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  • CASO SIN RESOLVER. El documental de Netflix sobre asesinatos con Tylenol

    Concepcion del Uruguay » La Calle

    Fecha: 01/06/2025 16:52

    En 1982 siete personas murieron después de ingerir un fármaco contaminado con cianuro. Nadie sabe quién contaminó las píldoras o cómo se contaminaron. Los realizadores esperan que la serie en la plataforma de streaming más grande del mundo ayude a resolver el misterio. Han pasado más de cuatro décadas desde que siete personas murieron después de ingerir cápsulas de Tylenol (un antifebril cuyo principio activo es el paracetamol) contaminadas con cianuro en el área de Chicago. Los envenenamientos provocaron el retiro del producto del mercado y causaron terror en Estados Unidos y otros países en los que se comercializaba el medicamento producido por el laboratorio Johnson y Johnson. James W. Lewis, principal sospechoso de este caso, explica en el documental que se estrenó esta semana en Netflix, por qué no pudo ser el supuesto asesino del Tylenol. “Caso sin resolver: Los asesinatos del Tylenol”, la serie de tres episodios ofrece un panorama completo del caso, con entrevistas a periodistas que lo cubrieron, ex agentes de la ley y personas que conocieron a las víctimas. El crimen perfecto Las autoridades se dieron cuenta de que algo andaba mal cuando tres miembros de la misma familia: Stanley Janus (25), Adam Janus (27) y Theresa Janus (20), murieron al mismo tiempo. “La única razón por la que entendieron que esto había sucedido fue porque tres jóvenes de la misma familia murieron juntos al mismo tiempo”, dice Yotam Guendelman, codirector de la serie. “En muchos sentidos, este es el crimen perfecto, ya que el cianuro es prácticamente imposible de rastrear después de unas horas”. Otras víctimas fueron: Mary Kellerman (12); Mary Reiner (27), una madre que acababa de dar a luz a su cuarto hijo; Paula Prince (35), azafata de avión; y Mary McFarland (31), trabajadora de una compañía telefónica. Los cineastas localizaron a las personas que podían recordar el horror de presenciar los momentos finales de las víctimas. Los incidentes provocaron un amplio operativo para retirar el producto, no solo de farmacias y droguerías: voluntarios fueron puerta por puerta para advertir a la gente sobre el Tylenol contaminado, y patrullas policiales recorrieron las calles anunciando las advertencias con un megáfono. Mientras tanto el FBI intentaba averiguar si un envenenador había manipulado los frascos. Las consecuencias de los asesinatos de Tylenol se pueden percibirse hasta hoy en los frascos de pastillas con sellos de plástico que, si se rompen, indican que el contenido podría estar contaminado. Otra teoría inquietante El documental ofrece el análisis más completo hasta la fecha de otra teoría: alguien en alguna de las plantas de Johnson & Johnson entró en contacto con cianuro y contaminó las pastillas en la línea de producción. La serie señala la presencia de cianuro en las instalaciones de donde provenían las botellas contaminadas y describe la muerte de otra mujer tras ingerir Tylenol contaminado con cianuro, en Nueva York, en 1986, cuando los recipientes ya venían con los precintos de seguridad. “No queremos culpar a nadie -dijo Ari Pines, codirector de la serie-, pero creemos que en un caso tan notorio como este, es muy importante examinar de cerca a todos los actores potencialmente involucrados, incluidas las grandes empresas”. Habla el principal sospechoso James W. Lewis, quien trabajaba en contabilidad, fue el principal sospechoso de los asesinatos porque envió una carta a Johnson & Johnson exigiendo 1 millón de dólares o, de lo contrario, “más personas serían asesinadas”. Los documentalistas tardaron casi un año en ganarse la confianza de Lewis y conseguir una entrevista con él. Inicialmente se creyó que Lewis era capaz de envenenar a alguien porque ya había sido arrestado. Uno de sus clientes, fue encontrado desmembrado en su casa, y los investigadores hallaron un cheque falso que Lewis intentó cobrar de su cuenta. Sin embargo, los cargos se retiraron porque los policías no le leyeron a Lewis sus derechos. Uno de los detectives afirma en la serie que encontraron borradores de cartas de extorsión en la casa de Lewis y un libro sobre envenenamientos. “No le haría daño a nadie”, dice Lewis entre risas al final del primer episodio. En cuanto a la carta de extorsión, dice que surgió de un profundo dolor. Johnson & Johnson era la fabricante de un parche que falló en el corazón de su hija, por lo que culpó a la empresa de su muerte. Lewis fue condenado por extorsión y pasó 12 años en prisión, pero nunca fue acusado de asesinato porque las autoridades. “Nunca tuvieron ninguna evidencia forense que lo vinculara con los asesinatos”, explica uno de los productores. Y el ex superintendente de la policía de Chicago, afirma categórico: “James Lewis era un imbécil, pero no era el asesino del Tylenol”. La entrevista de Lewis para la serie resultó ser su última entrevista antes de su muerte el 9 de julio de 2023. Los cineastas esperan que las autoridades amplíen la búsqueda. “Centrarnos en un solo sospechoso no nos ha llevado a ninguna parte. Seguir haciendo lo mismo no producirá nuevos resultados”, advierten.

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