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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 03/06/2025 22:30
Cristina Kirchner y Axel Kicillof llevaban cinco meses sin hablarse Cristina Kirchner y Axel Kicillof se comunicaron en la noche de este martes, luego de cinco meses sin hablarse. Según lo confirmó Infobae, fue a través de una llamada telefónica. Ella desde el Instituto Patria, él desde la Gobernación, en La Plata. Fue un primer acercamiento, para intentar limar asperezas después de tantos meses de pases de factura y enojos recurrentes. La comunicación tuvo un pequeño grado de complejidad previo. Una sutileza que tiene que ver con la forma en la que se suelen manejar dirigentes con agenda cargada y reuniones recurrentes. Mariano Cabral, el secretario privado de la ex presidenta, se comunicó primero con Nicolás Beltram, el secretario del mandatario bonaerense. Fue durante la tarde, para ajustar el momento indicado de la comunicación. La primera en comunicarse fue la ex presidenta. Lo hizo a través de un pedido de Cabral. Kicillof estaba metido en actividades de gestión. Luego, devolvió el llamado. A las 21 concretaron un ida y vuelta sin demasiadas definiciones. Buena voluntad. Sirvió para distender un vínculo marcado por la tensión. Según pudo reconstruir este medio, fue una charla breve y cordial. Quedaron en volver a hablar en los próximos días. Una señal clara de acercamiento en el medio de la extensa guerra del peronismo bonaerense. Este lunes Cristina Kirchner confirmó que será candidata a diputada provincial por la tercera sección electoral Sin intermediarios, el vínculo parece poder reconstruirse. Al menos es lo que deja expuesto la conversación, el primer acercamiento y la decisión de volver a hablar para tratar de encontrar un camino de unidad. En las horas previas al llamado, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, había confirmado que CFK iba a comunicarse con el Gobernador y que su voluntad era trabajar por la unidad. El llamado llegó 24 horas después de confirmar que sería candidata a diputada provincial en la tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires. Tras medio año de negociaciones que no llegaron a buen puerto, CFK y Kicillof decidieron correr a los intermediarios y comenzaron a dialogar directamente, como en los tiempos donde el Gobernador, además de cumplir su función en el Poder Ejecutivo bonaerense, era una de las voces autorizadas que la entonces vicepresidenta consultaba en materia económica. El gesto de tregua sirvió para aflojar el nivel de tensión que existe en todas las tribus del peronismo bonaerense pero, sobre todo, dentro del kirchnerismo, a lo largo del último año y medio se fue agrietando hasta el punto de partirse, luego de que Kicillof decidiera desdoblar. Axel Kicillof quiere tener injerencia en el armado electoral de la provincia de Buenos Aires En aquella jornada vespertina La Cámpora acusó al Gobernador de quebrar el peronismo y lo trató de irresponsable. A partir de ese momento, las fricciones fueron diarias y las acusaciones se multiplicaron, tanto en público como en privado. La distancia se agrandó. El enojo, también. Y nadie vuelve con facilidad de algunas definiciones rimbombantes y estruendosas. Nadie se olvida. Ni en el kicillofismo, ni en el cristinismo. A partir de ahora comienza un nuevo capítulo de la interna peronista en Buenos Aires. La paz está lejos todavía. Es solo un primer paso. El acercamiento a una mesa de negociación final. La desconfianza sigue vigente y enquistada. En el subsuelo del kirchnerismo la ruptura está a la vista de todos. El proceso que parecen estar dispuestos a iniciar CFK y Kicillof es el de configurar la unidad de arriba hacia abajo, basado en las necesidades electores, en la fusión de La Libertad Avanza (LLA) y el PRO, y señales electorales previas que anticipan un escenario complejo para el peronismo. La ex presidenta y el Gobernador rompieron el hielo. Un paso hacia adelante. De ellos depende ahora si siguen avanzando o retroceden. La negociación de unidad no será fácil. Porque tienen que ceder y, sobre todo, porque en el fondo ambos saben que la autoridad y legitimidad de sus liderazgos están en juego.
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