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» Diario Cordoba
Fecha: 09/06/2025 04:30
Con la llegada del calor, además del uso del aire acondicionado y la búsqueda de piscinas o playas para refrescarse, también comienza la temporada de plagas. Por ello, Sadeco ha intensificado su actividad, especialmente frente al mosquito tigre y las cucarachas, dos de las especies más comunes en la ciudad. Según la empresa municipal de saneamiento, entre mayo y octubre se reciben alrededor de 1.500 avisos, principalmente relacionados con ratas y cucarachas. Elena Giménez, responsable de Control de Plagas en Sadeco, detalla que de esos 1.500 avisos, aproximadamente 900 corresponden a ratas, 500 a cucarachas y el resto a insectos como arañas, abejas o chinches. Aunque estas cifras se han mantenido estables en los últimos años, advierte de que para este 2025 se espera un notable repunte del mosquito tigre, ya en aumento. Este insecto, vector del virus del Nilo, se ve favorecido por los periodos prolongados de lluvia, que generan acumulaciones de agua estancada donde deposita sus larvas. El control del alcantarillado es fundamental para que no surjan plagas. / Manuel Murillo Lucha contra las plagas Para controlar el auge del mosquito tigre, Sadeco adapta sus protocolos durante los meses más calurosos. Se monitorizan arroyos, canalizaciones y zonas con agua estancada para evitar que el mosquito tigre se convierta en un problema de salud pública. Además, en cada punto crítico acuden dos técnicos que limpian y desinfectan la zona. En cuanto a roedores y cucarachas, los trabajos se centran en puntos donde se acumulan residuos, alcantarillado, descampados y parques donde la empresa pública tiene detectada una mayor presencia de estas especies. Actualmente se realizan hasta seis campañas de desratización al año en cada punto, el doble que hace quince años. En el caso de las ratas, además de aplicar los químicos necesarios en cada punto, se revisa también el estado de los cebos rodenticidas y se sustituyen si es necesario. «Si hay una zona en la que, cuando volvemos a pasar, el cebo sigue intacto, significa que el nivel poblacional es muy bajo», explica Giménez. Además, se pone especial atención en los puntos donde se pueden acumular mayor cantidad de materia orgánica. El cambio climático, además, obliga a estar alerta ante nuevas especies y a incorporar nuevos tratamientos Para las cucarachas, el tratamiento se centra especialmente en la red de alcantarillado, donde Sadeco actúa en colaboración con un técnico de Emacsa. Aunque se emplean productos químicos como rodenticidas e insecticidas, Giménez recalca que los productos y los tratamientos se actualizan continuamente. Esto es debido no solo a los cambios normativos, impuestos en la mayoría de ocasiones desde la Unión Europea, sino porque las propias especies desarrollan resistencias, lo que obliga a adaptar los métodos para seguir siendo efectivos. Nuevas especies El mosquito tigre es una de las especies con las que se trabaja recientemente debido al impacto del cambio climático: «Vendrán muchas más especies nuevas», advierte Giménez. Por eso, la empresa pública mantiene una colaboración constante con otras provincias para anticiparse a nuevas plagas. Se revisan parques, alcantarillas y descampados para luchar contra las plagas Como ejemplo, menciona que en Málaga ya se han detectado varios casos de chinches. Aunque en Córdoba su presencia aún es residual (solo dos casos en 2024), Sadeco ya está estudiando la situación y preparándose por si llegan a la ciudad. Operarios de Sadeco actúan sobre una alcantarilla. / Manuel Murillo Otro factor que influye en la proliferación de plagas es el crecimiento y desarrollo urbano. El aumento del tamaño de las ciudades, en el caso de Córdoba en la zona de la Huerta de Santa Isabel o el creciente número de urbanizaciones en la sierra, no solo requiere un mayor despliegue de medios, sino que también facilita la aparición de animales en zonas urbanas. Giménez destaca, por ejemplo, el aumento de avistamientos de jabalíes tanto en Córdoba como en otras partes del país, atraídos por restos de materia orgánica en espacios públicos. También recuerda que el cambio climático juega su papel en este aspecto, ya que la falta de recursos en el campo obliga a estos animales, en muchas ocasiones, a buscar recursos a entornos donde no solían hacerlo, entre ellos el urbano. Datos, avisos y colaboración Además de las actuaciones directas, Sadeco realiza un análisis continuo de datos. «Nos permite saber dónde debemos reforzar la intervención y evaluar si los tratamientos están funcionando», explica Giménez. En este sentido, destaca la importancia de la colaboración ciudadana. Los avisos, aunque no siguen un patrón horario, ayudan a detectar focos y actuar rápidamente. A través de la aplicación SERO, cualquier ciudadano puede notificar avistamientos indicando la hora, el lugar y la especie. Esa información llega directamente a Sadeco, lo que facilita una respuesta ágil. Esta herramienta también se emplea en el caso de colonias felinas o palomas. Los avistamientos de jabalíes en zonas urbanas son cada vez más frecuentes en toda España Con cada aviso, la empresa realiza un diagnóstico de la situación para determinar el motivo de la presencia del animal y actuar en consecuencia si es necesario. Por último, Sadeco recuerda que su ámbito de actuación se limita a la vía pública. Sin embargo, los problemas que se originan en espacios privados pueden trasladarse fácilmente al exterior. Por ello, la empresa también ofrece asesoramiento y orientación a los ciudadanos para prevenir y controlar plagas en el ámbito doméstico. Suscríbete para seguir leyendo
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