01/06/2025 15:23
01/06/2025 15:23
01/06/2025 15:23
01/06/2025 15:21
01/06/2025 15:20
01/06/2025 15:17
01/06/2025 15:16
01/06/2025 15:16
01/06/2025 15:15
01/06/2025 15:15
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 31/05/2025 05:08
Los baños termales del mundo destacan por unir naturaleza, arquitectura y beneficios para el bienestar humano Desde la antigüedad, las aguas termales han sido reconocidas por sus propiedades terapéuticas, su capacidad para relajar el cuerpo y su vínculo con paisajes naturales o estructuras históricas. Hoy en día, muchos de estos sitios se han transformado en destinos turísticos que combinan belleza escénica, patrimonio cultural y bienestar físico. La siguiente es una selección de algunos de estos destinos entre los más extraños, populares o históricos en distintas partes del mundo. 1. Széchenyi – Budapest, Hungría El edificio neobarroco de Széchenyi alberga 18 piscinas termales con aguas indicadas para afecciones articulares y rehabilitación Situados en el corazón del Parque de la Ciudad de Budapest, los Baños Széchenyi son considerados los más grandes de Europa en su tipo. Inaugurados en 1913 y ampliados en 1927, constituyen un complejo monumental de estilo neobarroco, con interiores ornamentados y cúpulas de inspiración clásica. El agua proviene de dos pozos termales profundos, uno de ellos el segundo más hondo del país, con temperaturas de 74 °C y 77 °C en el origen, y con variaciones de entre 18 °C y 40 °C en las piscinas. Las termas Széchenyi en Budapest se destacan por su estilo neobarroco y sus beneficios terapéuticos (Grosby) El recinto cuenta con tres piscinas al aire libre y quince cubiertas, y es alimentado por aguas que contienen sulfato de calcio, magnesio, bicarbonato, flúor y ácido metabórico, recomendadas para enfermedades degenerativas articulares y procesos de rehabilitación. Además, su integración urbana y el acceso directo desde la línea de metro M1 lo convierten en un espacio termal de uso cotidiano para locales y turistas. 2. Blue Lagoon – Islandia La Laguna Azul en Islandia, famosa por sus aguas turquesas, combina turismo geotérmico con tratamientos dermatológicos La Laguna Azul, ubicada en el suroeste de Islandia, es uno de los sitios más emblemáticos del país y una de las termas más fotografiadas del mundo. Se encuentra sobre un campo de lava y debe su existencia a la cercanía de la central geotérmica de Svartsengi, que comenzó a operar en los años 80. Aunque no es completamente natural, su apariencia —un gran manto de agua color celeste rodeado de rocas negras— ha convertido a este lugar en un símbolo del turismo islandés. Las aguas, que alcanzan los 38 °C, están cargadas de sílice, otros minerales y algas, elementos que no solo otorgan su color característico, sino que también poseen propiedades dermatológicas. El complejo ofrece bar dentro del agua, mascarillas exfoliantes, zonas de sauna y vapor, y servicios de spa. Su cercanía al aeropuerto internacional de Keflavik hace que muchos viajeros lo elijan como primera o última parada en el país. 3. Travertine Hot Springs – California, Estados Unidos Travertine Hot Springs en California ofrece piscinas naturales con vistas panorámicas de la Sierra Nevada (Grosby) En la región oriental del estado de California, cerca de la localidad de Bridgeport, se encuentran las Travertine Hot Springs, un conjunto de termas al aire libre situadas en terrenos públicos gestionados por la Oficina de Administración de Tierras (BML). Este sitio se caracteriza por sus piscinas primitivas excavadas en el suelo, algunas con fondo rocoso y otras hechas de cemento. El agua termal brota a temperaturas que pueden alcanzar los 49 °C, y se enfría en contacto con las distintas cuencas hasta llegar a unos 37 °C. Estas aguas contienen depósitos de travertino, una roca sedimentaria rica en carbonato de calcio, que forma patrones y texturas únicas en las paredes y el fondo de las tinas. De acceso gratuito, el sitio es altamente frecuentado, en parte por su cercanía con la carretera y también por sus vistas abiertas a la Sierra Nevada. Se permite el ingreso con mascotas (con restricciones), y es común la presencia de visitantes locales que optan por un baño sin ropa. 4. Pamukkale – Turquía Pamukkale en Turquía muestra terrazas de travertino naturales formadas por aguas termales ricas en calcio (Grosby) El paisaje de Pamukkale, en el suroeste de Turquía, parece salido de