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Crespo » Estacion Plus
Fecha: 31/05/2025 11:04
El proyecto prevé un canon para quienes ignoren protocolos y obliguen a desplegar patrullas, helicópteros y drones. En Mendoza, salir a la cordillera sin avisar, sin equipo o sin respetar protocolos podría salir más caro que el susto. El gobierno provincial de Alfredo Cornejo envió a la Legislatura un proyecto de ley que habilita a cobrar un canon por rescates en Alta Montaña y zonas agrestes cuando se compruebe negligencia de la persona auxiliada. La iniciativa busca regular una situación cada vez más frecuente: rescates costosos financiados con recursos públicos por imprudencias evitables. El tema reaviva el debate sobre la responsabilidad individual en actividades de riesgo y hasta dónde debe llegar la cobertura estatal en esos casos. Qué dice el proyecto: cómo y cuándo se cobrará el canon por rescates en Mendoza El proyecto propone modificar la Ley de la Policía Provincial (N.º 6722) para incorporar un artículo que permita al Ministerio de Seguridad y Justicia de Mendoza cobrar un canon en casos excepcionales. No será automático: se evaluará cada intervención y se cobrará solo cuando se acredite que la persona rescatada incumplió normas, desoyó alertas, no avisó su itinerario o actuó de forma imprudente. Desde la cartera que conduce Mercedes Rus aclararon a Página 12 que no se cobrará el costo real de los operativos --que suele ser altísimo por uso de helicópteros, drones, personal y logística--, sino un monto “simbólico pero representativo”, definido cada año en la Ley Impositiva provincial. Los fondos recaudados se destinarán íntegramente al Ministerio de Seguridad, y al menos el 50% se asignará a reforzar los recursos de la Unidad Patrulla de Rescate de Alta Montaña (UPRAM). Cobrarán rescates en Aconcagua y crece la discusión sobre negligencia y seguro obligatorio “Esto no es un seguro obligatorio ni un arancel por perderse, sino una herramienta legal para casos de infracción grave que obligan al Estado a gastar recursos extraordinarios”, explicó Rus a este diario. Desde el sector montañista, Juan Pablo Sarjanovich, guía profesional, mostró reparos sobre cómo se aplicará el criterio de negligencia: “¿Quién determina qué es negligencia y qué no? Eso es muy subjetivo. Tendrían que armar un panel de expertos para definirlo y después ver qué puede hacer la otra persona, si contratar un abogado, iniciar un litigio… lo veo complicado”, advirtió. Sin embargo, el escalador sostuvo que la idea de cobrar por rescates en casos de imprudencia no le parece mal, siempre que exista un seguro de montaña obligatorio, como ocurre en otros países: “Si la persona que entra tiene un seguro, luego el seguro cubre lo que el parque quiera cobrar. La persona que sube a la montaña tiene que ser consciente de los riesgos. Y si no lo es, debe contratar un guía. Si sube solo y después hay que movilizar un equipo de rescate, poniendo en riesgo vidas, tiempo y recursos, es justo que pague. Sí, definitivamente”. Sarjanovich agregó que el Parque Aconcagua debería exigir ese seguro a todos los visitantes, y que la medida debería extenderse a otras zonas del país. ”Hay un nicho de gente que puede pagar eso, como lo hacen en Córdoba, San Juan o en Europa, donde en clubes de montaña te lo incluyen en la cuota societaria. Si todos los rescates se cobran y se exige seguro, Aconcagua podría tener mejores equipos, más helicópteros y personal mejor pago. Hace mucha falta”. En contrapartida, especialistas en derecho y turismo de aventura advierten que la norma deberá definir con precisión qué se considera negligencia para evitar arbitrariedades. También insisten en que debe promoverse una cultura de prevención y uso voluntario de seguros en actividades de montaña. Por qué se discute ahora El debate se reactivó tras el caso de un andinista extraviado durante siete días, que no había registrado su itinerario. El operativo para encontrarlo demandó helicópteros, drones y personal especializado, a un costo millonario. Actualmente, solo el Parque Provincial Aconcagua tiene un sistema regulado, donde se exige seguro y pago de derechos de rescate. Pero otras zonas de montaña mendocinas, que también atraen a turistas y locales, carecen de normas claras.
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