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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 05/06/2025 21:00
En una ciudad que crece en propuestas culturales y de ocio, La Cabaña Gamer emerge como un espacio único que combina tecnología de punta, atención personalizada y una estética cálida que invita al encuentro entre generaciones. En la edición N° 74 de “Conociendo a…” hablamos con Thomas Frenkel, un joven emprendedor que apostó por transformar su pasión en un proyecto sólido, innovador y socialmente significativo. La Cabaña, ubicada dentro del predio del histórico Carrefour de Concordia, este centro de entretenimiento propone una experiencia que va más allá de “ir a jugar videojuegos”. ¿Cómo y cuándo arranca la historia de La Cabaña Gamer? “Esto nació de forma muy espontánea. Hace años me compré una PlayStation 4 como un gusto personal. Me juntaba con mis amigos los fines de semana a comer asado y jugar. Un día no pude ir, y los chicos me pidieron prestada la consola. Se la llevaron y después empezaron a pedírmela todos los fines de semana. Empezó así, casi sin darme cuenta: alquilaba mi consola entre amigos. Después me compré otra, y comencé a ofrecerlas para eventos, cumpleaños, encuentros privados. A partir de ahí despegué: me llamaban de eventos como Frikimanía en Concordia, y empecé a trabajar en Rosario, Misiones, Buenos Aires, Gualeguaychú… Cada lugar me daba visibilidad y confianza para crecer. Al principio me conocían como GamesConcor. Después abrí primer local físico en una cabaña. De ahí surge el nombre actual. Más tarde, nos mudamos al Carrefour, un lugar simbólico para muchos, porque ahí funcionaba el viejo Sacoa y el fast food. Lo ambientamos como una cabaña, con el mismo espíritu cálido y familiar”. ¿Qué servicios ofrece hoy La Cabaña Gamer? “La Cabaña es un centro de entretenimiento familiar, no exclusivo para chicos ni solo para ‘gamers’. Tenemos consolas de última generación, como PlayStation 5, simuladores de carrera con cabina y volantes profesionales, cascos de realidad virtual, Xbox Series, flippers, máquinas arcade con 10.000 juegos, fichines retro… también organizamos cumpleaños, eventos privados y jornadas temáticas. Los juegos se pagan por tiempo. Mientras más tiempo o más personas vengan, más baja es la tarifa. La hora de juego tiene un precio máximo de $12.000, y eso incluye acceso libre a todas las estaciones. El objetivo es que sea accesible para todas las clases sociales y para todas las edades”. ¿Qué es lo más demandado por los usuarios actualmente? “El casco de realidad virtual es el boom. Es una experiencia que no todos pueden tener en casa, y que acá pueden vivir en forma completa. Pero lo sorprendente es que muchos vienen por eso y terminan enganchados con los simuladores, las consolas o los arcade. Hay chicos de 8 años jugando en realidad virtual, adolescentes en los simuladores y adultos que se emocionan con los fichines retro. Es un abanico de generaciones en un solo lugar. Por eso insisto: es un espacio para toda la familia”. ¿Qué diferencias notás entre los inicios y el presente? “Antes con una consola y un tele estabas, hoy eso no alcanza. El público quiere lo último, lo mejor, lo más envolvente. Hay que estar constantemente actualizando equipos, juegos, tecnología. Pero no es solo eso. Nos diferenciamos por la atención personalizada. Acá no ponés una ficha y jugás solo. Acá hay operadores que te acompañan, que te explican los juegos, que te ayudan a mejorar. Si sos gamer, vas a disfrutar; si no sabés nada, te enseñamos. Esa calidez es lo que nos representa”. ¿Qué creen que hace que los clientes vuelvan? “La atención. Sin dudas. Podemos tener la mejor tecnología, pero si no atendés bien, no sirve. Acá priorizamos el trabajo en equipo, el respeto, la buena onda. Queremos que quien venga se olvide del mundo, se sienta como en casa. Cuando escuchás a un nene decir ‘papi, quiero volver’, sabés que hiciste bien tu trabajo. Eso no se compra con tecnología. Se logra con humanidad”. ¿Qué le recomendarías a alguien que quiera abrir un negocio como este? “Primero que nada: que no piense que el éxito es de un día para otro. Esto es constancia, esfuerzo, sacrificio diario. Hay que tener atención al público, visión, humildad para aprender. Uno puede empezar con una Play 2, un televisor y ganas. Pero hay que tener el chip de mejorar cada día, de innovar, de adaptarse. Yo empecé prestando mi consola y hoy tengo un local increíble con tecnología de punta. Pero fue paso a paso, aprendiendo de cada error y apostando siempre al cliente”. Te invitamos a ver lo más destacado de la entrevista a través de los reels en redes sociales, buscanos como: Despertar Entrerriano.
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