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» Misioneslider
Fecha: 03/06/2025 09:03
Desde que Jorge Castillo fue detenido, la feria conocida como La Salada ha sido cerrada, lo que ha afectado a miles de feriantes que trabajaban en las ferias de Ocean, Punta Mogotes y Urkupiña. Estos trabajadores, que suman más de 20 mil entre puestos, talleres y empleados, se han visto imposibilitados de acceder a sus locales y depósitos donde guardan mercadería. Esta situación ha generado pérdidas significativas para muchos de ellos, como el caso de Diego, un feriante dedicado al rubro del calzado, quien ha llegado a perder la venta de 400 pares de zapatos por día de cierre. Impacto en los feriantes En palabras de Diego, los días más contundentes de venta, como los miércoles, podrían llegar a vender más de 800 pares de zapatos, lo que representa pérdidas diarias de más de $5 millones. La secretaria general del Sindicato Único de Trabajadores de Ferias (SUTFRA), Mariana Berbeglia Turín, estima que cada puesto podría facturar alrededor de $3 millones en los tres días a la semana que funcionan las ferias. Muchos de estos puesteros son fabricantes que tienen sus propios talleres y se han visto afectados por el cierre de la feria. Repercusiones en el mercado El cierre de La Salada también ha tenido repercusiones en el mercado local, ya que muchos feriantes utilizaban la feria como punto de encuentro para establecer vínculos comerciales con clientes de otras provincias. La imposibilidad de acceder a la mercadería en los depósitos ha generado un desabastecimiento que ha afectado las ventas y la producción de muchos de ellos. La situación ha llevado al SUTFRA a presentarse como tercera parte para pedir la reapertura de la feria y permitir a los comerciantes acceder a su mercadería. Perspectivas de formalización Para Berbeglia Turín, esta crisis en La Salada representa una oportunidad para avanzar en la formalización de la actividad, protegiendo los derechos laborales de los trabajadores y fomentando la registración en la actividad. La dirigente sectorial destaca que el "plan colchón" con los nuevos montos de facturación podría favorecer la registración en la actividad y combatir el contrabando. Cuestionamientos y recomendaciones César Albarracín, abogado de Castillo, ha apuntado contra los intereses económicos que estigmatizan a La Salada, en referencia a las recomendaciones de la oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR) sobre las violaciones a la propiedad intelectual en la feria. Si bien es necesario seguir los procedimientos correspondientes en caso de mercadería ilegal, desde el SUTFRA enfatizan que no todos los productos en la feria son ilegales y que las ventas no varían si se incluye o no la marca. En resumen, el cierre de La Salada ha tenido un impacto significativo en miles de feriantes que se han visto imposibilitados de acceder a sus locales y depósitos, generando pérdidas millonarias y afectando a todo un ecosistema laboral en torno a estas ferias. La situación actual representa una oportunidad para avanzar en la formalización de la actividad y mejorar los derechos laborales de los trabajadores, así como para combatir el contrabando y promover una actividad comercial más transparente y regulada. La importancia de la educación financiera en la sociedad actual En la sociedad actual, donde el dinero juega un papel fundamental en nuestra vida diaria, la educación financiera se ha convertido en una herramienta esencial para lograr el bienestar económico y la estabilidad financiera. Sin embargo, a pesar de su importancia, la educación financiera no suele ser una prioridad en los sistemas educativos tradicionales, lo que ha llevado a una falta de conocimientos básicos en materia de finanzas personales. La educación financiera va más allá de simplemente saber cómo ahorrar o invertir dinero. Se trata de adquirir habilidades y conocimientos que nos permitan tomar decisiones informadas y responsables sobre nuestro dinero, entender cómo funcionan los diferentes productos financieros y cómo podemos utilizarlos de manera eficiente, planificar nuestro futuro financiero y, en última instancia, alcanzar la libertad financiera. Una persona con una buena educación financiera tiene la capacidad de administrar su dinero de manera inteligente, evitar caer en deudas innecesarias, tomar decisiones acertadas en cuanto a inversiones y planificar su jubilación de manera adecuada. Además, está más preparada para enfrentar imprevistos financieros y tiene una mayor tranquilidad y seguridad en su día a día. A pesar de todos estos beneficios, la educación financiera sigue siendo un tema poco abordado en muchos entornos educativos. Muchas personas llegan a la edad adulta sin tener los conocimientos básicos necesarios para gestionar su dinero de manera eficiente, lo que puede llevar a situaciones de endeudamiento excesivo, falta de ahorros para emergencias o una planificación inadecuada para el futuro. Es por ello que es fundamental fomentar la educación financiera desde edades tempranas, tanto en el ámbito escolar como en el familiar. En las escuelas, se deberían incluir asignaturas o programas específicos que enseñen a los estudiantes conceptos básicos de finanzas personales, como el presupuesto, el ahorro, la inversión, el crédito y la planificación financiera a largo plazo. De esta manera, se estaría preparando a las futuras generaciones para enfrentar los retos financieros que se les presenten a lo largo de su vida. Pero la responsabilidad de enseñar educación financiera no recae únicamente en las instituciones educativas. Los padres y tutores también juegan un papel crucial en la formación de hábitos financieros saludables en los niños y adolescentes. Desde edades tempranas, se debe inculcar la importancia del ahorro, la planificación y la responsabilidad financiera, enseñándoles a gestionar su dinero de manera adecuada y a tomar decisiones inteligentes en cuanto a sus gastos. Además, es importante que los adultos también se preocupen por mejorar su educación financiera. Existen numerosos recursos disponibles, como libros, cursos en línea, talleres y asesoramiento financiero, que pueden ayudar a las personas a adquirir los conocimientos necesarios para tomar el control de sus finanzas y alcanzar sus metas financieras. En resumen, la educación financiera es una herramienta poderosa que nos permite tomar el control de nuestra vida económica y alcanzar la estabilidad financiera. Es fundamental fomentarla desde edades tempranas, tanto en el ámbito educativo como en el familiar, para preparar a las futuras generaciones para enfrentar los desafíos financieros que se les presenten a lo largo de su vida. Además, los adultos también deben preocuparse por mejorar su educación financiera, ya que nunca es tarde para adquirir los conocimientos necesarios para tomar decisiones inteligentes en cuanto a su dinero.
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