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» El Ciudadano
Fecha: 06/06/2025 15:20
A casi 70 años del bombardeo a Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955, un nuevo volumen reúne voces de la literatura argentina del presente para narrar, desde la crónica y la ficción, uno de los hechos más sangrientos y menos abordados de la historia nacional. Aquel día, aviones militares intentaron asesinar al presidente Juan Domingo Perón. La operación, que incluyó ráfagas de ametralladoras y bombas sobre la población civil, dejó un saldo de cientos de muertos y heridos. Las aeronaves llevaban pintadas una “V” y una cruz con la consigna “Cristo vence”. La antología, editada por Alfaguara y con curaduría y prólogo de Julián López, convocó a destacadas y destacados autores como Mercedes Araujo, Juan José Becerra, Albertina Carri, Esther Cross, María Pía López, Ricardo Romero y Luis Sagasti, entre otros. Cada texto de este volumen intenta adentrarse en las complejidades del ataque y de sus consecuencias: el trauma, el silencio social y la fractura histórica que marcó a las generaciones de aquél momento y a las que vinieron después. Con 240 páginas, este libro se propone interrumpir el olvido y devolverle palabras a una tragedia que, pese a su magnitud, ha quedado relegada a los márgenes del relato oficial. “Hay un eco que aún vibra en casas de familia, clubes barriales, fábricas. Una grieta que atraviesa la memoria colectiva”, señaló López. Publicado en el marco del aniversario del hecho, el volumen es un ejercicio de memoria y reparación desde la literatura. La tragedia, que preanunció el derrocamiento de Perón y dio inicio a la autodenominada Revolución Libertadora, aunque de un amplio sector de la llame “fusiladora”, aún resuena como una deuda pendiente en la historia argentina. La historia Como Revolución Libertadora se conoce a la dictadura cívico-militar que gobernó la Argentina tras dar un golpe de Estado al presidente constitucional Juan Domingo Perón en septiembre de 1955. Tras el golpe, la junta militar ordenó clausurar el Congreso Nacional, deponer a los miembros de la Corte Suprema y a las autoridades provinciales, municipales y universitarias, además de poner “en comisión” a todo el Poder Judicial. El general de división Eduardo Lonardi, líder del golpe, asumió el poder el 23 de septiembre de 1955, desarrollando un gobierno de ideología nacionalista católica y contrario a la proscripción del justicialismo. Aquél golpe militar causó la muerte de más de 150 personas, incluyendo fusilamientos ilegales, y los referidos bombardeos a la Plaza de Mayo que se evocan en el libro de meses antes del golpe, dejaron más de 300 muertos.
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