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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 06/06/2025 06:31
El misterio activa la imaginación de la otra persona y puede reforzar el deseo de conocer más, según el psicólogo Mark Travers (Freepik) Una conversación forzada o el impulso de revelar toda la vida en una primera cita son caminos frecuentes que pueden generar incomodidad o distanciamiento. En contextos donde se busca formar una conexión auténtica, saber cuánto compartir y en qué momento puede marcar una diferencia sustancial. Según Mark Travers, psicólogo de la Universidad de Cornell, mantener cierto grado de misterio puede ser una estrategia eficaz para aumentar el atractivo personal y fomentar una relación más sólida desde el inicio. El psicólogo identificó una tendencia común entre quienes desean mostrarse genuinos: el temor a parecer inauténticos si limitan lo que revelan. No obstante, dosificar la información personal permite que la conversación fluya de forma más natural y despierta el interés de la otra persona. Esta práctica, lejos de ser evasiva, responde a una necesidad emocional: establecer ritmo, dar espacio y permitir que la conexión se desarrolle gradualmente. El especialista en relaciones de pareja expuso, en una columna de Forbes, tres fundamentos clave por los cuales mantener cierto misterio puede incrementar el atractivo en las interacciones románticas. El poder de la fantasía: cómo la mente completa lo que no se dice Cuando alguien no revela todo de inmediato, deja espacios en blanco que el otro tiende a completar con su imaginación. Este fenómeno, conocido como efecto Zeigarnik, describe la tendencia humana a enfocarse en la información incompleta. En el contexto de una cita, esta dinámica puede traducirse en una mayor atención y deseo de profundizar en la historia de la otra persona. El efecto Zeigarnik explica cómo las personas se enfocan en la información incompleta, impulsando la imaginación y el interés mutuo (Imagen ilustrativa Infobae) Un ejemplo claro es la mención de detalles inesperados, como combinar el gusto por el ballet con la afición por la pesca. Esa diversidad de intereses sugiere una personalidad compleja y polifacética, lo que alimenta la curiosidad de manera orgánica. Travers sostuvo que compartir la vida de forma gradual, manteniendo actividades e intereses independientes, favorece un proceso de conocimiento genuino y estimulante. La ausencia estratégica: generar atracción sin saturar la conexión En una era de hiperconectividad, generar cierta distancia puede resultar inusualmente efectivo. Travers aclaró que no se trata de fingir desinterés, sino de conservar un ritmo emocional saludable. Al evitar una disponibilidad constante o el impulso de compartir cada detalle al instante, se ofrece a la otra persona espacio para reflexionar, imaginar y, eventualmente, extrañar. Travers citó un estudio publicado por la revista Psychological Science, en el que se observó que mujeres universitarias se sentían más atraídas por hombres cuya actitud mostraba ambigüedad respecto a su nivel de interés. En ese caso, el misterio actuaba como un estímulo que intensificaba la atención y la expectativa sin comprometer la autenticidad del encuentro. Intimidad gradual: construir confianza sin exponerlo todo de inmediato Compartir experiencias profundamente personales, como traumas o conflictos familiares, en una primera cita puede generar incomodidad o rechazo. Según el psicólogo, Esta práctica denominada en psicología como “iluminación”, pretende forzar una conexión rápida mediante la exposición emocional, aunque a menudo tiene el efecto contrario: sobrecargar o alejar al interlocutor. Travers defiende que revelar detalles gradualmente permite construir confianza y transmitir madurez emocional en pareja (Imagen Ilustrativa Infobae) Travers recomendó, en cambio, compartir la historia personal por etapas. Esta estrategia permite a la otra persona formar una imagen más matizada que evoluciona gradualmente, mientras brinda al emisor la posibilidad de decidir qué aspectos revelar y en qué momento hacerlo. Según el psicólogo, este enfoque refuerza el interés mutuo y transmite madurez emocional, demostrando la capacidad de gestionar la intimidad de forma consciente. El valor del misterio en la era de la sobreexposición Para Travers, cultivar el misterio no implica fingir ni reprimir la identidad, sino construir una narrativa que se despliegue progresivamente. En lugar de imponer una conexión inmediata, se propone favorecer vínculos que se consoliden con el tiempo, impulsados por la curiosidad y la atención mutua. En un entorno donde la exposición permanente es la norma, conservar ciertos aspectos de la vida personal para revelarlos en el momento oportuno puede ser una ventaja emocional y relacional.
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