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» Corrienteshoy
Fecha: 01/06/2025 00:59
El último fracaso en Portugal y la profunda crisis en Francia evidencian el ocaso del socialismo en Europa La debacle socialista en las últimas elecciones de Portugal y la profunda crisis que arrastra ese mismo partido en Francia reflejan la progresiva pérdida de poder de una ideología de izquierdas que llegó a ser hegemónica en Europa. Pero, con el avance de los extremismos, tanto de izquierdas como de derechas, el socialismo corre el riesgo de volverse marginal. Así le ocurre a dos de sus principales referentes históricos en el Viejo Continente: Portgual y Francia. Tras la mayoría absoluta obtenida en 2022, el Partido Socialista de Portugal se enfrentó a una serie de escándalos y crisis internas que culminaron con la dimisión en 2023 del entonces primer ministro, António Costa , debido a investigaciones relacionadas con proyectos de litio e hidrógeno verde, lo que abrió la puerta al liderazgo de Pedro Nuno Santos . «La estrategia del frente de izquierdas nunca funcionó, salvo en las elecciones municipales (Jorge Sampaio, en Lisboa), y volvió a fracasar», reconoce Carlos Zorrinho , histórico dirigente de esta formación que fue vicepresidente de su grupo parlamentario y eurodiputado.Las elecciones legislativas del 18 de mayo resultaron ser un momento decisivo en la vida política portuguesa, con la tercera peor derrota del PS desde la Revolución de los Claveles en 1974. Con solo el 22,8 % de los votos y 58 diputados elegidos, el PS cayó al tercer puesto, superado por la extrema derecha de Chega, que obtuvo 60 escaños y se convirtió en la principal fuerza de la oposición.Noticia Relacionada estandar Si Portugal gira aún más a la derecha mientras la izquierda es barrida del Parlamento Tomás Guerreiro Frente a la victoria de los conservadores de Montenegro y el alza de la extrema derecha, los socialistas obtienen uno de sus peores resultados y otras fuerzas izquierdistas se hunden«Tras la caída del Gobierno de António Costa, se celebraron elecciones primarias en el PS. Y se pusieron a prueba dos estrategias de posicionamiento político en relación con la sociedad portuguesa», afirma Zorrinho. Si, por un lado, José Luís Carneiro representaba la hipótesis de un gobierno de centro, Pedro Nuno tenía la intención de aglutinar un frente de izquierdas, ya que fue el responsable de las negociaciones con el PCP y el BE que llevaron a António Costa al poder en 2015. Durante la campaña, «Pedro Nuno Santos no defendió esa estrategia, pero la percepción sobre él estaba definida», considera el exeurodiputado. En las elecciones de 2024, la derrota ya era una señal de alerta, pero la caída en 2025 confirmó la tendencia a la baja. «El partido tiene que reposicionarse desde el punto de vista de la interpretación de lo que es ser socialdemócrata. Y lo que eso significa para las poblaciones y para la sociedad», añade Zorrinho.Mientras el PS perdía terreno, Chega, liderado por André Ventura, capitalizaba el descontento popular y su ascenso se vio confirmado por el voto de los emigrantes en países como Suiza, Francia y Luxemburgo, donde conquistó dos de los cuatro escaños en disputa, consolidándose como la segunda fuerza en el Parlamento. «El PS tendrá que reencontrar su lugar en el centro político», aconseja Zorrinho.Provocaciones y mentirasPor otro lado, Emília Ribeiro, candidata socialista por el círculo de Europa que no logró su elección, afirma: «Fue como una apisonadora de votos populistas. La campaña de Chega se basó en provocaciones y mentiras, como la narrativa del miedo a la inmigración. Los socialistas presentaron propuestas y caras nuevas, pero los votantes escucharon el discurso del miedo». El Partido Socialista no logró sacar ningún diputado por Europa.Para la candidata, el resultado es también un reflejo del ambiente político en otros países: «Lo que ha pasado en Francia con Chega refleja lo que se vive en la política francesa. Hay movimientos con mucho dinero y máquinas de propaganda muy agresivas».La fragmentación de la izquierda portuguesa, con el Bloque de Izquierda y la CDU registrando sus peores resultados históricos, y el crecimiento del partido Livre, que fue el único que aumentó su representación parlamentaria, indican una reconfiguración del espectro político que el PS tendrá que considerar en su estrategia futura.La Alianza Democrática (AD), liderada por Luís Montenegro, ganó las elecciones con 91 diputados, pero sin mayoría absoluta. El presidente Marcelo Rebelo de Sousa ya ha nombrado a Montenegro primer ministro , con la garantía de que ni el PS ni Chega bloquearán la formación del nuevo Gobierno.La derrota provocó la dimisión de Pedro Nuno Santos como líder del PS, lo que abrió el camino a una nueva disputa interna. Se hace evidente así la necesidad de una profunda reflexión sobre la identidad y la estrategia del PS, con la urgencia de recuperar la confianza de los votantes y posicionarse como una alternativa creíble al gobierno de la AD y a la oposición liderada por Chega.Esta última derrota del PS no solo representa un fracaso electoral, sino el fin de la mayoría sociológica de la izquierda. José Luís Carneiro ya se ha mostrado dispuesto a asumir la