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Parana » Uno
Fecha: 30/05/2025 11:46
Mientras miles de personas se movilizaban este jueves en defensa del hospital Garrahan, de los derechos de las personas con discapacidad y en defensa de la ciencia, el gobierno hizo circular un documento que resume la reforma del Conicet a cargo del libertario Alberto Benegas Lynch (h) y el titular de la Fundación Libertad y Progreso, Agustín Etchebarne. En las marchas se denunció el desfinanciamiento, la fuga de cerebros, la parálisis de los proyectos y la destrucción de líneas y grupos de investigación El proyecto libertario propone, entre otras cosas, auditorías a las investigaciones en curso; la eliminación de la carrera del investigador, la cancelación de las Áreas de Ciencias Sociales y Ciencias Biológicas que pasan al ámbito de las universidades, la eliminación de la Agencia que financia los proyectos). “Se elimina la ciencia básica y solo se van a financiar proyectos que tengan aplicabilidad inmediata en el mercado. No habrá relación de dependencia entre Conicet y los investigadores sino un contrato provisorio mientras dure el proyecto”, denuncian desde el ámbito científico. Nora Bar divulgadora científica, ex editora de Ciencia y Salud en La Nación, publicó en El Destape una extensa nota donde recoge testimonios de científicos argentinos. Embed Alarma por un proyecto para reformular el Conicet que hizo circular una fundación cercana al gobierno https://t.co/8jYNWOi6IF — Nora Bär (@norabar) May 29, 2025 Qué plantea el documento El proyecto de la “Fundación Libertad y Progreso” plantea eliminar la carrera del investigador y reemplazarla por contratos atados a proyectos de corto plazo. A pesar de que declaran ser una entidad “sin fines de lucro, privada e independiente de todo grupo político”, sus directivos mantienen relaciones estrechas con el ejecutivo actual. Su director general es Agustín Etchebarne, que se presenta en la red Linkedin como “economista especializado en desarrollo económico, comercialización estratégica y mercados internacionales, y actualmente profesor en la Universidad de Belgrano. Miembro de Red Liberal de América Latina (Relial) y Miembro del Instituto de Ética y Economía Política de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas”. Según figura en el sitio digital de la entidad, su cuerpo académico está encabezado por el íntimo amigo del presidente, Alberto Benegas Lynch (h), y su lista de sponsors incluye la Red Atlas, que financia políticas de ultraderecha alrededor del mundo, como denunció el año pasado el columnista de The Guardian, George Monbiot. El documento plantea nada menos que eliminar la carrera del investigador y reemplazarla por contratos atados a proyectos de corto plazo, evaluados por criterios políticos y de mercado, sin estabilidad y sin autonomía. La evaluación de los proyectos sería por su “impacto” y condicionada a los intereses del mercado. Rodrigo Quiroga, doctor en Ciencias Química y profesor de bioinformática en la Universidad Nacional de Córdoba, indica que lo que proponen es “destruir por completo el Conicet actual, y de las cenizas de ese incendio, armar un sistema de prestación de servicios tecnológicos a medida del sector privado. Es una propuesta que implica destruir toda posibilidad de tener un sistema científico federal y soberano, que atienda problemas puntuales de nuestra sociedad, o desarrolle innovación y tecnología en áreas que el país considere estratégicas. Proponen una ultramercantilización de la ciencia, donde sólo vale lo que directamente produce valor económico en el corto plazo. Es de una ceguera monumental, porque lo que en realidad estarían haciendo, es aniquilar nuestra capacidad de innovar a futuro”. La química Ana Franchi, que presidió el Conicet desde 2019 hasta diciembre de 2023 dijo que la idea es que los salarios dependan de los subsidios, como en los Estados Unidos. “Es un proyecto que no tiene ni pies ni cabeza. Además, a mi modo de ver, es directamente ilegal. Por otro lado, vuelve a atacar a las ciencias sociales y humanas, aduciendo que el dinero que les van a sacar a ellas (no sé cuál, porque no están recibiendo ninguno) va a pasar a las otras. Me parece una barbaridad: las ciencias humanas son denigradas acá, mientras en el mundo son financiadas y valoradas”. Para Luis Calcaterra, doctor en ecología especializado en el control biológico de especies invasoras que mañana se queda sin su último becario, y por el congelamiento de los subsidios, sin financiamiento, “Vincular el valor de la ciencia sólo a la inversión privada limita el desarrollo del conocimiento, y pone en riesgo áreas fundamentales que no buscan rentabilidad inmediata, como la investigación básica y social. Reemplazar las carreras científicas por contratos temporales, precariza el trabajo de los investigadores, y empobrece el debate democrático y el desarrollo nacional. Pero lo peor es lo que quieren hacer con la carrera del investigador: el Conicet, vigente desde hace más de 50 años, y reemplazarla por un esquema en que los investigadores trabajen por proyectos con contratos temporales, sin vínculo permanente con el organismo. Esto implica que se pierde la estabilidad que garantiza la dedicación exclusiva y la continuidad en la investigación original, pilares fundamentales para el desarrollo científico y tecnológico del país. Además, este modelo fomenta la competencia por financiamiento, privilegiando proyectos con apoyo privado, lo que puede dejar de lado áreas estratégicas, y desincentivar la formación de investigadores”. Diego Hurtado, físico y especialista en historia de la ciencia y la tecnología argentina, que fue Secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación desde el 19 de diciembre de 2019 hasta el 10 de diciembre de 2023, es lapidario: “Este informe es una completa falacia… Se hace muy difícil debatirlo. Está plagado de errores metodológicos y ausencia de contexto. Se nota que fue hecho por amateurs que creen que pueden hablar de índices sin contexto. Hacen numerología. El documento ignora estudios y enfoques muy difundidos, que hay que tener en cuenta sobre el rol del Estado. Pasa por alto todo lo que se dijo en la última década y media. No habla de la noción de ecosistema de innovación que está en todos los planes de las economías europeas. Ni siquiera en eso se aproxima a una mirada consistente. Esta gente no entiende lo que quiere decir gestionar el conocimiento, que es algo muy complejo. Es un informe infantil escrito con palotes de la década del sesenta. Analizado con la mirada más objetiva posible, es un documento que atrasa más de medio siglo. De entrada se nota una falta de especificidad importante, donde dicen que el Conicet fue creado para fortalecer la ciencia. En realidad, fue creado para fortalecer la investigación en las universidades. Después tomó otro rumbo. Hay doctorados sobre la trayectoria del Conicet… Lo que está claro es que es una ideologización con una retórica de falsa objetividad que ya sabe lo que quiere concluir, y va acomodando todos los argumentos. Muestra el grado de subdesarrollo al que nos quieren llevar”.
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