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Parana » Informe Digital
Fecha: 07/06/2025 11:58
Si hay un organismo que necesita más precisión que contundencia, ese es el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). En lugar de una motosierra que corte sin opción de rebrote, se requiere una herramienta que actúe con exactitud. Sin embargo, esto no es lo que se observa, cada vez con mayor claridad, en el sector agropecuario con respecto a las intenciones del ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, en su tarea de recortar los gastos estatales. A juzgar por sus apariciones en televisión, donde rara vez se le cuestiona sobre la función del organismo en el desarrollo agrícola argentino, el INTA parece un ente obsoleto, derrochador y poco efectivo. La peor comparación que eligió para justificar los recortes fue aquella que estableció entre el presupuesto del INTA y los Derechos de Exportación del maíz. Afirmó que los gastos del INTA eran equivalentes a la mitad de los DEX del maíz. Algo así como decir: “¿Quieren que reduzca las retenciones? Acepten cerrar el INTA”. Curiosamente, en la misma semana se dio a conocer la renuncia de un reconocido investigador del INTA, Facundo Ferraguti, quien trabajaba en la Estación Experimental de Oliveros, Santa Fe, y coordinaba la red de ensayos de maíz en el sur de la provincia. Es uno de los 1500 investigadores y empleados del INTA que ha dejado su puesto en busca de mejores oportunidades. “El contexto no ayuda y se están marchando colaboradores hacia la actividad privada como asesores”, comentó en una nota de Belkis Martínez en lncampo.com.ar. Ferraguti fue uno de los expertos clave para enfrentar, con herramientas técnicas y científicas, el devastador avance de la chicharrita del maíz durante la campaña anterior. Otro argumento que presentó Sturzenegger fue que “muchos productores, que forman parte de Aapresid, utilizan otro modelo, llamado sistema Chacras, donde ellos financian parte de la investigación y, en ocasiones, contratan a personal del INTA, como ingenieros agrónomos, para generar innovaciones porque el INTA no se las proporciona”. Otra curiosidad: Ferraguti era un habitual conferencista en los ciclos de charlas de Aapresid (Agenda Aapresid) y en los congresos de la entidad. ¿Quién necesita a quién? Es cierto que el INTA debe entrar en un proceso de reducción de gastos, pero lo que el Gobierno no ha aclarado hasta el momento es si solo busca hacer más eficiente al organismo o, realmente, pretende suprimirlo con el argumento de que es el sector privado el que debe financiar la investigación y el desarrollo de tecnología agropecuaria. La lista de contribuciones del INTA al desarrollo del agro argentino es extensa como para reproducirla aquí: no solo en lo que respecta a la agricultura extensiva (desde la siembra directa hasta la maquinaria agrícola), sino también en las economías regionales y en un sector que la actividad privada no abarca: la agricultura familiar. En definitiva, el INTA es fundamental no solo para el desarrollo de la producción de granos, carne y leche a gran escala, sino también para fomentar el arraigo de la población rural. Esto último lo pudieron constatar en marzo pasado el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, quienes, en sus visitas a Expoagro, recorrieron el stand de la Secretaría de Agricultura en la muestra. Los logros más destacados eran los del INTA. Además de modificar la gestión del organismo, reduciendo el poder decisorio del sector privado, el Gobierno busca que el control administrativo y presupuestario pase al Ministerio de Economía. Otros rumores indican que la intención del Gobierno es que las provincias asuman el control del organismo. Tras adoptar una postura cautelosa, esta semana la Mesa de Enlace se pronunció sobre la reforma del organismo. Coincidió en que son necesarias las modificaciones “para construir un INTA más eficiente y moderno”. Sin embargo, planteó tres demandas: que el INTA mantenga su autarquía, forma de gobierno y estructura de los Centros Regionales. “Cualquier medida que atente contra ello perjudica a todo el sector”, afirmaron los ruralistas en un encuentro con el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, y las actuales autoridades del organismo. Es urgente construir un puente de diálogo entre una reforma necesaria y un INTA eficiente al servicio del desarrollo del país. Si no se actúa con ese criterio, la motosierra descontrolada podría causar daños irreparables.
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