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» Elterritorio
Fecha: 08/06/2025 10:20
El tratamiento varía según el caso y puede incluir medicamentos, estudios clínicos y cambios en la alimentación para aliviar las molestias. domingo 08 de junio de 2025 | 3:00hs. Imagen referencial. //Freepik. La gastritis es una inflamación de la mucosa del estómago que puede manifestarse a través de distintos síntomas. El ardor, la molestia abdominal y la sensación de llenarse rápidamente al comer poca cantidad suelen ser los signos más comunes. Sin embargo, el diagnóstico requiere un análisis clínico más profundo, ya que los síntomas también pueden estar vinculados a otras causas. Según explicó el médico gastroenterólogo Diego Eloy Sartori, identificar la raíz del problema es fundamental para definir el tratamiento adecuado. “La gastritis es la inflamación de la mucosa gástrica. Suele producirse por alteraciones del ácido gástrico, por una bacteria que se llama Helicobacter pylori o por medicamentos como antiinflamatorios, antibióticos, medicamentos que se toman todos los días. Estas sustancias pueden afectar la mucosa del estómago y generar dolor, quemazón o saciedad rápida”. A su vez, el especialista aclaró que no todos los dolores abdominales responden a un cuadro de gastritis. El término abarca una causa concreta, mientras que el dolor abdominal puede tener múltiples orígenes. “Para decir que está relacionado al nerviosismo o al estrés tenemos que hacer estudios que descarten otras causas. No podemos pedir una medición del nerviosismo, lo evaluamos por descarte. El dolor puede aparecer ante situaciones emocionales porque el tubo digestivo tiene neuronas que reaccionan y se inflaman”, puntualizó. De igual manera, el médico sostuvo que es posible que las personas sientan molestias físicas cuando atraviesan momentos de tensión. La conexión entre el sistema digestivo y el estado emocional puede influir en la percepción del dolor. “Por esos dolores que se sienten en la boca del estómago, en realidad hablamos del epigastrio, una zona por encima del ombligo. Se denomina epigastralgia, pero afirmar que eso es gastritis es difícil porque en esa zona hay otros órganos que también pueden provocar molestias”. En sintonía, Sartori aclaró que el término “gastritis nerviosa” no forma parte de la medicina formal y no aparece en los textos especializados. Si bien hay profesionales o personas que lo utilizan, no existe como diagnóstico clínico reconocido. Además, añadió que resulta muy difícil establecer una relación directa entre el estrés prolongado y la aparición de una gastritis sin descartar previamente otras causas. Asimismo, mencionó que no se debe suponer automáticamente que el dolor epigástrico implica una inflamación gástrica, ya que pueden estar implicados otros sistemas u órganos cercanos. Causas “Los medicamentos que comúnmente pueden causar gastritis son la aspirina, ibuprofeno, diclofenac y ketorolac. Todos actúan sobre la mucosa gástrica, alteran el ácido gástrico y pueden generar inflamación”. De igual forma, el profesional advirtió que el consumo frecuente de estos fármacos es una de las causas más habituales de gastritis medicamentosa. Por eso, recomendó evitar su uso excesivo y sin control médico. “Otra causa que también hay que descartar, según la edad del paciente, es la celiaquía. Se detecta con estudios de sangre o endoscopía. También hay que descartar litiasis vesicular, que son piedritas en la vesícula, y parásitos. Para eso se hacen análisis de sangre, ecografías o análisis de materia fecal”, subrayó. En esa línea, dijo que muchas veces no es necesario hacer una endoscopía de inmediato. Se puede comenzar con medicamentos que regulen el ácido y, si no hay mejoría, evaluar otros estudios. “Hay distintos tipos de gastritis: la medicamentosa, la causada por la bacteria Helicobacter pylori, la atrófica o la que aparece por déficit de vitaminas. Para tratarlas se usan reguladores del ácido gástrico como inhibidores de bomba de protones o inhibidores H2. También es importante reducir el consumo de alcohol, café, fritos, salsas, picantes y comidas calientes”, detalló el gastroenterólogo. De igual manera, indicó que el tratamiento dependerá del tipo de gastritis diagnosticado. Además de los medicamentos, muchos casos requieren cambios alimentarios y eliminación de hábitos irritantes. “Con respecto a la prevención de la gastritis, sí, se puede evitar reduciendo el abuso de antiinflamatorios o aspirinas. La diferencia entre una gastritis leve y una crónica la da la biopsia del estómago. Si la inflamación se sostiene, puede derivar en una gastritis atrófica y generar una metaplasia, un cambio celular que en casos raros podría evolucionar en cáncer, pero no es frecuente. En Argentina no es común este tipo de cáncer, sí lo es el de colon”.
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