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» El Ciudadano
Fecha: 05/06/2025 18:25
La tranquila localidad de San Cayetano (Buenos Aires), fue testigo de un suceso que parece extraído de la más oscura de las ficciones. Un día que transcurría bajo la rutina habitual, de repente se vio interrumpido por una serie de eventos trágicos, iniciados por el desesperado acto de un hombre que decidió terminar con su familia y con su propia vida. Corría la tarde del miércoles 4, cuando las autoridades locales recibieron el llamado de alerta. Un hombre de 36 años, impulsado por motivos aún bajo investigación, cometió un asesinato múltiple que tendría como primeros escenarios su propio hogar. Allí, ahorcó a su esposa con un cable telefónico, quitándole la vida en un acto de violencia sin justificar. Con sus dos hijos aún desorientados, el hombre los llevó consigo en una camioneta Renault Duster blanca. Este vehículo se convertiría en la tumba rodante de sus propios descendientes. Según se ha logrado reconstruir, el agresor se internó por la ruta 228, sitio donde terminaría con la vida de los pequeños. El trágico trayecto culminó en el kilómetro 69, cuando estaionó la camioneta en la banquina, para luego correr hacia su propio desenlace fatal. Decidido a acabar con su vida, se lanzó debajo de un camión Mercedes Benz. Murió en el acto, bajo las ruedas del vehículo de gran porte, que era conducido por un transportista identificado como J.L.A, también de 36 años. En la escena del trágico final, las fuerzas del orden hallaron la camioneta estacionada cerca de la ruta. En las proximidades, los cuerpos de los menores aparecieron ocultos por la naturaleza de un zanjón, haciendo más doloroso el cruel descubrimiento. Mientras tanto, en la vivienda familiar, la llegada del personal policial confirmó el suceso luctuoso. El cuerpo sin vida de la esposa fue encontrado, devastando aún más una comunidad que observa con pesar y horror cómo una familia que debía encontrarse llena de vida, se convirtió en una irreparable secuencia de despedidas. Los investigadores de la Unidad Fiscal de Instrucción, junto con personal de la DDI y de Policía Científica, trabajan meticulosamente para aclarar detalles y establecer las identidades de las víctimas, esperando hallar respuestas a través de las pericias. Mientras avanza el infortunado despliegue de protocolos legales y forenses, San Cayetano parece haberse detenido en el tiempo para lamentar lo ocurrido. Este trágico evento es ahora parte del dolor histórico de la localidad, un recordatorio de que las tragedias humanas a menudo ocurren más cerca de lo que se desearía.
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