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» Primerochaco
Fecha: 07/06/2025 19:43
En mayo, el rubro de alimentos y bebidas —responsable de buena parte de la inflación argentina— registró una marcada desaceleración que podría gatillar una baja sostenida en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Distintas consultoras privadas coinciden en que la inflación del quinto mes del año se ubicó por debajo del 2%, gracias al freno e incluso retroceso de varios productos esenciales. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central publicó ayer un dato cercano al 2,1% para mayo y proyecta que junio quedará por debajo del 2% por primera vez en cinco años. Aunque cada estudio utiliza metodologías propias, todos apuntan al mismo fenómeno: la moderación de los precios en el sector alimentario fue el motor principal de la baja inflacionaria. LCG, que sigue semanalmente la categoría «Alimentos y Bebidas», informó que en la cuarta semana de mayo el rubro creció apenas un 0,2%, tras un alza del 2,1% siete días antes. Más revelador aún fue el cierre mensual: el promedio de esas cuatro semanas arrojó un incremento de apenas 0,1%. «Se trata de una desaceleración sustancial frente a los picos de dos dígitos de meses anteriores», señalaron sus analistas. El desglose por subrubros muestra que las verduras lideraron la caída (-6,8%), seguidas por las comidas listas para llevar (-1,3%), las carnes (-0,6%), las frutas (-0,4%) y los productos lácteos y huevos (-0,2%). En contrapartida, las bebidas e infusiones subieron un 5,2% en el mes. Tras una caída rápida de la inflación, ahora se trata de mantener el ritmo que no puede sostenerse por la suba de los alimentos. En la misma línea, la Fundación Libertad y Progreso estimó una inflación del 1,8% para mayo, un punto menos que el dato oficial de abril (2,8% según el INDEC). Su informe destaca que esta cifra es la más baja desde noviembre de 2017 —excluyendo los meses de mayor distorsión durante la pandemia— y atribuye la mejora a la estabilidad cambiaria, la disciplina fiscal y la baja en precios de insumos clave. De confirmarse estas tendencias, mayo representaría un punto de inflexión en el largo recorrido inflacionario argentino, con el rubro alimentario marcando el camino a una evolución más moderada de los precios.
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