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  • Diez años de compromiso con la inversión social y “la palanca” de la educación como motor de crecimiento

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 02/06/2025 06:54

    Juan Crespo, Gerente de Relaciones Institucionales de Aconcagua Energía Las empresas Petrolera Aconcagua Energía, Aconcagua Energía Servicios y Aconcagua Energía Generación conforman un grupo que busca contribuir al desarrollo energético sostenible de la Argentina a partir de la exploración de hidrocarburos convencionales y con un fuerte interés en la responsabilidad social empresaria. Juan Crespo, Gerente de Relaciones Institucionales de Aconcagua Energía, estuvo en el auditorio de Ticmas en para conversar sobre los proyectos sociales y la mirada de compromiso hacia la comunidad que atraviesa al grupo. Comprometerse y co-construir “Estamos cumpliendo este año diez años de vida y desde el 2015 los fundadores de Aconcagua Energía tomaron el compromiso de que la inversión social fuese parte del desarrollo del negocio de la empresa”, resaltó Juan Crespo. Y explicó: “Una de las primeras decisiones que tomaron como grupo energético fue adherir a los principios del Pacto Global de Naciones Unidas, institución de la cual- desde el año pasado- formamos parte del Directorio principal de la Red en Argentina y con esa convicción fuimos llevando adelante diferentes iniciativas y programas que a lo largo de los años se fueron incrementando, perfeccionando; y fueron buscando la forma de generar valor en cada una de las comunidades cercanas a nuestras operaciones”. Crespo destacó que no se trata solo de “donar o de ayudar a instituciones o a personas de las comunidades donde operamos, sino que fuese una forma de co-construir de manera conjunta entre Aconcagua Energía y las distintas organizaciones e instituciones de la sociedad civil”. Juan Crespo, Gerente de Relaciones Institucionales de Aconcagua Energía, en el auditorio de Ticmas Escuchar, dialogar, ejecutar e impactar Crespo aseguró que siempre realizan un trabajo in situ, recorriendo los territorios y observando las diferencias y necesidades. “No es lo mismo llevar adelante un programa de inversión social o una actividad de las que nosotros proponemos en Malargüe, por ejemplo, a tener que hacerlo en Catriel, en Cipoletti, en Luján De Cuyo, en Tupungato; en las distintas localidades o comunidades cercanas a nuestras operaciones”. “Y para poder tener un impacto real en cada uno de nuestros programas que llevamos adelante, es muy importante poder dialogar con las organizaciones sociales de cada una de las comunidades, y escuchar lo que la comunidad tiene para decir”, aseguró. Y destacó el diagnóstico socioinstitucional que realizaron a comienzos de 2024 en las tres provincias donde hoy opera la compañía: Mendoza, Río Negro y Neuquén. “Llevamos adelante encuestas y entrevistas personales con referentes de distintas instituciones y organizaciones sociales de cada una de las comunidades cercanas a nuestras operaciones para entender cuáles eran las necesidades, las problemáticas y las oportunidades de inversión social en cada uno de estos espacios”, celebró. Educación como prioridad Crespo destacó que la inversión en educación es “en lo personal algo que me apasiona. Hace más de 20 años que trabajo en empresas que han tenido su inversión social con un pilar muy fuerte en lo que es la educación. Y desde Aconcagua Energía creemos que es una palanca, una plataforma a través de la cual se construye y se potencia la comunidad”. “Tenemos un montón de iniciativas y programas que llevamos adelante para distintos públicos con los que interactuamos docentes, estudiantes, empresarios, emprendedores, instituciones de la sociedad civil y todos esos programas están atravesados de alguna forma por la educación, ya sea o porque son pasantías o prácticas profesionalizantes o programas de becas, pero también en lo que es la formación continua para docentes, para empresarios y para emprendedores”, resaltó. entendiendo que la educación de vuelta es la forma en que una comunidad puede potenciarse y puede seguir desarrollándose. Juan Crespo, Gerente de Relaciones Institucionales de Aconcagua Energía, en el auditorio de Ticmas Formación docente “El año pasado iniciamos un programa de formación para docentes para que pudiesen implementar dentro del aula