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» Jackemate
Fecha: 04/06/2025 21:50
Comparte este Articulo... Por Ricardo Marconi (*) Trascurridas varias horas de este martes pasado, por la tarde, desde que se generó una denuncia en la seccional 11ª de Estación Díaz, a sólo 80 kilómetros de Rosario, autoridades policiales no detectaron droga a bordo de una aeronave que había descendido clandestinamente, pero secuestraron siete bidones de combustible, elemento imprescindible en los vuelos que se realizan ilegalmente para trasladar estupefacientes. Los investigadores del episodio lograron detener a dos tripulantes del avión que descendió en el departamento San Jerónimo, luego de realizar un operativo de búsqueda, tras obtener datos de que los tripulantes habían estado solicitando ayuda en la localidad de Carrizales. La nave es un Cessna 182 Skyline, y en su interior había, además, una antena satelital y un GPS. Al ser detectados y apresados, uno de ellos portaba un cargador con 14 cartuchos calibre 9 milímetros, pero no le hallaron armas de fuego. Los capturados, según el informe que suministraron las autoridades, tenían en su poder 30.500 dólares, 450 pesos bolivianos y otros 6.700 de moneda nacional, prefigurando el hallazgo una posible actividad relacionada con el contrabando. Uno de los capturados resultó ser Mikjail Z., boliviano, de 30 años y con él estaba el peruano Milton Carlos A. E. (54). Luego de la identificación, ambos quedaron bajo custodia policial y a disposición de la Justicia para esclarecer el episodio. Las autoridades continúan cruzando datos para determinar con precisión el motivo del vuelo ni la procedencia, ya que hace varios meses se produjo un episodio similar en la localidad de Pueblo Andino, al sur de Díaz, oportunidad en la que Gendarmería Nacional secuestró 475 kilogramos de cocaína y detuvo a Oscar Armando Caba Hurtado, un coronel retirado del Ejército de Bolivia, representando el cargamento secuestrado en el interior de un Cessna 206, un valor económico de 10 millones de dólares en el mercado ilegal. El narco más poderoso Se encuentra prófugo quien es sido considerado el narco más poderoso del país, esto es el salteño Néstor Adrián González, quien ha sido acusado por la Justicia Federal por ser el presunto jefe de una banda a la que se le secuestraron 425 kilos de droga encontrados en un galpón, ubicado en la localidad de General Mosconi, en la provincia de Salta, a menos de cien kilómetros de la frontera con Bolivia. Para ser más preciso: en una gomería en estado de abandono. La droga ilegal estaba disimulada dentro de cubiertas de camión. En las actuaciones policiales se logró la detención de tres hombres, a los que la justicia de Tartagal les dictó la prisión preventiva. El jefe de la organización delictiva buscado es Adrián González, de 61 años, cuyo domicilio está registrado en Salvador Mazza, quien logró escapar del cerco que le habrían armado quienes lo perseguían. El allanamiento El procedimiento destinado a la captura de los traficantes en General Mosconi ocurrió cuando se realizaba la descarga de la droga. La fiscal obtuvo los datos que le permitieron detectar a González y a otro individuo esperando en una estación de servicio ubicada en las cercanías, donde fue filmado por las cámaras de seguridad y luego de ello, los gendarmes fueron a buscarlos, pero el empresario logró huir en dirección a la localidad de Aguaray, en el vecino país de Bolivia, donde el buscado tiene las conexiones de sus cómplices. El cargamento de las más de cuatro toneladas de droga estaba marcado con el escudo de la empresa automotriz Ferrari y el clásico dibujo de un delfín, estimándose que cada kilo de estupefaciente ilegal es de tres mil dólares, que se convierten en 30 mil en Barcelona o Madrid y 200 mil en Australia. En esta columna, en su momento, cuando el tráfico de fentanilo se insinuaba en el país del Norte y en la frontera con México, aún el estupefaciente era sólo una commodities, aunque la más lucrativa del hampa. En otros informes también alertamos sobre la probable llegada del fentanilo a Argentina y el interés de la gavilla del Tren de Aragua de hacer lo indecible para ingresarla en países de Centroamérica y hasta en Chile y Argentina. Ahora el prófugo y miembros de su entorno, según un medio capitalino, da cuenta de la concreción de gran cantidad de viajes para obtener la droga, datos que surgen, al parecer, de Migraciones, que serían parte de la causa en contra del nuevo rico, a expensas de la muerte. El mismo medio hace mención a registros impositivos por alquiler de un salón de fiestas, la venta minorista en minimercados y en el rubro inmobiliario, mediante el pago de su monotributo. La Justicia Federal sospecha que González comandaría una flota de camiones equipados con dobles fondos capaces de realizar cargas de gran tamaño desde el otro lado de la frontera. “Está sospechado de ser un jefe logístico y un narcotraficante. González, por así decirlo, es la punta que entra. Provee la infraestructura y la logística”, asegura una fuente clave en esta historia. Al momento de esta columna, se sospecha que el empresario -que estuvo preso por una vieja causa narco años atrás en un penal federal, donde trabajó en blanco por tareas menores- sería un socio mayoritario en el negocio. Con quién operaba -o quién le compraba- también es un misterio. Por último, vale indicar que la casa de González fue allanada, así como una finca que sería de su propiedad y el domicilio de un camionero. Se encontraron varios celulares, que podrán ser peritados. La ruta del dinero y el rastro patrimonial del prófugo, también es otra clave en la causa en su contra. (Jackemate.com) (*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política
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