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Gualeguay » Debate Pregon
Fecha: 07/06/2025 22:13
El hecho ocurrió días atrás en la esquina de Crovara y Madrid, donde Thiago esperaba el colectivo junto a su papá. En ese momento, el oficial Facundo Daniel Aguilar, franco de servicio y vestido de civil, fue interceptado por tres jóvenes con fines de robo. El agente respondió sacando su arma reglamentaria y se produjo un intenso tiroteo, con al menos diez disparos. Uno de esos proyectiles —según indicaron fuentes judiciales a Noticias Argentinas— rebotó en el asfalto y terminó impactando en la cabeza de Thiago. A pesar de los esfuerzos médicos, incluida una cirugía de urgencia, el niño no logró sobrevivir. En la balacera también murió Brandon Corpus, de 18 años, tras recibir seis disparos. Otros dos de los presuntos ladrones —Uriel Montenovo (21) y Uriel Leiva— resultaron heridos: uno con un balazo en la pierna, y el otro en el abdomen, permaneciendo en estado crítico. La Justicia ordenó la detención del agente Aguilar bajo la acusación de “exceso en la legítima defensa”. La causa fue caratulada como “tentativa de robo en lugar poblado y en banda con uso de arma de fuego cuya aptitud no está acreditada, homicidio y lesiones graves”. La Policía Científica recolectó pruebas en el lugar: un revólver calibre .38 sin numeración ni municiones, una vaina servida y rastros de sangre del menor a casi 200 metros del lugar donde comenzó el tiroteo. La palabra oficial Antes del fallecimiento del niño, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, defendió el accionar del policía. “La acción fue en legítima defensa”, sostuvo, y agregó que “la responsabilidad es de los delincuentes”. Bullrich también dijo que Aguilar actuó “para evitar que lo mataran a él o a su madre”, quien se encontraba con él durante el asalto. “No fue casualidad, fue causalidad. Quien sale a robar, sale a matar”, aseguró la funcionaria. Justicia y preguntas El caso de Thiago reabre el debate sobre el uso de armas de fuego en zonas densamente pobladas y la delgada línea entre la defensa personal y el exceso. En el medio, una familia llora la pérdida irreparable de un hijo de tan solo siete años. Y la sociedad, una vez más, se enfrenta a una tragedia con demasiadas preguntas sin respuesta.
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