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Concordia » Diario el Sol
Fecha: 02/06/2025 16:22
Mientras el gobierno de Entre Ríos impulsa con fuerza la profundización de los ríos Paraná Guazú y Paraná Bravo hasta los 34 pies, con el objetivo de potenciar sus puertos y asegurar mayor competitividad en el comercio exterior, crece la preocupación entre ambientalistas, científicos y sectores sociales que alertan sobre los daños irreversibles que esta obra podría provocar en uno de los ecosistemas más frágiles y biodiversos del país. El fiscal de Estado provincial, Julio Rodríguez Signes, defendió la iniciativa como “una oportunidad estratégica” para Entre Ríos dentro del esquema nacional de la Hidrovía Paraguay-Paraná. El proyecto, que cuenta con el apoyo del gobernador Rogelio Frigerio, fue incluido en la nueva licitación nacional luego de gestiones conjuntas entre la provincia y las principales empresas de dragado internacionales, como Jan de Nul, Deme y Boskalis. Sin embargo, organizaciones como la Fundación Humedales y expertos como Rafael Colombo advierten que esta “modernización” puede convertirse en una amenaza ambiental. “El dragado a gran escala altera el flujo natural del río, erosiona las riberas, modifica hábitats esenciales y puede afectar gravemente a la fauna ictícola y la flora acuática”, explicó Colombo. “Nos preocupa que la lógica extractivista avance sin estudios de impacto ambiental serios ni participación ciudadana”, agregó. El dragado a 34 pies permitiría el ingreso de grandes buques cargueros a puertos entrerrianos como Ibicuy y Diamante, reduciendo costos logísticos para empresas agroexportadoras como Louis Dreyfus Company, que ya anunció inversiones en la zona. Pero esta infraestructura portuaria, financiada en parte con recursos públicos, podría beneficiar también a terminales extranjeras como Nueva Palmira (Uruguay), lo que ha generado cuestionamientos geopolíticos. “La pregunta de fondo es si estamos priorizando la rentabilidad de unos pocos por encima del equilibrio ecológico de toda una región”, expresó un investigador del CONICET que pidió no ser identificado. En un contexto de crisis climática global, muchos reclaman que se frene el avance de obras que comprometen los humedales del Delta, fundamentales para la regulación hídrica, la biodiversidad y la vida de miles de familias isleñas. A medida que avanza el cronograma de la nueva licitación de la Hidrovía, la tensión entre desarrollo económico y preservación ambiental vuelve a ocupar el centro del debate en el Litoral. ¿Podrá Entre Ríos encontrar un equilibrio real o el río pagará el precio del progreso?
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