladas de carne, que en su mayoría es asado, seguramente estarán destinadas a debajo de la barrera, dado que Brasil hoy es libre de aftosa sin vacunación. No tiene significación económica, y no interferirá ni disminuirá los precios, ni la calidad, ni la cantidad de carne que produce Argentina”, aclaró. Por su parte, Belisario Castillo, consignatario de hacienda y exdirector nacional de Producción Animal de la Secretaría de Agricultura, consideró que se trata de una buena medida, sobre todo si se busca bajar los precios de estas proteínas. “Me parece adecuado que se importe asado si esto ayuda a estabilizar los precios del mercado interno; es un cambio de cultura que debemos gestionar desde la cadena de carne vacuna, como ya lo han hecho con aves y cerdos”, resaltó. Añadió que esta decisión subraya la necesidad de devolver competitividad a la cadena cárnica, como ya sucede en Brasil y Uruguay. “Esto no implica ajustar el tipo de cambio, sino eliminar las retenciones residuales a la exportación y reducir otras tasas y contribuciones que gravan el proceso productivo, especialmente en lo que respecta a lo laboral y la logística”, observó. Asimismo, indicó que se debe pasar de una postura defensiva a una ofensiva, utilizando herramientas competitivas que fortalezcan el sector tanto a nivel interno como frente a sus competidores nacionales. LA NACION intentó contactar a Senasa sobre la importación de carne vacuna, pero hasta el momento no se ha recibido respuesta.
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