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» El Ciudadano
Fecha: 09/06/2025 21:46
Juan Aguzzi —Contame como Solano López te convoca para continuar con la parte nunca publicada de El Eternauta –En 2003 gané un concurso iberoamericano de comics en Buenos Aires con cuatro páginas dibujadas sobre la Primera Guerra Mundial, cuyo guion era de Víctor Gaite y uno de los jurados era Francisco Solano López. Era en el Centro Cultural Borges, y en un momento Solano López me mandó a llamar y me dijo que le habían gustado mucho mis dibujos. Después en un festival Leyendas (el anterior al Crack Bang Boom), al que también vino Solano López, cuando lo fui a saludar me dijo que tenía un proyecto para mí, comenzamos a hablar pero llegó alguien y la conversación quedó trunca. Al par de días me llama por teléfono desde Buenos Aires y me dice que me espera en su casa para darme más detalles. Del entusiasmo que tenía, creo que apenas pasaron unos segundos hasta que fui a sacar los pasajes a la terminal. Yo no sabía de qué se trataba, pero que estuviese Solano López era lo mejor que me podía pasar. —¿Qué significaba Solano López para vos? —Era uno de los grandes a los que yo admiraba, estaba al mismo nivel de Alberto o Enrique Breccia, de Horacio Lalia, te podían gustar más o menos sus dibujos, pero su fama era mundial, para mí fue tocar el cielo con las manos… —Vos eras ilustrador, ¿habías hecho historieta antes? —Solo algunas cositas, pero una historieta muy larga nunca había hecho, la primera que hice fue con la que gané ese concurso iberoamericano. Así que me fui directamente a la casa de Solano López, un departamento chiquito, humilde, donde también estaba el editor de historietas Javier Doeyo, que tenía los derechos de El Eternauta y que había publicado mucho, es decir, reeditado todo lo que ya había salido hasta ese momento. Luego los derechos los compró editorial Planeta. Entonces ambos me empiezan a contar cuál era la idea, se trataba de hacer la continuación de El Eternauta 1, de la que yo no conocía la existencia, para mí era algo nuevo, que al año de haberse publicado El Eternauta 1, Oesterheld había escrito su continuación en la revista El Eternauta, en la editorial Pancho Ramírez, de la que él era su director. En ese momento yo publicaba ilustraciones en libros de una editorial inglesa donde se enseñaba inglés en todo el mundo y lo que me proponían era una historieta, donde tenía que sentarme y dibujar y dibujar y donde no había sueldo, porque lo que se ganara iba a ser por venta, así que yo no iba a tener tiempo para dedicarme enteramente a la historieta porque tenía que trabajar en otras cosas, pero igual me encantó hacerla, solo que me llevó más tiempo, el trato que hicimos fue que de la venta obtuviéramos un tercio Solano López, otro los herederos de Oesterheld y el otro para mí; y después otra cosa que me sedujo fue que iban a estar interesados en Italia, donde aman a El Eternauta, e incluso me llamaron cuando se enteraron que lo estaba dibujando ofreciéndome publicarlo allá, en España pasó lo mismo. —¿Habías sido lector de El Eternauta? —Sí, pero también leía mucho D’artagnan, El Tony, había leído el libro de El Eternauta, no había leído los fascículos porque cuando se publicaba en las editoriales Frontera, que sacaba Hora Cero, donde aparecían los fascículos, también leí un libro de El Eternauta publicado por otra editorial (una colección que dirigía Juan Sasturain para Colihue), antes de que apareciera el de Planeta; leí El Eternauta, de Breccia, que era de otro tipo, publicado en la revista Gente, que no fue muy entendido por los lectores porque se apuraron a terminarlo y parece que eso no resultó. —Cuál fue para vos el mejor Eternauta? —Todos, pero por la forma de dibujar, me gusta más el de Alberto Breccia que el de Solano López, pero son solo gustos sobre estilos. De todos modos con Solano López aprendí muchísimo, aprendí sobre las miradas, por ejemplo en la de Juan Salvo, que yo la quería cambiar, quería hacerla como la de Daniel Craig, el actor de James Bond, y cuando Solano López la vio no le gustó nada y me lo señaló porque era una mirada muy fría y tenía razón, porque el que él dibujaba tenía otro tipo de vida. Todo eso me lo marcaba en los bocetos que yo le enviaba, pero nunca me dijo nada de la narrativa, de los grises que usaba; sí me marcó el personaje principal porque yo me había subido a un caballo que ya estaba andando y después me di cuenta que él quería un Eternauta como el que él había dibujado. Ante la desesperación que me agarró por hacer sí o sí El Eternauta, un día lo copié tal cual