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  • "Plata o plomo": condenan a un mando medio de una banda de Ludueña por extorsiones a sus vecinos

    » La Capital

    Fecha: 05/06/2025 22:11

    Sergio "Cuidu" Bareiro aceptó 8 años de prisión por aprietes y balaceras de enero de 2022. Entre ellos, el caso que inició la pesquisa a la organización En enero de 2022 las extorsiones a comerciantes de Ludueña arreciaban. Entre los carteles en nombre de la mafia seguidos de advertencias con plomo hubo uno, dirigido a un verdulero, que consignaba un número de teléfono. Ese dato se convirtió en el anzuelo para llegar a una violenta banda de narcomenudeo subsidiaria de Los Monos, armada y dirigida desde la cárcel de Piñero, que mantuvo una disputa sangrienta con un grupo rival. El celular era usado por Sergio Alberto Bareiro, un mando intermedio de la organización que aceptó 8 años de condena por siete aprietes extorsivos de los primeros tiempos de la sociedad. Bareiro tiene 32 años y lo conocen por el sobrenombre de “Cuidu” . El juez Pablo Pinto lo condenó este miércoles a 8 años de prisión al convalidar un acuerdo abreviado entre el fiscal Pablo Socca y la defensa. Fue considerado miembro de una asociación ilícita —delito agravado por la participación de un menor de edad—, encubrimiento y siete casos de extorsión. Hechos cometidos como mando medio de la banda de Mauro Gerez, Andy Benítez, Julián Aguirre y Matías “Pino” César , los líderes condenados a penas que van de los 9 a los 20 años de prisión. El estallido de violencia en los barrios Ludueña y Empalme Graneros de los últimos años responde en gran parte a la disputa feroz que esta organización mantuvo con una banda rival liderada por Francisco “Fran” Riquelme, apadrinada por el empresario narco Esteban Alvarado. El grupo conformado para la venta de drogas existía desde mediados de 2021. A fines de ese año y comienzos del siguiente sus miembros comenzaron a diversificar sus negocios con las extorsiones en nombre de la mafia a comerciantes que los habían visto crecer. Uno de los primeros casos fue el 10 de enero de 2022 y tuvo como víctima a un verdulero del barrio. “Peruano comunicate urgente o te mato uno en el local”, decía un cartón que dejaron en el negocio, tres días antes de que lo balearan con disparos 9 milímetros. Los extorsionadores pedían un millón de pesos y un auto. El 27 dejaron otro cartel en el parabrisas de un vehículo que fijaba un ultimátum para el mediodía siguiente. >>Leer más: Una banda armada desde la cárcel para copar un barrio y vender drogas En los carteles firmados por “la mafia” estaba consignado un celular terminado en 764. Ese número fue intervenido y las escuchas se convirtieron en el puntapié de la investigación que siete meses más tarde, en agosto de ese año, desembocaría en la imputación a unas treinta personas por conformar una temeraria banda armada en la cárcel de Piñero, de las cuales 26 ya fueron condenadas. El rol en la banda Según se plantea en la condena a Bareiro, ese número era usado por él. Fue utilizado en una seguidilla de extorsiones y amenazas a vecinos en las que se dejaron carteles y se cometieron balaceras para obtener dinero o recursos para la organización. En ese esquema, planteó Socca, Cuidu era quien se encargaba de recabar información de potenciales víctimas —datos personales, domicilios, teléfonos— de vecinos de su propio barrio que luego eran extorsionados. Se lo considera un hombre de confianza de Mauro Gerez, quien hasta su caída en mayo de 2022 se ocupó de administrar puntos de venta, reclutar soldados y concretar indicaciones que enviaban los otros organizadores desde prisión. A sus órdenes, Bareiro se encargaba además de usurpar las casas que entregaban las víctimas de extorsiones. >>Leer más: Ludueña: la banda que empezó apretando a los vecinos de toda la vida “Se encuentra en un escalafón intermedio entre los altos mandos de la estructura y algunos «soldados» que le responden para llevar adelante toda una gama de actividades ilícitas”, señaló el fiscal. Se encargaba personalmente, según planteó, de transmitir las amenazas a las víctimas, distribuir estupefacientes para la venta al menudeo y custodiar el dinero recaudado. "Te dejamos un regalito" Los aprietes al verdulero de Ludueña no sólo derivaron en intervenciones telefónicas sino también en una “entrega controlada de dinero” en la que fueron detenidos dos miembros de la organización el 31 de enero de 2022. Un día antes había sido amenazado un comerciante de Liniers al 700: “Decime cómo vamos a hacer, cuánto tenés, te lo dejamos en 15 mil dólares o te vamos a dejar un muerto en la puerta del local. Si querés vamos y te dejamos un regalito, no te hagás el piola”, decía el mensaje enviado desde el celular de Bareiro, previo a un ataque con seis balazos 9 milímetros. >>Leer más: Cinco años de condena para un miembro de la franquicia de Los Monos en zona noroeste El mismo día sufrió amenazas extorsivas el dueño de una pizzería. Otro hecho atribuido a Cuidu fue el 17 de enero en Tucumán al 4900 donde dejaron un cartel amenazante, seguido de una balacera al frente del domicilio. Otros carteles con los mensajes “comunicate sino plomo”, “viejito comunicate que faltan 100, papá”, o el clásico “plata o plomo, la mafia”, completan el cuadro extorsivo por el que Bareiro aceptó condena. Al determinar el monto de la pena se tuvo en cuenta “la gravedad de los hechos, no sólo por el uso de armas con ataques a balazos al frente de viviendas o comercios”, sino que la seguidilla de atentados ocurrió “en un breve período de tiempo”, además del “pánico generado con el cual se pretendía intimidar a vecinos para cobrarles protección”. En ese contexto, según la condena, Bareiro administraba armas, vehículos y recursos además de tener personas a su cargo, algunas menores de edad.

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