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Diamante » Diamantefm
Fecha: 05/06/2025 19:14
Este 4 de junio se cumple un año de la desaparición de Enrique Fabiani, un turista que había viajado a Entre Ríos para cazar y nunca regresó. Su hija, Melisa Fabiani, denunció el estancamiento total de la causa: “La justicia no tiene nada, no tiene un indicio de dónde puede estar mi papá”. A pesar del tiempo transcurrido, la familia sostiene que desde el primer día la investigación estuvo mal llevada. “Nuestra lucha fue desde el día uno en donde decíamos que las cosas no se habían tomado como debía haber sido, y el tiempo nos dio la razón”, remarcó Melisa. Su reclamo se centra en la falta de pericias clave, la contaminación de pruebas y la desatención de elementos cruciales por parte de la justicia. Según relató, Enrique Fabiani desapareció luego de entrar por error a una propiedad privada. “Mi papá era un turista que fue a Entre Ríos y nunca más volvió. Entonces, no es que esto es un ajuste de cuentas, no es como cualquier otra desaparición”, sostuvo. Sospechas en torno a Julio Lodi y pruebas ignoradas Uno de los elementos más llamativos del caso es el rastro que marcaron los perros rastreadores de la policía. “El rastro del perro fue fuertísimo y fue directo al patio de Julio Lodi”, aseguró Melisa. Sin embargo, ese terreno nunca fue cercado ni se realizaron pericias exhaustivas. “Dos dedos de frente tenés que tener para que si el perro pierda el rastro en un lugar o se lo traga la tierra o algo lo levanta”. La situación se agrava con el testimonio de la familia sobre una retroexcavadora que se encontraba en el lugar: “El perro fue también hacia la retroexcavadora y estaba desesperado en las uñas de la retroexcavadora. Esa retro tuvo autorización para sacarse del lugar. No le hicieron pericias, contaminaron todo”. Otro punto que enciende las alarmas es la aparición de un cartucho de escopeta perteneciente a Enrique, hallado por un vidente convocado por la policía, sin que la familia fuera notificada. “Es evidente que lleva la policía encuentra la única evidencia que dio positivo bajo pericias que pertenecía a la escopeta de mi papá y también miraron para el costado”. Un pedido desesperado y la desconfianza hacia las autoridades Frente a estos hechos, Melisa expresó abiertamente su desconfianza hacia las instituciones: “Soy muy sincera, no confío en nadie, solo confío en que alguien se va a animar y me va a llamar por teléfono”. Por eso, pide que quien tenga información se comunique directamente con la familia y no con los canales oficiales. “La recompensa la va a pagar el gobierno, pero voy a proteger con mi vida al testigo que me aporte algún dato sobre mi papá”. La familia Fabiani continúa investigando por cuenta propia. Hace un mes, se trasladaron nuevamente a la zona de Alcaraz tras recibir un dato anónimo. “Fuimos mi hermano, un amigo y yo y protegimos al testigo, no le dijimos a nadie y fuimos a corroborar si ese dato era verdadero o no”. (Redacción El Once)
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