dirección del partido, lo que podría significar un cambio en su trayectoria.El caso galoPor su parte, los socialistas de Francia, que aspiran a «refundar» su partido para evitar su hundimiento, se han dividido en varias familias antagónicas que confirman su alejamiento del resto de las izquierdas nacionales y las corrientes europeas más próximas.Raphaël Glucksmann , hijo del filósofo André Glucksmann, y Bernard Cazeneuve, ex primer ministro, son dos figuras que dieron al PS influencia e implantación electoral. Pero se han alejado del partido y tienen otras ambiciones políticas.La direccion del PS nombró a Glucksmann cabeza de lista en las últimas elecciones europeas, en junio del año pasado. Consiguió un resultado estimulante, alcanzando el 13,8 % de los votos, en tercera posición nacional e integrado en el grupo progresista de los socialistas y demócratas del Parlamento Europeo. Eurodiputado socialista, Glucksmann decidió alejarse de su partido en Francia para consagrarse como líder de su propia formación política, Plaza Pública, con la que ha comenzado a preparar las próximas elecciones municipales, legislativas y presidenciales, con posiciones bastante alejadas del resto de las izquierdas.Cabeza de lista del PS en las últimas europeas, Glucksmann sostiene posiciones «socioliberales» en el terreno económico. Y es mucho más agresivo que todas las izquierdas francesas contra Vladímir Putin . Durante años, Glucksmann tuvo una vida política y sentimental íntimamente asociada a los movimientos hostiles a Putin en Ucrania y Georgia.Bernard Cazeneuve es un «elefante» histórico del PS, titular de Interior, de los presupuestos del Estado, de Asuntos Europeos y primer ministro de François Hollande, presidente socialista. Diputado socialista durante más de veinte años, alcalde y presidente regional desde hace varias décadas, es uno de los socialistas con reputación más sólida en la vida pública. Pero decidió romper con el partido al que había consagrado su vida, tras la alianza táctica del PS con La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda).Los actuales dirigentes del PS, en curso de «renovación», terminaron rompiendo con LFI. Pero ya era demasiado tarde. Cazeneuve fundó su propio partido, La Convención, microorganización apoyada por algunas élites socialistas tradicionales.Ante la disidencia frontal de Glucksmann y Cazeneuve, Olivier Faure , presidente saliente del PS, y Nicolas Mayer-Rossignol, alcalde de Rouen , han organizado la elección a dos vueltas del nuevo líder, prometiendo un proceso de «refundación», que deberá negociar, más tarde, un programa y un «proyecto».Nicolas Mayer-Rossignol (izquierda) y Olivier Faure se enfrentan por el liderazgo del Partido Socialista francés afpEurodiputado socialista, Glucksmann ha roto sus relaciones políticas con el PS. Anuncia la emergencia de una fuerza de izquierda moderada.Cazeneuve es, con Hollande, el último superviviente de la vieja guardia socialista, los «elefantes» en la terminología política nacional, de los años dorados del socialismo francés, cuando fue, durante varias décadas, la primera o la segunda fuerza nacional. El resto de los supervivientes, Lionel Jospin, Laurent Fabius, ex primeros ministros, o Jean-Pierre Chevenement, el ministro del Interior, contemplan con melancólica tristeza el espectáculo del hundimiento de su viejo y querido partido.Entre unos y otros, el ex presidente Hollande todavía espera ser un federador de todas las familias socialistas, dentro y fuera del partido, cuando el resto de los socialismos europeos sufren procesos semejantes.Años de gloriaLos años de gloria del socialismo francés, con François Mitterrand , coincidieron con los años triunfales de Felipe González, en España, Mario Soares, en Portugal, Bettino Craxi, en Italia, Willy Brandt y Helmut Schmidt en Alemania, Olaf Palme en Suecia, entre otros… El ocaso de Mitterrand coincidió con la emergencia de la extrema derecha de Le Pen convertida, desde entonces, en el partido más votado por los obreros franceses.Las elecciones europeas y nacionales de junio de 2024 confirmaron aquella tendencia. El PS no solo ha perdido todas sus referencias históricas, el Frente Popular y la Unión de la izquierda: los socialistas no se entienden con el PCF ni con La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda). También ha perdido su base social e intelectual.Históricamente, el antiguo PS era votado por clases medias más o menos acomodadas, profesores liberales, universitarios, intelectuales, escritores. Las clases medias votan hoy a la derecha reformista, tradicional o autoritaria. Las profesiones liberales votan liberal o conservador, esperando escapar a la presión fiscal que aumentó de manera importante con los gobiernos socialistas. Escritores e intelectuales que fueron, durante décadas, defensores de sucesivas formas de socialismo, han desaparecido de la escena política. O son muy críticos, como ocurre con personalidades tan diversas como Alain Finkielkraut, Bernard-Henri Lévy o Daniel Cohn-Bendit.Cuando las barbas socialistas veas cortar... Fuente: https://www.abc.es/internacional/fracaso-portugal-crisis-francia-muestran-fracaso-socialismo-20250531184815-nt.html
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