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Usuhahia » Diario Prensa
Fecha: 02/06/2025 05:15
El miércoles comienzan los alegatos. Dylan Catriel Blanco, acusado junto a Mía Villanueva de intentar matar a Lautaro Ortigoza, apodado “Taro”, pidió hablar ante los jueces para exculpar a la chica y para pedir perdón a su primo y a la familia a la que, tanto la víctima y como el victimario pertenecen. El acusado Dylan Catriel Blanco, de 20 años de edad y su víctima, Lautaro «Taro» Ortigoza son hijos de dos mujeres hermanas entre sí, por lo que son primos. Ambos sostuvieron además una relación amorosa que se habría convertido en detonante del salvaje ataque del primero hacia el segundo. El miércoles 4 de junio comenzarán los alegatos en el juicio oral y público que se sigue contra Mía Villanueva, de 19 años, y Dylan Catriel Blanco, de 20, acusados de tentativa de homicidio contra Lautaro Ortigoza, de 18. El violento ataque ocurrió en el predio donde funcionaba antiguamente el frigorífico CAP, en Río Grande, y tuvo como víctima a un joven que es, además, primo del principal acusado. El caso, que conmocionó a la ciudad en junio de 2023, gira en torno a la emboscada y brutal agresión sufrida por Ortigoza, quien fue apuñalado y abandonado en un descampado. Su vida se salvó gracias a que logró compartir su ubicación con un conocido, que alertó rápidamente a la familia y éstas a la Policía. El viernes pasado concluyó la etapa de testimoniales con la declaración de un amigo de la madre de Blanco, quien respondió preguntas del fiscal Jorge López Oribe y admitió ser el dueño del cuchillo hallado en la escena del hecho. Luego de un breve receso, el imputado Dylan Blanco pidió hablar ante el Tribunal integrado por los jueces Verónica Marchisio, Eduardo López y Juan José Varela, aunque anticipó que no respondería preguntas. Su declaración llamó la atención: se produjo en la tercera jornada del juicio, en un momento en el que la autoría parece ya consolidada por la prueba acumulada, y pareció ser un intento por atenuar una condena que se considera inminente más que una expresión de genuino arrepentimiento. Blanco ensayó una disculpa dirigida a Lautaro y a sus familiares más cercanos, y expresó: «Quería pedirle disculpas a Taro porque es mi primo, es mi familia. Yo nunca lo quise lastimar ni matar. Y quería pedirle disculpas a mi tía, a mi mamá y a mis hermanos». Mía Villanueva viene siendo expuesta en el juicio como ideóloga y partícipe necesaria en el ataque a «Taro» Ortigoza. La madre de la víctima la describió como una persona «intrigante, insidiosa y envidiosa». Sin embargo, Lautaro debió ser internado en terapia intensiva con numerosísimas lesiones provocadas por cortes, puñetazos y patadas, y actualmente presenta un traqueostoma como secuela de un hecho que milagrosamente no le costó la vida. En otro tramo de su exposición, Blanco asumió toda la responsabilidad del ataque e intentó desligar a Mía Villanueva, a pesar de que la víctima aseguró haberla escuchado durante la agresión y la identificó como la persona que grabó el hecho con su celular. Además, la joven está implicada en la difusión de capturas de pantalla de una conversación privada que permitía inferir la orientación sexual de Lautaro, y en el envío de mensajes apócrifos que lo atrajeron al lugar donde fue emboscado. El Ministerio Público Fiscal presentará su alegato este miércoles a las 10, y el jueves será el turno de las defensas. Según adelantaron fuentes cercanas al proceso, Blanco podría recibir una pena severa como autor material del hecho, mientras que Villanueva sería considerada partícipe necesaria por su rol clave en la instigación y hechos previos al demencial ataque.
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