Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • La ciencia en su peor momento en la Argentina

    » Elterritorio

    Fecha: 01/06/2025 11:48

    Investigadores dan cuenta de que la inversión es nula para el sector. Advierten del intento de privatización y sienten que son tratados como ñoquis. De nuevo la salida es Ezeiza, de nuevo la expulsión y la fuga de cerebros. Lo que pasa en Misiones domingo 01 de junio de 2025 | 6:08hs. Es difícil hablar de la evolución de la humanidad apartados de los gigantescos pasos dados por la ciencia. Cuestiones tan simples, cotidianas o naturales como cocinar serían imposible sin el descubrimiento del fuego, que además sirve tanto para calentarse o como defensa en la antigüedad. Tan importante como la invención del arco, la flecha, la rueda, la escritura como forma de transmitir conocimientos logrados en todos los campos y registrados mediante la imprenta, el desarrollo de universidades, centros de aprendizaje e investigación. Nombres plasmados para la eternidad como Copérnico, Galileo, Newton, que con pensamientos científicos y críticos llevaron a la evolución de la humanidad. Los investigadores hicieron posibles los descubrimientos en física, biología, química. La revolución en la medicina, la exploración espacial, la biotecnología, la ingeniería genética, la transformación de la comunicación y el acceso a la información como algo natural y diario. Vestidos de eternautas, los científicos en protesta plantearon que la Argentina transita por un “cientificidio”. En tal contexto, el papel de los investigadores argentinos es reconocido en el mundo. Pero ahora, por una decisión nacional, como plantean los propios investigadores, la ciencia en la Argentina transita por uno de sus peores momentos. La situación es tan crítica que se habla de que el sistema de ciencia y tecnología de Argentina retrocedió casi un cuarto de siglo, producto de las medidas tomadas por el gobierno de Javier Milei desde su asunción. Para dimensionar el impacto de estas medidas, El Territorio salió a consultar a los afectados directos. Algunos plantean abiertamente la situación, otros prefieren no involucrarse en el debate, aunque sufren de las consecuencias y en silencio continúan como pueden con la investigación. “La inversión en ciencia del actual gobierno nacional es nula. La ciencia argentina está pasando un momento muy grave. Hace 30 años que soy investigador del Conicet y nunca estuvimos tan desamparados como ahora”, fueron las primeras palabras expresadas a El Territorio por el doctor en Química Adrián Turjanski. A su vez lamenta que el tema no esté en la agenda política y menos de una sociedad, que está más enfocada en cómo resolver sus necesidades diarias. Plantea que todavía no se dimensionaron las consecuencias del actual ajuste, aunque advierte que hay un creciente número de investigadores que se están yendo a otros países y los que estaban afuera ya no vuelven. Es decir, muy distinto a cuando la Argentina contaba con un plan de repatriación de científicos. Ahora, según los propios investigadores, el plan del gobierno apunta a la privatización del Conicet y otros organismos, además de sentir que los califican casi de “ñoquis” cumpliendo la misión de investigar. Hay 800 nuevos investigadores argentinos a quienes les cerraron las puertas del Conicet y muchos están presentando sus trabajos en otros países y de nuevo para muchos investigadores la salida es Ezeiza y, tras la expulsión, la fuga de cerebros. Desde la Universidad Nacional de Misiones (Unam) advierten que se está desarmando “un sistema otrora de excelencia para quedarnos ni siquiera con la potencialidad de mantener encendida la llama de las vocaciones”. Sólo en esta universidad pública de Misiones hay 250 proyectos acreditados en los últimos dos años y muchos de los cuales están frenados esperando recursos o debieron hacer recortes y con ello, también se acortan expectativas de resultados. De hecho, como hacen público los investigadores, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) cortó todos los subsidios que estaban destinados a fomentar la labor científica. Esta semana, cual eternautas -inspirados en la serie furor en la Argentina- se multiplicaron los científicos como clones de laboratorio en la protesta en la que plantearon que la Argentina transita por un “cientificidio”. Distintas voces coinciden que “nunca en la democracia la inversión en ciencia y tecnología fue tan baja” al señalar que es aún menor que en 2002 y se acerca a la realizada por la última dictadura militar. Los entrevistados detallan que “se suspendió toda la financiación de las actividades científicas: no hay fondos para reactivos de laboratorio, insumos ni para mantener los servicios mínimos de los centros científicos”. Para dimensionar el impacto del recorte, la ciencia nacional perdió solamente en 2024 más de 1.200 trabajadores del sector. En este informe, sin la legendaria máscara del Eternauta, los investigadores cuentan sus realidades. Compartí esta nota:

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por