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  • El desafío de adaptar la infraestructura de Rosario para enfrentar el cambio climático

    » La Capital

    Fecha: 01/06/2025 13:42

    El cambio climático es un proceso de escala global, pero sus efectos ya se están verificando en distintas regiones en forma singular. La ocurrencia de eventos extremos, como olas de calor o las grandes tormentas , son dos de las consecuencias, que se verifican en ciudades como Rosario y otras del país. "Los problemas que nos plantea el cambio climático ya los estamos viviendo hoy" , advierte Macarena Vázquez, referente de STS Rosario, y considera que las acciones de adaptación y mitigación de la infraestructura de la ciudad no pueden esperar. " Rosario no está preparada para hacer frente a los riesgos climáticos ", señala. Vázquez es licenciada en recursos naturales y fue docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario. Además, integra STS (Soluciones Tecnológicas Sustentables) Rosario , una agrupación formada en 2009 con el propósito de impulsar proyectos que generen conciencia socioambiental, como Carpoolear, la primera plataforma argentina para compartir viajes en automóvil, Rosario en Bici, que fomenta el uso de la bicicleta como medio de transporte en las ciudades, o De la Huerta a la Olla, que conecta productores agroecológicos con comedores de Rosario. "Los efectos del cambio climático se están viendo actualmente", afirma y enumera, entre otros, el aumento de temperaturas medias, mínimas y máximas registrados en todas las provincias; el retroceso de los glaciares y de los suelos congelados o los cambios en los patrones de las distribuciones de lluvias que en la región se traducen en situaciones de lluvias muy concentradas. _Pensemos en Vera, en el norte de nuestra provincia, en un par de horas llovió 400 milímetros. Pero la inundación de una ciudad, que es una consecuencia relevante, no es la única producida por el cambio climático. También implica un montón de riesgos que son procesos de desarrollo lento, como la degradación de suelos, de pérdida de productividad agropecuaria, que eso nos lleva a exacerbar las situaciones de inseguridad alimentaria que ya tenemos o a tener inestabilidades económicas. Podemos tener también procesos de pérdida de biodiversidad, afectaciones a la posibilidad de tener energía eléctrica en el verano o a la posibilidad de tomar agua de los ríos. El cambio climático no se acota a tener consecuencias negativas que se expresan en forma de desastres, sino que hay un espectro muy amplio de efectos en la salud, en el transporte, en todos aspectos que hacen a nuestras vidas cotidianas. -¿Qué podemos esperar en los próximos años respecto a la presencia de este tipo de lluvias torrenciales? -El aumento de las tormentas fuertes de hecho es una de las consecuencias esperables en términos generales atribuibles al cambio climático. Si miramos los registros de eventos extremos que hemos tenido lo que se nota en todo el mundo, y también en nuestra región, es que en las últimas décadas el clima viene cambiando, entonces las tormentas fuertes son cada vez más frecuentes. Y lo que se espera es que a futuro es que este tipo de situaciones sean cada vez sean más comunes. Y de hecho esta mayor frecuencia de eventos extremos que está proyectada, que continúa incrementándose, va a ser mucho mayor si no corregimos las emisiones de gases de efecto invernadero o si no dejamos de emitir con la misma tendencia que venimos hasta ahora. No obstante, las consecuencias de esos efectos también van a cambiar mucho en función de cómo estemos preparados nosotros. Porque una cosa es que llueva un montón en un solo día y otra cosa es que eso genere una inundación. Porque las inundaciones, sobre todo las inundaciones que tenemos en ciudades como Rosario, o las caídas de árboles, no son solamente el resultado de que llueve mucho, sino que son el resultado de una forma en particular en la que estamos ocupando el suelo, por ejemplo. -¿Está preparada la infraestructura de la ciudad para enfrentar estos problemas? _A la hora de pensar si la infraestructura de ciudades como Rosario está preparada para hacer frente a los riesgos climáticos, en función de los cambios proyectados en las variables climáticas, la respuesta va a depender mucho de qué tipo de infraestructura estemos considerando. Pero en términos generales creo que podemos decir que no. Y esto lo digo porque hoy muchos de estos riesgos sin influencia del cambio climático, ya no están pudiendo ser resueltos. _¿Por ejemplo? _Si pensamos en el acceso al agua, el cambio climático viene a complejizar aún más la garantía del derecho al agua y que todas las personas que vivimos en la ciudad podamos tener acceso al agua. Pero también hay que reconocer que hoy la infraestructura que tenemos no está garantizando ese derecho al agua porque tenemos barrios que no tienen acceso al agua en nuestra ciudad. Entonces, lo que va a ser el cambio climático es exacerbar esas vulnerabilidades preexistentes, más que quizás generar riesgos nuevos. No es que no existan nuevos riesgos que vayan a emerger, sino que lo que vamos a ver, si no nos preparamos y si no cambiamos la forma en la que estamos haciendo algunas cosas, es un recrudecimiento de ciertas situaciones de vulnerabilidad de derechos, de insatisfacción de necesidades que tenemos las distintas personas que vivimos en esta ciudad. Con la posibilidad de ener energía pasa lo mismo. Entonces, lo que tenemos que pensar en el futuro no es que vamos a tener un nuevo problema, sino que vamos a tener un problema más grande que el que estamos viviendo actualmente. _¿Qué pueden hacer los gobiernos locales en materia de adaptación al cambio climático? _ Hay un montón de acciones que tienen que ver con reducir las vulnerabilidades que tenemos, que son acciones de adaptación en tanto disminuyen esos riesgos frente al cambio en las variables climáticas que tenemos proyectado. Y muchas de esas acciones tienen consecuencias positivas hoy en la calidad de vida de las personas. La lista es interminable, pero una de las posibilidades que tienen las ciudades es decidir sobre cómo ocupan el suelo, sobre todo si estamos pensando en tormentas fuertes. Entonces, es necesario dejar suelo permeable, por ejemplo en la cuenca del Ludeña que es una cuenca que viene ya con una larga trayectoria de impermeabilización del suelo. De esta forma garantizamos que cuando el agua caiga tenga un suelo permeable que la pueda recibir. Otra acción que creo que es muy importante que tomen los gobiernos locales es el cuidado del árbol urbano porque ese arbolado, además de ser biodiversidad para nuestras ciudades y de ser fuente de disfrute para un montón de personas, es lo que nos permite aguantarnos las olas de calor y que no se nos corte la luz, por ejemplo. _¿Qué urgencia tienen esas acciones? -Retomo lo que dije antes, los problemas que nos plantea el cambio climático ya los estamos viviendo hoy. Hay un montón de personas que en nuestra ciudad hoy no tienen acceso a cuestiones de las más básicas, entonces responder a esas necesidades sin comprometer la posibilidad de seguir respondiendo a esas necesidades en el futuro creo que también debería ser un tema de agenda, porque hoy tenemos personas en nuestra ciudad que no tienen acceso al agua segura, hoy tenemos personas en nuestra ciudad que no tienen habitaciones confortables en invierno ni en verano, y el cambio climático lo que va a hacer es exacerbar esas problemáticas, exacerbar esas desigualdades, entonces tenemos que empezar a trabajar hoy, que tenemos un escenario mucho más favorable para trabajar que el que probablemente podamos tener en términos de clima, digo, al menos dentro de 5 años o 10 años, así que no deberíamos postergarlo.

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