nuevas herramientas, muchas de ellas asociadas a la tecnología”, resaltó Crespo. Y agregó: “Siempre en nuestros programas de inversión social buscamos desarrollarlos adaptándolos a cada una de las provincias, pero sí que tengan un impacto tanto en Río Negro, Neuquén como en Mendoza, en las tres provincias donde trabajamos. Y el año pasado, cuando desarrollamos este primer programa de formación para docentes, se dieron espacios muy ricos porque empezaban a interactuar docentes de diferentes localidades de estas tres provincias y se generaban espacios de intercambio de cómo cada uno de ellos llevaba a dentro del aula el aprendizaje”. Además el Gerente de Relaciones Institucionales destacó el trabajo que vienen realizando con la solución integral Ticmas para continuar potenciando el rol docente en las aulas. “Otro de los programas que tiene mucho impacto y que es muy requerido tanto por los docentes como por los estudiantes, son las posibilidades de visitar operaciones en plantas o campos vinculados a lo que es el desarrollo energético. Por eso llevamos adelante muchas actividades con prácticas profesionalizantes, visitas, charlas en escuelas; siempre para poder acercar a docentes y a estudiantes lo que es la realidad en una empresa del sector energético”, planteó. El desafío argentino El grupo, integrado en un 100% por capitales argentinos, tiene un foco nacional muy marcado y para Crespo eso determina “muchos desafíos y un montón de oportunidades”. Y reiteró que resulta clave “la articulación con los diferentes organismos y las instituciones locales. Porque son las que conocen la realidad en cada uno de los sitios. Son las que entienden las problemáticas y son a través de las cuales uno, después, como empresa del sector privado, puede desarrollar esas actividades en cada uno de los lugares”. A la hora de medir el impacto de sus inversiones sociales, Crespo destacó que no siempre se cuantifica sino que “muchas veces es más importante la calidad y tal vez es más importante llegar a un grupo más pequeño, pero con una capacidad de potenciar y de multiplicar ese efecto de otra manera”. Aunque detalló: “Tenemos distintas formas de medir o de evaluar los programas que llevamos adelante. Una es el diagnóstico que hicimos el año pasado, que por suerte nos dio muy bien respecto a lo que veníamos haciendo. Otra forma es estar continuamente en diálogo, en escucha, acercándonos. Por eso trabajamos mucho de manera territorial”. Historias que hacen la diferencia Crespo contó al público presente que en las visitas que hacen los estudiantes a las plantas de producción, en su último año del secundario, a veces causan una gran impresión por la pasión que implica el trabajo energético y que incluso llegan a cambiar de idea respecto a su continuidad académica pasando a elegir “carreras vinculadas a la ingeniería o alguna tecnicatura en petróleo y gas”. Otro de los grandes cambios que realizaron fue optar por cambiar la compra de regalos institucionales por la compra de desfibriladores. Una iniciativa realizada por Lorena López, también parte del equipo de Relaciones Institucionales del Grupo. “Esos desfibriladores los donamos a distintas organizaciones de la sociedad civil, escuelas, organizaciones barriales, clubes deportivos, en alianza con municipios, con Ministerios de Educación, con Ministerios de Deporte y Salud. Y de esa forma empezamos a generar una conciencia social alrededor de una necesidad que no muchas veces se da”, celebró Crespo. Y agregó: “Eso empezó a generar un contagio en otras empresas, en otras instituciones que nos empezaron a contactar para sumarse a iniciativas o para repensar también su forma de llevar adelante su inversión social. Eso es algo muy reciente, que a veces uno está tan subido a una agenda que te va llegando en el día a día a una velocidad importante y que a veces está bueno parar la pelota, repensar cómo estamos haciendo las cosas y si es necesario, recalcular y animarse a dar ese paso”. Y reflexionó: “Desde Aconcagua Energía nos imaginamos continuando en esa transformación social y siendo protagonistas y actores principales junto con las instituciones aliadas con las que vamos trabajando en cada una de las comunidades donde estamos, con los gobiernos, con las organizaciones de la sociedad civil, con los colaboradores de Aconcagua”.

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