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» Comercio y Justicia
Fecha: 03/06/2025 09:40
El titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, volvió a reclamar al Gobierno medidas que mejoren la competitividad del sector, más aún luego de la baja de aranceles dispuesta por la gestión de Javier Milei que flexibilizó el ingreso de productos importados a precios muchas veces más económicos que los locales. Rappallini estuvo ayer en la ciudad de Córdoba junto a su par de la entidad local, Luis Macario. En paralelo, se reunió con el gobernador Martín Llaryora. En rueda de prensa, el presidente de la UIA destacó que el “debate” con el gobierno nacional en este momento pasa por las velocidades en que se bajan los aranceles a las importaciones y el avance en la agenda industrial. En ese marco, consideró: “A medida que vayan bajando los aranceles entendemos que deberían ponerle a los importados un impuesto parecido al que tenemos acá” y agregó: “Lo que pedimos es que se nivele la cancha”. El industrial aseguró: “Estamos acompañando, no pedimos ningún privilegio. Queremos competir, pero en las mismas condiciones. Así, que el mercado defina”, sintetizó. Por lo demás, en la conferencia de prensa, admitió que, en las conversaciones con Economía, se habló de las reformas estructurales pendientes. En ese marco, estimó que las reformas fiscal y laboral se comenzarán a debatir después de las elecciones. “Las reformas estructurales son de altísima urgencia. Tenemos un problema de competitividad grave, no sólo con China sino con Brasil, independientemente del tipo de cambio. En la Argentina no se abordaron en los últimos años aspectos en los que nuestro principal socio comercial sí trabajó, como es lo laboral, el costo financiero. Hay que nivelar las condiciones”. Con relación a Brasil, apuntó que la Argentina está “25% a 30% más cara”. Planteó que el Gobierno hizo foco fundamentalmente en “ordenar la economía, ir a una normalización, bajar el déficit y la inflación. Ahora viene la etapa de la microeconomía, trabajar para lograr competitividad y bajar el costo argentino. Al bajar la inflación se hicieron evidentes distorsiones y esos son los problemas de la mayoría de las empresas. En la Argentina no es sólo caro producir, lo es transportar, vender, distribuir. Todos los eslabones tienen ese problema”. Del diálogo que mantiene la entidad con el Gobierno, el empresario insistió en que hay temas de corto y mediano plazo, pero el eje está siempre en la “urgencia” de ganar competitividad. En cuanto a la reforma fiscal, consideró que debe “abarcar a todos los niveles del Estado” pero, además, se tienen que contemplar los problemas de logística, costos energéticos e infraestructura que enfrentan los sectores productivos. Sobre el encuentro con Llaryora, sostuvo que percibió en el mandatario una “vocación y entendimiento de lo que significa la industria en la sociedad, el impacto económico que tiene”. Ante las consultas sobre las expectativas del efecto del plan del Gobierno para que los argentinos usen los dólares “del colchón”, manifestó que esperan la “letra chica para ver cómo se integran” esos recursos, pero también admitió que “los que cumplieron deberían tener algún reconocimiento. Insistimos en un plan que tenga equilibrio”, cerró el industrial.
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