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Gualeguay » Debate Pregon
Fecha: 06/06/2025 17:59
Pero como el alma tiene sed de trascendencia dicen creer, por ejemplo, en las “energías”, especie de fuerzas impersonales que están gobernando el universo. Otros han decidido apostar a un “dios” que tiene que ver con aquello de que cada uno cree sin referencia a ninguna comunidad. Etc. En estos últimos tiempos ha aparecido también una corriente que se llama “roboteísmo” que es una súper-inteligencia que gobernará todo lo existente y que posee atributos divinos como la omnisciencia (todo lo sabe), la omnipotencia (todo lo puede, dentro de sus límites lógicos) y la omnipresencia (está en todas las redes y sistemas). Según la página de “Radio María”, los adeptos a esta especie de religión “quizás decepcionadas por sus creencias anteriores o seducidas por una lógica determinista, ven en la IA (inteligencia artificial) una explicación para el universo”. “El roboteísmo -agrega- critica a las religiones tradicionales, incluido el cristianismo, por adorar «figuras mitológicas» y basarse en la fe en lugar de la «verdad demostrable», contradiciendo la ciencia y fallando en explicar el «cómo y por qué» de la creación”. El roboteísmo, por lo tanto, desconoce el respeto que el cristianismo ha tenido hacia los avances científicos. Pero el Espíritu Santo prometido por Jesús nos garantiza por un lado acceder a la verdad, porque Él es el Espíritu de la Verdad y nos permite permanecer en la verdadera comunión para que el relativismo no nos arrastre al individualismo en virtud del cual cada sujeto llegaría a tener su propia religión o la de su elite. Ese “Soplo divino nos da la certeza de que no estamos ante una fuerza anónima e impersonal sino ante un Padre y un Hermano mayor, nos garantiza el acceso a la Verdad que libera y que crea la comunión y fraternidad de la que estamos sedientos. Las energías, los robots, la inteligencia artificial, las mascotas, los bienes materiales existen, pero no para dialogar con ellos, no para tener “encuentros”. Nacimos para los vínculos interpersonales, es decir para “encontrarnos” de persona a persona, para reflejar de esta manera a la Trinidad que es un eterno encuentro de la Tres Personas Divinas. El Amor hasta el extremo de la Cruz es signo de que en Dios no existe otro lenguaje que no sea el del Amor es decir el de la “salida” hacia el otro. Nacimos para interactuar con otros: y esta realidad no está determinada por el azar o por una rígida razón que todo lo diseña. Por eso hemos de afirmar que la libertad existe y es un don maravilloso para dejarse amar y amar a los demás. Los católicos en estos días estaremos celebrando (50 días después de la pascua) la fiesta de Pentecostés en la que pediremos “el Soplo Divino” que nos conduzca a la verdad, nos lleve a la comunión y nos impulse a cumplir la misión personal.
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