04/06/2025 00:44
04/06/2025 00:44
04/06/2025 00:44
04/06/2025 00:42
04/06/2025 00:41
04/06/2025 00:40
04/06/2025 00:39
04/06/2025 00:37
04/06/2025 00:37
04/06/2025 00:36
Parana » Informe Digital
Fecha: 02/06/2025 07:32
La apertura comercial, el aumento de importaciones y la contracción del consumo interno han llevado a las principales marcas de indumentaria del país a adoptar una estrategia defensiva: ajustar precios, mantener promociones activas y anticipar liquidaciones. Desde cadenas de indumentaria infantil hasta marcas aspiracionales y etiquetas de moda urbana, todas enfrentan un mismo desafío: recomponer el volumen de ventas en un mercado en retroceso. Las cifras del comercio exterior evidencian el cambio estructural que ha atravesado el sector. Según un reciente informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), entre enero y abril de 2025, las importaciones incrementaron un 83% en dólares y un 121% en volumen, con un precio promedio de las prendas importadas un 17% más bajo que en el mismo período del año pasado. Este nuevo panorama ha ejercido presión a la baja sobre los precios locales, afectando los márgenes de rentabilidad de fabricantes y comercializadores. Aunque muchas marcas de ropa comenzaron a ofrecer importantes descuentos durante mayo debido a la depresión del mercado, la última semana el debate sobre los precios volvió a ser noticia, ya que algunas decidieron reducir sus precios de lista entre un 10% y un 40% para adaptarse al nuevo contexto. Entre estas marcas se encuentran Etiqueta Negra y Gola, propiedad de Federico Alvarez Castillo, y Equus. “Estamos convencidos de que como argentinos debemos acompañar a nuestros consumidores en este momento crucial de recuperación económica. En Equus, siempre buscamos ofrecer prendas de excelente calidad, con materias primas de altos estándares internacionales a precios accesibles para el mercado local”, afirmaron Pedro y Martín Wolfsohn, CEOs de Equus. Desde el sector destacan que “el consumidor reacciona más con una promoción que con un precio directo más bajo”. Álvarez Castillo explicó: “Hemos bajado nuestros precios en función de la reducción de aranceles a la importación. Nos adecuamos a la nueva normativa arancelaria y trasladamos esa reducción al consumidor”. Las alícuotas han disminuido del 35% al 20% para indumentaria y calzado, del 26% al 18% para tejidos, y del 18% a un rango entre el 12% y el 16% en hilados. Algunas marcas ya se preparaban para este escenario desde el año pasado. Es el caso de las empresas del grupo Altatex, como Cheeky, Como Quieras y Awada. Fuentes de la empresa confirmaron a Infobae que trabajan desde el verano con un objetivo claro: reducir los precios para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado. “Estamos haciendo esfuerzos para que el costo argentino baje. Hemos reducido márgenes y rentabilidad. No podemos llenar los locales de productos importados, pero buscamos un equilibrio. Si importáramos el 90%, los costos bajarían más, pero eso destruye el trabajo local”, explicaron las fuentes. Altatex también ha ajustado gastos internos y modificado el mark-up para priorizar el volumen sobre la ganancia por unidad. Al mismo tiempo, han mantenido promociones activas para atraer al consumidor, quien, según la empresa, “reacciona más con una promoción que con un precio directo”. Las ventas en abril y mayo han caído en términos interanuales, y el Hot Sale resultó en un 30% menos de ventas que en 2024, lo que implica que promociones como el 2×1 o el 3×2 continuarán durante los próximos meses. Grisino y Mimo también están llevando a cabo fuertes liquidaciones de hasta el 50%, anticipándose a las promociones de fin de temporada. En la misma línea, el Grupo Mazalosa, propietario de Portsaid, System Basic y Desiderata, está implementando una estrategia sostenida de ajuste de precios. “Desde hace dos temporadas trabajamos fuertemente en ofrecer los mejores precios, adaptándonos a la demanda actual de los consumidores”, sostuvo Álvaro Pérez Esquivel, representante del grupo. Este esfuerzo ha incluido una revisión de la estructura de costos, la reducción de los tiempos de producción y abastecimiento, y la diversificación de proveedores. Mazalosa ha priorizado una estrategia centrada en el cliente y en una política de fidelización activa, con un programa de lealtad vigente desde hace 15 años. La marca ha evitado la sobreutilización de promociones puntuales para cuidar su estructura de precios y ha optado por sostener cuotas como forma de incentivar el consumo. “El comentario común es que bajamos los precios -por parte de las marcas mencionadas-; nosotros, desde hace dos temporadas, trabajamos sobre la propuesta de precios, analizando constantemente lo que sucede con cada grupo, cada artículo, y actuamos según lo que nos indican las clientas”, enfatizó Pérez Esquivel. Roly Tarrab, propietario de Tarco S.A., que gestiona las marcas Billabong y Element, también compartió su perspectiva. Aseguró que sus precios están alineados con los valores internacionales y, por eso, no implementaron rebajas ni promociones masivas. En cambio, han concentrado esfuerzos en abrir nuevos locales en San Miguel, Avellaneda yCórdoba, manteniendo la estabilidad en sus listas de precios. “Este verano, los precios serán los mismos que el verano pasado, y eso ya es importante”, señaló Tarrab. Sin embargo, reconoció que la actual estructura tributaria y laboral limita la competitividad del sector formal. “Para nuestras fábricas, como la de Catamarca, necesitamos una reforma laboral y una baja de impuestos al trabajo. La competencia debe ser leal y darse en un marco de respeto formal”, sostuvo. En el sector, la situación del consumo de indumentaria está estancada, lo que ha llevado a la proliferación de descuentos y bonificaciones. “En mayo, el mercado se detuvo. La demanda se ha enfriado, lo que significa que continuarán prevaleciendo descuentos y promociones. Las cuotas de financiación y descuentos del 30% al 40% seguirán. Algunas marcas han anunciado reducciones de precios, y prevemos que esta tendencia se mantendrá, dado que muchos necesitan liquidez para cubrir los costos de la próxima temporada”, comentaron desde la industria. Las liquidaciones, por tanto, son una respuesta a la necesidad de capital de trabajo: las marcas requieren vender lo producido anticipadamente para poder financiar la próxima etapa de producción o importación. ### Caen las exportaciones La liberalización del comercio también ha actuado como catalizador. Durante el primer cuatrimestre de 2025, Argentina importó prendas por un total de 224 millones de dólares, con un incremento del 171% solo en abril. China representó más del 57% del volumen total importado, y sus productos presentaron un precio promedio por unidad de 13 dólares, muy por debajo de otros orígenes. Este factor ha influido notablemente en la baja del valor promedio de las prendas importadas, que alcanzó los 17,7 dólares. Entre los artículos más importados se encuentran abrigos, sweaters y pantalones, todos con incrementos superiores al 70% interanual en valor y más del 90% en volumen. En varios casos, como las remeras y la ropa interior femenina, el precio promedio ha disminuido hasta un 48%, intensificando la presión sobre las marcas locales. Las exportaciones de indumentaria, por su parte, se contrajeron un 18% en dólares y un 21% en volumen, limitando las oportunidades de desahogo externo para las empresas nacionales. El valor promedio por prenda exportada se situó en 32,3 dólares, con un incremento interanual de apenas un 3,8%.
Ver noticia original