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» Radiosudamericana
Fecha: 01/06/2025 15:13
Domingo 01 de Junio de 2025 - Actualizada a las: 11:15hs. del 01-06-2025 VENTANA SOCIAL La activista y referente trans Solange Ayala, integrante de la Fundación de Derechos Humanos, Equidad y Género (FUNDEC), estuvo recientemente en el programa Ventana Social, conducido por Laura Tribbia en Canal 5TV, donde compartió su historia de vida, sus luchas, y el difícil contexto actual que atraviesa la comunidad trans en Argentina. Desde muy joven, Solange inició su transición enfrentando no sólo los prejuicios de la sociedad, sino también la falta de políticas que acompañen a quienes viven realidades de exclusión y vulnerabilidad. Hoy, con 32 años, es una voz potente en la defensa de los derechos del colectivo LGBT+, especialmente de las mujeres trans, a quienes acompaña desde FUNDEC en situaciones de extrema marginalidad. “Romper con el paradigma de que una mujer trans está destinada a la esquina, a la adicción, a la calle, fue mi mayor motor. Estudio abogacía y también empecé enfermería. Siento que tengo una responsabilidad social con mis compañeras”, compartió Solange en la entrevista. Además de su trabajo territorial, fue convocada en noviembre del año pasado por ILGA Mundo para representar a Corrientes y a la región en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, donde visibilizó las realidades de las personas trans que viven en el interior del país, lejos de los focos mediáticos y las políticas centralizadas. Durante la charla, Solange habló también de su historia familiar: los inicios difíciles con sus padres y cómo, con el tiempo y su perseverancia, logró el acompañamiento incondicional de su entorno. “Les costó al principio, como pasa en muchas familias. No por rechazo, sino por miedo a que yo sufra. Hoy están orgullosos de mí.” Sin embargo, el presente es complejo. Solange denunció el desfinanciamiento de políticas públicas como el acceso a tratamientos hormonales y la eliminación de espacios institucionales clave como el INADI. También alertó sobre los despidos masivos de trabajadoras trans que accedieron al empleo gracias al cupo laboral. “Nuestra expectativa de vida sigue siendo de 35 años. Muchas no llegan ni a los 30. Cuando me preguntás con qué sueño, no te digo formar una familia, te digo vivir. Vivir tranquila, llegar a vieja, tener una vejez digna. Porque eso, para nosotras, todavía es un privilegio.” En medio de un clima social cargado de discursos de odio y retrocesos en derechos conquistados, su testimonio conmueve y nos interpela. No es sólo una historia de lucha personal, es también el retrato de una comunidad que resiste con dignidad y amor, aún cuando el Estado parece darles la espalda.
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