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  • Murió Diego Albornoz, el femicida de Soledad Andino – DiarioVictoria.com.ar

    Victoria » Diario Victoria

    Fecha: 01/06/2025 23:10

    Murió Diego Albornoz, el femicida de Soledad Andino, según se confirmó a AHORA. Estaba internado desde el 13 de mayo en el Hospital San Martín de Paraná, luego de haberse provocado graves heridas en su cuerpo tras asesinar a puñaladas a su expareja en su casa. Con la muerte del único imputado, la causa judicial se cerrará. El femicidio generó una profunda conmoción en la provincia y se realizaron marchas para pedir justicia durante los días posteriores al crimen. La comunidad acompañó a los familiares de la víctima en el reclamo de declarar la Emergencia por Violencia de Género en la ciudad. Un femicidio que pudo haberse evitado Soledad Andino (41) fue asesinada por Diego Albornoz (46) el martes 13 de mayo a primera hora de la mañana en la casa de la mujer en Victoria. El femicida la apuñaló mientras dormía y después se lesionó a sí mismo. Una semana antes, el 6 de mayo, Albornoz había sido condenado a dos años y medio de prisión condicional mediante un juicio abreviado acordado entre las Fiscalía y la Defensa oficial del acusado. Fue encontrado culpable de los “delitos lesiones leves agravadas; daños; amenazas simples reiteradas; desobediencia judicial reiterada; violacion de domicilio y privacion ilegitima de la libertad, todo en contexto de violencia de genero, en concurso ideal y real”. El acuerdo judicial contempló que era la primera condena del hombre y que no tenía antecedentes. Según comunicaron los fiscales de Victoria luego del crimen, el Código Penal impone una pena de cumplimiento “condicional” cuando es menor de 3 años. A Albornoz le impusieron la prohibición de llevar a cabo actos violentos, molestos y/o perturbadores a la víctima ni acercarse a menos de 200 metros del domicilio y lugares de concurrencia habitual de Soledad. También la obligación de realizar un curso de nuevas masculinidades y perspectiva de género. No le pusieron una tobillera electrónica. Una semana después, la mató. Cuáles fueron los hechos previos El 23 de noviembre de 2024 a las 19, Soledad Andino se encontraba trabajando junto a Albornoz en una heladería céntrica de Victoria. Albornoz le hizo escenas de celos, pidiéndole su celular a fin de controlarlo. Ella se negó a entregárselo y comienzan a forcejear. Albornoz le mordió el brazo, le quitó el teléfono y le rompió la pantalla. Luego, la amenazó para que se vaya de la casa “porque si no le iba a prender fuego la casa con los que estuvieran dentro”. Soledad lo denunció. Al otro día, se lo notificó de las prohibiciones de acercarse a ella o intentar contactarla. El 26 de noviembre Albornoz interceptó en su moto a Soledad en inmediaciones de Av. Centenario y Sánchez de Victoria. Ella también se conducía en moto y él la persiguió por cuatro cuadras, hasta advirtió la presencia policial y escapó. El 16 de diciembre, pese a las restricciones, Albornoz intentó una videollamada al perfil de Instagram de Soledad. El 18 de diciembre a las 22.50 el violento le mandó mensajes por Messenger a la víctima, preguntándole por su mascota, una perra. El 28 de diciembre a las 6 de la mañana ocurrió un hecho grave. Albornoz, con la excusa de sacar a pasear la perra, ingresó a la vivienda de Andino sin autorización y le exigió que retirara la denuncia. Andino le manifestó que no lo haría, Albornoz la arrojó a la cama y le ató las muñecas contra el espaldar de la cama. Le dijo que la mataría a ella y que luego se mataría él, por lo que Andino, por temor, comenzó a decirle que retiraría la denuncia para que se calmara. Albornoz comenzó a tranquilizarse y la desató. Se retiró algunas horas después. El 30 de diciembre a las 2:45 horas sucedió el antecedente más grave. Soledad conducía en su moto y fue abordada por Albornoz en la calle. La hizo detener la marcha, se le subió en la parte trasera del vehículo y la obligó a que continúe conduciendo hasta el domicilio de ella. Allí, otra vez, le pidió que levante la denuncia y, como se ella se negó, se puso violento y la obligó a ingresar al domicilio. Soledad tenía un código con una amiga: le enviaría un mensaje a una amiga con un emoji si estuviera en riesgo por Albornoz y entonces la amiga debía llamar a la policía. El mecanismo de autoprotección funcionó. Cuando la Policía llegó al domicilio Albornoz se escondió debajo de la cama. Lo detuvieron armado: tenía una cuchilla. Luego de este hecho, fue juzgado, condenado pero en libertad. Y una semana después la mató.

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