un cuento mitológico. Este sitio, cuyo nombre significa “castillo de algodón” en turco, está compuesto por una ladera de terrazas blancas formadas por travertino, acumulado durante milenios por el paso continuo de aguas termales ricas en calcio y bicarbonato. El agua caliente, al emerger y fluir por las pendientes, se enfría y deposita carbonato, formando escalones de piedra que se asemejan a cascadas congeladas. Junto a Pamukkale se encuentran las ruinas de Hierápolis, Patrimonio de la Humanidad (Wikipedia) Las temperaturas oscilan entre los 35 °C y los 100 °C, y muchas de las piscinas son aptas para el baño. Junto al sitio natural se encuentran las ruinas de Hierápolis, una antigua ciudad grecorromana fundada en el siglo II a.C., que completa el atractivo histórico del lugar. Pamukkale-Hierápolis es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y una de las postales más reconocidas del país. El acceso se realiza desde la ciudad de Denizli, a 15 minutos en transporte local. 5. Bagby Hot Springs – Oregón, Estados Unidos Las Bagby Hot Springs se alimentan de tres manantiales que emergen entre 49 °C y 59 °C en un bosque del estado de Oregón (Grosby) Dentro del Bosque Nacional de Mount Hood, en el estado de Oregón, se hallan las Bagby Hot Springs, un conjunto de fuentes termales ocultas entre árboles centenarios y conectadas por un sendero de acceso que parte de un estacionamiento. Las termas han sido usadas desde tiempos precolombinos por los pueblos originarios de la zona y fueron formalizadas con estructuras de madera en la década de 1920. El sitio cuenta con bañeras individuales hechas de troncos de cedro ahuecados, así como tinas comunitarias, todas alimentadas por tres manantiales naturales. Las temperaturas van de los 49 °C a los 59 °C, y las aguas contienen sílice, sodio, carbonato y sulfato. Su ubicación en una reserva forestal lo convierte en un lugar para quienes buscan una experiencia austera, natural y silenciosa, sin infraestructura moderna. 6. Chena Hot Springs – Alaska, Estados Unidos Durante el invierno, las Chena Hot Springs contrastan con el entorno nevado y mantienen constante su temperatura (Grosby) Ubicadas en el borough de Fairbanks North Star, las Chena Hot Springs ofrecen una combinación de termalismo, historia y fenómenos naturales. Descubiertas durante la fiebre del oro de Alaska, se transformaron en un centro turístico que hoy es visitado tanto por sus aguas —que emergen a 76 °C— como por su posición geográfica ideal para la observación de las auroras boreales. El complejo incluye una gran piscina cubierta y un lago al aire libre rodeado de nieve en invierno. Además, se ha desarrollado un centro de investigación en energía geotérmica y un hotel de hielo durante la temporada invernal. El lugar ofrece actividades complementarias como caminatas, trineos y paseos en motonieve, convirtiéndose en uno de los destinos más multifacéticos del norte de Estados Unidos. 7. Terme di Saturnia – Toscana, Italia Las Terme di Saturnia, en Toscana, reciben aguas sulfurosas de 37 °C provenientes del antiguo volcán Monte Amiata (Grosby) En plena región de la Maremma toscana, las Terme di Saturnia se alimentan de un manantial que fluye a 37 °C desde las entrañas del antiguo volcán Monte Amiata. La leyenda atribuye su creación a una disputa entre los dioses Saturno y Júpiter, de la cual surgió una descarga que hizo brotar las aguas. Lo cierto es que ya en época etrusca se aprovechaban estas termas, más tarde integradas a los baños romanos y medievales. El complejo cuenta con una zona privada de acceso pago y otra gratuita, donde se destacan las Cascadas del Gorello y las Cascadas del Molino, rodeadas de un paisaje de rocas de toba y vegetación baja. La zona también conserva vestigios de murallas y edificaciones antiguas, y ha sido reconocida por medios internacionales como CNN como uno de los mejores centros termales del mundo. Se trata de un destino de bienestar, naturaleza e historia, en uno de los enclaves rurales más pintorescos de Italia. Este recorrido por los baños termales más bellos del mundo muestra la diversidad de formas en que la naturaleza —a veces intervenida por el ser humano— ofrece experiencias de descanso y salud. Ya sea en una cúpula neobarroca, una cascada de travertino o una poza rústica en medio del bosque, el agua caliente continúa siendo un punto de encuentro entre paisaje, cultura y cuerpo.
Ver noticia original