lo había hecho él y cuando lo vio me dijo: “Carlos, creo que estamos llegando a la perfección”, ahí me di cuenta que quería los personajes tal como él los había hecho, hasta en los mínimos detalles. Después hice unos cambios pero respetando esencialmente su Juan Salvo, manteniendo sus mismos pómulos, la nariz, la distancia entre los ojos, todo lo que él le había puesto —¿Te gustaba El Eternauta como historieta? —Sí, la serie de Netflix la vi en un día, no me pude aguantar, me comí las seis horas de corrido, y el libro también lo leí de ese modo, la primera vez sobre todo, cuando tenía alrededor de veinte años. Me acuerdo que con Savarese, una historieta de Cacho Mandrafina y Robin Wood, me pasó lo mismo, mi vieja me compró el anuario de D’artagnan donde aparecían varios capítulos del pequeño siciliano al que le matan a la familia y me los devoré durante un viaje en tren que hicimos a Buenos Aires. —Cuando te convoca Solano López, ¿los herederos de Oesterheld estaban de acuerdo en que se publicara El Eternauta? —Sí, los dibujos ya los había visto Elsa Oesterheld, porque el editor de Planeta Comics, un mendocino que quería hacer un evento sobre El Eternauta en su provincia, nos convocó a varios dibujantes para ir a la casa de Elsa y yo llevé todo lo que había hecho, se lo mostré y le encantó. —¿Creés que ahora es el momento de que este material vea la luz? —Creo que ahora hay más posibilidades, por el batacazo que pegó la serie, los chicos jóvenes están interesándose por el personaje, todo el mundo además estaba esperando qué iba a hacer Netflix con la historieta, yo incluso tenía mis reparos y me tapó la boca porque quedé súper alucinado con lo que hicieron; Darín haciendo de Juan Salvo, cuando cualquiera podía preguntarse de antemano si iba a funcionar; también estuvo bien todo el bagaje de cuestiones más actuales que incorporaron a la serie, por eso es un momento ideal para publicar esto que hicimos; en la Facultad de Arquitectura donde doy diseño gráfico, en una materia que se llama Tecnología, se da historieta, cine, a mí me encanta esa materia, un día entro al aula y veo varios pibes que estaban leyendo El Eternauta, son pibes sub 25. —Si se publicara mañana, ¿vos ya tenés todo armado? —Sí, es una adaptación de la novela de 84 páginas que está lista. Esta parte cuenta desde el fin de El Eternauta 1, donde Salvo comienza una conversación con Manos, que es un tipo muy sabio, y después Salvo se mete por un túnel del tiempo y cae en la localidad de El Tigre, en la década del 60, yo lo contextualicé todo en esa época a pedido de Solano López y describo toda esa peripecia y las lanchas, las casas, los aviones y al final hay una batalla, que se produce en Nueva York, donde se destruye esta ciudad —Originalmente, ¿esta parte iba a ser una novela gráfica o una historieta? —Iba a ser editado como un libro de 100 páginas, en formato apaisado como el original, en blanco y negro. Hubo algunas cuestiones por si en ese tamaño se perdía algo del dibujo o las aguadas, pero yo me preocupé por hacerlo lo mejor posible, después era tarea del editor publicarlo de manera que no se perdiera nada y fuera en la mejor calidad posible. Igual a través de los años, como fui creciendo en dibujar historietas, tengo otras perspectivas, a veces voy haciendo algunos cambios sobre cosas que ya no me gustan, cambio el encuadre, la cara, tampoco quiero cambiar todo porque sería entonces un laburo hecho ahora y este trabajo tiene su propio valor, lo mejor que tiene es que fue un encargo de Solano López y a él le gustó lo que hice. A lo mejor haría de nuevo las primeras treinta páginas, pero estaríamos esperando otros 20 años más hasta que se publique. —¿Con quién estás conversando ahora para su publicación? —Con el editor de Planeta y él cree que en cualquier momento lo publicamos, incluso lo de la serie es apenas una partecita de todo lo que desarrolla El Eternauta, así que la gente tendrá ganas de ver y leer mucho más. En cuanto a mí, fui casi más reconocido por lo que no se había hecho, es decir la publicación, que por lo que había hecho, los dibujos. Salieron notas en todos lados y yo estaba en medio de una nube de pedos, porque era el dibujante de El Eternauta, en los foros se hablaba mucho de mí, incluso en un viaje a Chile me presentaron como el verdadero continuador. Ahora de algún modo lo estoy reviviendo pero esta vez espero que se dé. Hasta me ofrecieron publicarla cambiando algunas cosas, como una versión libre, pero creo que hay que respetar la voluntad de hacerlo como el original.
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